La joven Diana Guadalupe Quiñones Heras, de 18 años de edad, fue asesinada el pasado lunes 5 de septiembre en Ciudad Obregón; sus familiares y amigos exigen justicia.
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Diana trabajaba en una tienda departamental y tenía el uniforme puesto cuando su pareja la encontró sin vida en la recámara de su casa. Había sido torturada, estrangulada y le cortaron la garganta.
De acuerdo con el relato de su pareja, fue el jefe de Diana quien le llamó a él para que localizara a la joven porque no se había presentado a trabajar ese día.
Él acudió a su domicilio en la colonia Campanario, pero nadie abrió. Se asomó por la ventana y fue cuando vio su cuerpo inerte en la recámara, con manchas de sangre, aproximadamente a las 5:20 de la tarde de ese lunes.
Por ello, el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, amigos y conocidos se manifestaron para exigir justicia y detener a el o los responsables.
Diana era una joven estudiosa y contaba con una beca para iniciar la carrera universitaria de Contaduría Pública en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Su familia y amigos lloran su asesinato; ella tenía todo su futuro por delante. Éste es el octavo feminicidio registrado en Cajeme en lo que va del mes septiembre.
“Ni una más, no más feminicidios respeto a las mujeres porque de una mujer nacieron Madres Buscadoras de Sonora, nos unimos a la pena que embarga a la familia de Diana Quiñones”, expresa uno de ellos.
En días pasados, dos mujeres fueron halladas sin vida en las instalaciones de una fábrica abandonada también en Ciudad Obregón; ambas tenían el rostro desfigurado y presentaban golpes en su cuerpo, al parecer ocasionadas con piedras y ladrillos; una de ellas era menor de edad.
Con información de Armando Aguilar.