/ viernes 23 de agosto de 2019

Colección privada | Los senadores siempre fueron de Morena

Se ha dado el primer gran choque —confrontación— en la arena parlamentaria y de dos pesos pesados. En una esquina Martí Batres y en la otra Ricardo Monreal. El nocaut técnico se asoma como posibilidad, al menos que el recurso interpuesto de impugnación por Martí proceda.

Me parece que en teoría la razón le asiste a Martí —pero es política y se compite con estrategia— Todos los partidos acaban actuando de la misma manera, hay facciones que buscan posicionarse, grupos que pelean cargos que acercan dinero y poder. Leí la convocatoria completa y dice con claridad “… podrán votar los integrantes del grupo parlamentario de Morena”, esto, para efectos de decidir por el nuevo presidente de la mesa directiva de la Cámara Alta.

La senadora ganadora Mónica Fernández Balboa, afirma que ganó con el beneplácito y confianza de sus compañeros. Analicemos; Morena tiene 59 senadores de 128, la mitad es más menos 29, los votos que alcanzó Martí, pero al cuarto para las doce, los del PES que no tiene registro, pudieron votar tras una persuasión digna de elogios.

¿Se repondrá el proceso? El PES no tiene registro, por los tanto esos legisladores son “sin partido” y ahí el argumento de Monreal; él dice que son prestados de Morena para que el PES tuviera una representación y pudiera tener un grupo parlamentario —el reglamento dice que para ser grupo parlamentario necesita al menos 5 senadores— y que por lo mismo no es irregular, dice Monreal.

Aquí Ricardo toca a la casa del terror de la que pueden salir fantasmas. En ese escenario de hipocresías y simulaciones Monreal tiene razón, los senadores siempre fueron de Morena. Regeneración Nacional violó el espíritu y la letra de la Constitución ya que Morena prestó en la elección candidatos al PES y PT por eso hoy Morena tiene una sobrerrepresentación. La ley admite una representación del 8%, en caso de la Cámara de Diputados, hoy Morena tiene el doble 16%... luego entonces más allá de que Martí tenga razón o no, está destapando un escándalo mayor que impactará directo a la figura del Presidente. Es decir, Morena está sobrerrepresentado y le ha alcanzado para prestar y poner según sea el caso.

Regresando al zafarrancho entre Monreal y Batres, ¿Qué motivará esta lucha que debilita y desprestigia —independientemente del desenlace— será el 21 donde cambian todos los alcaldes, congresos locales y diputados federales? ¿Será la renovación o no de la dirigencia en noviembre? Polevnsky busca la reelección, pero Bertha Luján y Mario Delgado jalan fuerte. Con todo, Morena aún no se personifica como un partido político, es un movimiento que responde a un solo hombre a pesar de que reincidentemente se desmarque. El caso Batres-Monreal no fue la excepción, dijo AMLO “el pueblo sabe quién es el trepador y oportunista”… tan preciso como confuso.

Yo no sé quién es el trepador, pero sí tengo elementos para decir que ese proceso está dividiendo al partido, que no es la única fisura que estamos viendo y que las tribus de aquel PRD pudieran ser niñerías comparado con los que viene si no se da el manotazo.

Alfonso Durazo el favorito

En distintos sondeos de opinión que miden el grado de posicionamiento de los políticos de la región con relación al tema electoral del 21, se han dado a conocer cifras que a unos descarta y a otros encarta.

Por el PAN perfilan a Javier Gándara sin ser éste un actor que tenga pensado jugar —directamente— en esta elección que viene. Pero indudablemente que mueve la estructura del panismo hermosillense. Le sigue “Toño” Astiazarán, político hábil y talentoso quien tendrá que convencer a panistas y sin partido si quiere dar la pelea. Tiene una base muy leal de priistas y corrientes juveniles de azules que lo siguen.

En el PRI tres figuras visibles, en primer lugar, y por la derecha “El Borrego” Gándara, quien goza de más trayectoria y arrastre, pero priistas revolucionarios no le perdonan que en dos ocasiones se hubiese disciplinado y los contras traerán el caso Guardería ABC. Por el carril izquierdo “El Potrillo” Miguel Pompa Corella, actual secretario de Gobierno, con más sueños que posibilidades, claudillero y operador rudo en lo electoral, dicen sus opositores. No pierdan de vista a “El Pato” de Lucas, político creativo y chambeador que podría dar la sorpresa por el carril central. No debería de estar en el PRI Sonora porque lo desgasta y le ata de manos, ya veremos si ve sus números incrementar.

Y por último y no menos importante Morena. Ahí, Alfonso Durazo recibe de los seguidores y adeptos respaldo y acompañamiento. Los expertos en las encuestas lo ponen —para terminar rápido— como el rival a vencer.

Están echadas las cartas y el número de indecisos en grande. ¿Podrían los sin partido, que es un número importante, apoyar a un independiente? Ahí está Ricardo Bours, empresario llegado a la política, quien habla fuerte y claro. No se bajará de la competencia y le gusta la buena negociación.

Nos vemos la próxima.

Hasta entonces.

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