/ jueves 17 de octubre de 2019

Corren rumores | Patadas, zancadillas y piquetes de ojo

Deben preocuparse… Cierto lo que se viene comentando, que luego de ver lo que pasó el sábado con las asambleas distritales y después con la campaña de fake news, ya es momento en que Morena se comience a preocupar porque la ambición de algunos de sus militantes está muy por encima de los propósitos que tiene el partido y su líder, que es llevar adelante una verdadera transformación del país.

Por la actitud y las acciones que hemos visto con algunos liderazgos de este partido, se nota que la ambición les está ganando. Simplemente lo que comentamos en espacios anteriores, de que tratar de meter zancadillas a aspirantes a la dirigencia estatal promoviendo y haciendo circular un comunicado falso de que quedan fuera como delegados distritales Adolfo Salazar y Julio Navarro. Ya son palabras mayores.

Muchas tribus… Con todo y que en Morena no se aceptan por estatutos la existencia de tribus, en la práctica ya andan muy “perredizados”, porque es claro que desde hace rato le entraron a la onda grupera. Ya se habla de verdaderos bloques que buscan el control del partido, incluso jugándole las contras a Alfonso Durazo, que como jefe político deberían respetarle su liderazgo natural. Uno de estos bloques, dicen, es el que conforma Javier Lamarque en el Sur, que incluso intentó controlar la designación de los diez consejeros distritales y no pudo. Ahora se dice que ha hecho alianza con Wendy Briceño para parar la candidatura de Adolfo Salazar, pero sobre todo para impulsar a la propia Wendy a la Alcaldía de Hermosillo, en tanto que Lamarque buscaría repetir en Cajeme, de donde alguna vez fue alcalde cuando el PRD llegó a su plenitud electoral en 1997. Este bloque dicen que tiene extensiones no sólo en Ciudad Obregón y la capital, sino también en San Luis Río Colorado, Caborca y Navojoa.

El Clan Ebrard… No olvidar que hay un grupo que tiene mucho poder y que también comienza a dejarse sentir, como es el caso del Clan Ebrard encabezado por Benjamín Hurtado y Petra Santos. En cuanto al delegado de Relaciones Exteriores ha estado durísimo en sus críticas contra la dirigencia del partido, al pronosticar que en el 2021 van a perder si el candidato es Ernesto Gándara por el PRI. En cuanto a Petra Santos sabemos que trae tiro cantado contra Jorge Taddei. Que dicho sea de paso también tiene su propio bloque que el grupo de los académicos. No podemos soslayar la presencia de otro grupo poderoso que es el René Bejarano y Dolores Padierna a través de la diputada Lorenia Valles, que dicho sea de paso ha mantenido un perfil sólido, es congruente con su postura política y no se le conocen grillas por debajo de la mesa. Por el contrario, Lorenia se ha visto que busca conciliar y evitar divisiones en su partido. Pero lo malo son las otras tribus, que son capaces de quemar la casa con tal de matar al ratón.

Golpe en la mesa… Ante este panorama y con la elección de la dirigencia estatal en puerta, como que ya es momento en que Alfonso Durazo apriete y dé un fuerte manotazo en la mesa para recordarles quién es el que tiene el liderazgo de este partido en Sonora. Porque de lo contrario, les pasará lo que el PRD, que se dividirá en tribus y cada tribu administrará una parcela de poder, sin compartirla con los demás. Al rato, todos pedirán cuotas y trabajarán para ellos, pero lo peor, que se la llevarán metiendo zancadillas, patadas y piquetes de ojos a los demás. El problema, como me dice una analista, está en su genética. Así es la izquierda, sólo se mantienen unidos cuando están en la oposición, pero cuando les dan un ladrillo de poder no sólo se marean, sino que en algunas ocasiones se vuelven loquitos. Y miren, a menos de un año de tener todo el poder y la gloria, la están dejando ir por sus pleitos internos.

El beso del diablo... En la interesante entrevista que le hizo a la gobernadora Claudia Pavlovich el maestro Francisco Javier Ruiz Quirrín para el noticiero de Primera Plana Digital, hay un mensaje que sin duda los priistas ya lo están procesando. Porque fue muy clara al decir que no habrá beso del diablo. En pocas palabras descarta el impulsar un candidato oficial, porque le queda claro que gobernador no pone gobernador. Es posible pensar que a lo mejor un mandatario estatal tiene fuerza para imponer un candidato, pero obvio que eso no es garantía para hacerlo ganar, como ya vimos en pasadas elecciones en Sonora. La mandataria fue contundente al mandar su mensaje a los que aspiran y suspiran, que si quieren ser candidatos, que renuncien y se pongan a trabajar. Ya lo dijo en su momento Ernesto de Lucas, dirigente del PRI, que las candidaturas son de quienes la trabajan. Veremos si algunos entienden el mensaje y le bajan a sus fiebres y antojos.

En fin, ya es jueves por eso no olviden lo que decía el Tapón Montoya, cuidado con el diablo, porque no sólo la cola mete. Sale.

Deben preocuparse… Cierto lo que se viene comentando, que luego de ver lo que pasó el sábado con las asambleas distritales y después con la campaña de fake news, ya es momento en que Morena se comience a preocupar porque la ambición de algunos de sus militantes está muy por encima de los propósitos que tiene el partido y su líder, que es llevar adelante una verdadera transformación del país.

Por la actitud y las acciones que hemos visto con algunos liderazgos de este partido, se nota que la ambición les está ganando. Simplemente lo que comentamos en espacios anteriores, de que tratar de meter zancadillas a aspirantes a la dirigencia estatal promoviendo y haciendo circular un comunicado falso de que quedan fuera como delegados distritales Adolfo Salazar y Julio Navarro. Ya son palabras mayores.

Muchas tribus… Con todo y que en Morena no se aceptan por estatutos la existencia de tribus, en la práctica ya andan muy “perredizados”, porque es claro que desde hace rato le entraron a la onda grupera. Ya se habla de verdaderos bloques que buscan el control del partido, incluso jugándole las contras a Alfonso Durazo, que como jefe político deberían respetarle su liderazgo natural. Uno de estos bloques, dicen, es el que conforma Javier Lamarque en el Sur, que incluso intentó controlar la designación de los diez consejeros distritales y no pudo. Ahora se dice que ha hecho alianza con Wendy Briceño para parar la candidatura de Adolfo Salazar, pero sobre todo para impulsar a la propia Wendy a la Alcaldía de Hermosillo, en tanto que Lamarque buscaría repetir en Cajeme, de donde alguna vez fue alcalde cuando el PRD llegó a su plenitud electoral en 1997. Este bloque dicen que tiene extensiones no sólo en Ciudad Obregón y la capital, sino también en San Luis Río Colorado, Caborca y Navojoa.

El Clan Ebrard… No olvidar que hay un grupo que tiene mucho poder y que también comienza a dejarse sentir, como es el caso del Clan Ebrard encabezado por Benjamín Hurtado y Petra Santos. En cuanto al delegado de Relaciones Exteriores ha estado durísimo en sus críticas contra la dirigencia del partido, al pronosticar que en el 2021 van a perder si el candidato es Ernesto Gándara por el PRI. En cuanto a Petra Santos sabemos que trae tiro cantado contra Jorge Taddei. Que dicho sea de paso también tiene su propio bloque que el grupo de los académicos. No podemos soslayar la presencia de otro grupo poderoso que es el René Bejarano y Dolores Padierna a través de la diputada Lorenia Valles, que dicho sea de paso ha mantenido un perfil sólido, es congruente con su postura política y no se le conocen grillas por debajo de la mesa. Por el contrario, Lorenia se ha visto que busca conciliar y evitar divisiones en su partido. Pero lo malo son las otras tribus, que son capaces de quemar la casa con tal de matar al ratón.

Golpe en la mesa… Ante este panorama y con la elección de la dirigencia estatal en puerta, como que ya es momento en que Alfonso Durazo apriete y dé un fuerte manotazo en la mesa para recordarles quién es el que tiene el liderazgo de este partido en Sonora. Porque de lo contrario, les pasará lo que el PRD, que se dividirá en tribus y cada tribu administrará una parcela de poder, sin compartirla con los demás. Al rato, todos pedirán cuotas y trabajarán para ellos, pero lo peor, que se la llevarán metiendo zancadillas, patadas y piquetes de ojos a los demás. El problema, como me dice una analista, está en su genética. Así es la izquierda, sólo se mantienen unidos cuando están en la oposición, pero cuando les dan un ladrillo de poder no sólo se marean, sino que en algunas ocasiones se vuelven loquitos. Y miren, a menos de un año de tener todo el poder y la gloria, la están dejando ir por sus pleitos internos.

El beso del diablo... En la interesante entrevista que le hizo a la gobernadora Claudia Pavlovich el maestro Francisco Javier Ruiz Quirrín para el noticiero de Primera Plana Digital, hay un mensaje que sin duda los priistas ya lo están procesando. Porque fue muy clara al decir que no habrá beso del diablo. En pocas palabras descarta el impulsar un candidato oficial, porque le queda claro que gobernador no pone gobernador. Es posible pensar que a lo mejor un mandatario estatal tiene fuerza para imponer un candidato, pero obvio que eso no es garantía para hacerlo ganar, como ya vimos en pasadas elecciones en Sonora. La mandataria fue contundente al mandar su mensaje a los que aspiran y suspiran, que si quieren ser candidatos, que renuncien y se pongan a trabajar. Ya lo dijo en su momento Ernesto de Lucas, dirigente del PRI, que las candidaturas son de quienes la trabajan. Veremos si algunos entienden el mensaje y le bajan a sus fiebres y antojos.

En fin, ya es jueves por eso no olviden lo que decía el Tapón Montoya, cuidado con el diablo, porque no sólo la cola mete. Sale.