La tensión diplomática crecía, el presidente López Obrador, presionado por las Fuerzas Armadas en fijar postura y, por otro lado, la de hacer política diplomática en medio de una elección no concluida.
Mientras eso ocurría México no tenía la “película completa” lo que desencadenaría una trama de embajadas y política exterior, nunca vista. La imagen institucional del Ejército se debilitaba y en contraposición el oficio del servicio exterior se ponía a prueba, en uno de los capítulos más tensos y mejor guardados.
Se planteaba cortar toda cooperación con Estados Unidos, debido a que no informó de las indagatorias. Otras voces decían que se había transgredido la soberanía y cuestionaron que la Administración del Control de Drogas (DEA) siguiera operando en México con tal discrecionalidad. Pero AMLO el diplomático nos volvió a sorprender por su serenidad en momentos cruciales.
Para el 26 de octubre, Ebrard llamó al fiscal de EEUU, William P. Barr, y le reiteró el descontento planteado a Landau, por la falta de información compartida, pues hay un acuerdo con México en contra de la delincuencia organizada. Ambos países son aliados y uno de ellos no reportó del caso que revestía trascendencia, incluso, de Seguridad Nacional. El 28 de octubre, la Cancillería mexicana envió una nota diplomática a la Embajada de EEUU manifestando su “profundo extrañamiento” …
Tan pronto como llegó la misiva a autoridades de EEUU, fue girado un oficio el 29 de octubre, por parte del ministro consejero de la Embajada norteamericana. El documento estaba suscrito por el administrador interino de la DEA, Timothy Shea. Un anexo de 743 páginas refería comisiones constitutivas de delitos que involucraban al general Cienfuegos. Luego, el 2 de noviembre, Ebrard turnó el oficio junto con lo anexado al fiscal general de la República.
Cuatro días más tarde, el canciller mexicano sostuvo una segunda llamada con William P. Barr… esa llamada fue crucial, se dice, que en esa oportunidad se habló fuerte por parte del Gobierno de la República, la apuesta era grande, llegar a Peña Nieto de forma inobjetable.
El 11 de noviembre que el Gobierno de México recibió la evidencia solicitada por la FGR. Los documentos venían en valija diplomática y de forma íntegra, fueron remitidos a la instancia encabezada por Gertz Manero.
Finalmente, el pasado 17 de noviembre las fiscalías estadounidense y mexicana informaron que el Departamento de Justicia solicitó desestimar los cargos penales contra Cienfuegos y, en consecuencia, será juzgado en México. Cienfuegos cantará en México, pero con otro ritmo, con más sabor y “oportunidad”… podrá ser el último cerrojo a una forma de hacer política, de mentira y de extorsión.
Reapertura o muerte económica…
Las autoridades mexicanas ya reconocieron que la reducción de la actividad económica que registró México en 2019 otorgó “cierta vulnerabilidad” para recibir el choque de la pandemia. Luego entonces, la recuperación de la economía mexicana estará asociada a la reapertura de las actividades y a la evolución de la demanda agregada en los sectores que empiecen a restablecer su dinámica.
El bajo crecimiento que caracteriza a México se remonta a décadas atrás, y aún incidiendo en la velocidad de la recuperación, no puede atribuirse a los eventos de los últimos años. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), advirtió que el país sufre de un bajo crecimiento estructural donde la mayoría de la población ha permanecido al margen de las pocas ganancias del PIB.
Amplios segmentos de la población que también por décadas, estuvieron excluidos del bajo crecimiento económico que no rebasó el 2%, los más lastimados. Un dato: en 2018, por primera vez también en décadas, la inversión representó 17.9% del PIB, la proporción más baja desde 1996.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
Si bien no había tenido México una tasa de inversión mayor al 20% del PIB, por primera vez bajó de ese nivel en 2018 y alcanzó su peor dato en abril de este año, tras la llegada del Covid-19. Si no cambian las condiciones estructurales en la economía, no tendremos una recuperación mayor al 3%. Si queremos crecer más del 2% ó 2.5% que usábamos para decir que “había tenido México un crecimiento mediocre, veríamos cambios que aumentarían el PIB potencial, la creación de valor donde nos estamos quedando cortos. Estamos asumiendo que todo es Covid-19, pero lo fundamental es aquí y ahora. Dependerá de todos nosotros.
Nos vemos la próxima.
Hasta entonces.
