TULUM. “Se compadeció de nosotros”, dijo con alivio María Guadalupe, una de las habitantes de Tulum que fue evacuada por el paso del huracán Beryl y cuya llegada provocó el despliegue de un operativo de protección que pocas veces habían visto los habitantes de esta zona, estratégica para el turismo y los proyectos emblemáticos de la llamada Cuarta Transformación.
En Quintana Roo los huracanes son para tomarse en serio. Gilberto y Wilma en 1988 y 2005, respectivamente, destruyeron la Riviera Maya y dejaron en conjunto 405 muertos.
Los preparativos para recibir a Beryl iniciaron desde el 3 de julio. El gobierno estatal emitió la alerta amarilla y Protección Civil comenzó a recorrer las zonas más vulnerables para invitar a los habitantes a resguardarse en refugios.
Beryl impactó Tulum a las 5:05 horas del viernes como categoría 2, de acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil; sin embargo, desde las 19:00 horas del jueves todas las personas estaban resguardadas en sus domicilios o en los 10 refugios que habilitó el Ayuntamiento con capacidad para recibir hasta tres mil personas.
Durante la noche del jueves 4 al viernes 5 se restringió el tránsito de vehículos por las calles de Tulum y el personal de la Marina prohibió la salida de los refugios.
En la conferencia mañanera en Palacio Nacional, la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, reportó saldó blanco. “En este momento nos encontramos en la fase de auxilio. No tenemos reportes, hasta el momento, de lesionados o fallecidos, repito, son datos preliminares”, comentó.
A las 9:00 horas, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el huracán se había degradado a categoría 1, cuando ya estaba por llegar a Yucatán, y para el mediodía ya era tormenta tropical.
“Se espera que, durante el fin de semana, Beryl se intensifique a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, sobre el Golfo de México y continúe acercándose a la costa norte de Tamaulipas. Se prevé que, durante la madrugada del lunes, Beryl impacte entre la costa norte de Tamaulipas y el sur de Texas, Estados Unidos”, anticipó el SMN.
Tan pronto pasó Beryl se reactivó la actividad económica en Cancún. Negocios, transporte público, plazas comerciales, navieras, transportadoras turísticas y líneas aéreas retomaron sus actividades, mientras que en el Aeropuerto de Cancún se reportaron 281 operaciones, 146 llegadas y 135 salidas.
Esto ahorita fue leve, nosotros queremos saber si va a regresar
En Tulum, las personas salieron de sus hogares para limpiar las ramas que tiraron los vientos de más de 175 kilómetros por hora y el balance que dieron fue positivo, en comparación con otros huracanes.
“El huracán que vivimos ahorita hizo menos de lo que hizo Wilma, que lo que hizo Gilberto, en el caso de Gilberto fue más daño y también Wilma, este (Beryl) fueron nada más ramitas, bueno, lo que nosotros vemos acá, no sé si porque nos fue librando poco a poquito. Se compadeció de nosotros”, dijo María Guadalupe.
Unas 100 personas de Punta Allen dejaron sus hogares para resguardarse del huracán y por la mañana del viernes comenzaron a regresar a su comunidad.
La Sedena instaló una cocina comunitaria en el Parque Dos Aguas, enfrente del Palacio Municipal de Tulum, con capacidad para preparar hasta siete mil 500 raciones de comida al día, con el fin de atender a los miles de damnificados que podría haber dejado el fenómeno, sin embargo, la cocina apenas y preparó mil comidas en su primera jornada.
Desde el mediodía comenzaron a formarse decenas de personas para acceder a los alimentos preparados por los elementos de la Sedena, los cuales comenzaron a repartir a partir de las 15:00 horas. El menú consistió en ensalada de atún, arroz y frijoles.
Con información de Víctor Flores / Corresponsal
