/ jueves 8 de octubre de 2020

El faro | 4 hábitos radicalmente proactivos que se amortizan exponencialmente en 10 años

Este año 2020 ha sido muy útil para reflexionar, valorar y revalorar nuestras acciones y hábitos. Si hoy estás inconforme con tu negocio, familia, o resultados financieros, probablemente se debe a que no a lo que hiciste esta semana o incluso este mes. Sino es el resultado de las acciones y hábitos de tu anterior década.

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Las personas proactivas se preparan para el futuro antes de emprenderlo. El pensamiento a largo plazo nos prepara para un futuro mejor e intencional. Enfoquémonos a invertir en nuestro futuro, pero de 5, 10 o incluso 20 años.

Nuestras decisiones deben considerar nuestro “yo” futuro, al adoptar esta práctica activamente se considera lo que podría suceder en el futuro y pensaríamos en las consecuencias bajo un orden alterno.

No se puede planificar perfectamente para los próximos 10 años, pero sí se puede preparar y ser radicalmente proactivo sobre los comportamientos y hábitos que habrán de ayudarnos a vivir una vida mejor al pasar diez o veinte años.

Los días y los meses nos brindan experiencias y lecciones, pero la planificación a lustros o décadas rinde sus frutos a largo plazo. Retrasar la gratificación en un mundo que premia el pensamiento a corto plazo y la inmediatez es un súper poder.

Si implementas y formas hábitos que dan frutos a largo plazo, eventualmente llegarás a un futuro y disfrutarás de infinitas recompensas.

Con demasiada frecuencia no le damos importancia a este tipo de comportamientos porque buscamos resultados inmediatos. Cuando planificamos en periodos de 10 y 20 años, invertimos nuestro tiempo, no solo lo consumimos.

1. La auto-inversión

Invertir en ti mismo es un proceso a largo plazo.

Probablemente no obtendrás los beneficios de inmediato. Pero todo conocimiento suma y te ayudara a tomar las mejores decisiones sobre tu futuro.

“Ten paciencia contigo mismo. El crecimiento personal es tierno; es tierra santa. No hay mayor inversión” - Steven Covey, autor de The 7 Habits Of Highly Effective People.

Puedes invertir en ti mismo aprendiendo a construir algo de valor para muchas personas, aprende una habilidad que te haga indispensable en el futuro.

También puedes invertir en tu futuro creando una cuenta de inversión que se te facilite destinar una cantidad de tus ingresos cada mes.

2. La lectura garantía para hacerte más inteligente

La lectura pone a trabajar nuestros cerebros. Las personas exitosas se sienten atraídas por los grandes libros por una muy buena razón.

El cerebro se activa, crece, cambia y hace nuevas conexiones y diferentes patrones al leer.

Lee para mejorarte y por placer. La lectura puede incluso reducir el estrés y aumentar la inteligencia emocional.

Intenta leer durante 15 a 20 minutos por la mañana antes del trabajo. Te sorprenderás cuantos libros puedes terminar en un año.

3.Tómate un tiempo y diversifica

La mayoría de las personas brincan de un torbellino a otro y se excusan que están demasiado ocupados para dedicar tiempo a algo que disfruten y que pueda potencializar lo mejor de cada uno.

La rutina diaria puede eclipsar fácilmente proyectos apasionantes; escribir un libro, comenzar un blog, aprender una nueva habilidad, comenzar un negocio en línea, crear arte, pintar, aprender un instrumento, diseñar, aprender a codificar, etc…

Cualquier proyecto apasionante o personal, que incluso no te ayude a ganar dinero de primera instancia, podrás disfrutar del proceso, y vendrá a construir una vida integral.

Si tu trabajo real te estresa, consigue un proyecto alterno. Algo que disfrutas hacer. Serás más feliz a largo plazo. Seguir proyectos paralelos también es una gran oportunidad para aprender cosas nuevas.

4. Mantente en movimiento

Caminar tiene inmensos beneficios para la salud. Tu “yo” futuro gozará de una salud mucho mejor si adoptas un estilo de vida activo hoy.

Nuestra salud se deteriora naturalmente si no hacemos nada para protegerla. Sin embargo, si intervienes temprano, puedes contrarrestar el proceso de deterioro; es más fácil proteger un cuerpo y un cerebro sanos que tratar de reparar el daño.

El ejercicio puede remodelar el proceso de envejecimiento. Cualquier forma de movimiento no sólo fortalece los músculos, también puede combatir la pérdida de memoria, aumentar el volumen del cerebro y la calidad de las conexiones entre las neuronas.

Pensar a largo plazo es difícil y requiere una planificación activa. La buena noticia es que los comportamientos duraderos se amortizan exponencialmente. No te arrepentirás.

Este año 2020 ha sido muy útil para reflexionar, valorar y revalorar nuestras acciones y hábitos. Si hoy estás inconforme con tu negocio, familia, o resultados financieros, probablemente se debe a que no a lo que hiciste esta semana o incluso este mes. Sino es el resultado de las acciones y hábitos de tu anterior década.

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Las personas proactivas se preparan para el futuro antes de emprenderlo. El pensamiento a largo plazo nos prepara para un futuro mejor e intencional. Enfoquémonos a invertir en nuestro futuro, pero de 5, 10 o incluso 20 años.

Nuestras decisiones deben considerar nuestro “yo” futuro, al adoptar esta práctica activamente se considera lo que podría suceder en el futuro y pensaríamos en las consecuencias bajo un orden alterno.

No se puede planificar perfectamente para los próximos 10 años, pero sí se puede preparar y ser radicalmente proactivo sobre los comportamientos y hábitos que habrán de ayudarnos a vivir una vida mejor al pasar diez o veinte años.

Los días y los meses nos brindan experiencias y lecciones, pero la planificación a lustros o décadas rinde sus frutos a largo plazo. Retrasar la gratificación en un mundo que premia el pensamiento a corto plazo y la inmediatez es un súper poder.

Si implementas y formas hábitos que dan frutos a largo plazo, eventualmente llegarás a un futuro y disfrutarás de infinitas recompensas.

Con demasiada frecuencia no le damos importancia a este tipo de comportamientos porque buscamos resultados inmediatos. Cuando planificamos en periodos de 10 y 20 años, invertimos nuestro tiempo, no solo lo consumimos.

1. La auto-inversión

Invertir en ti mismo es un proceso a largo plazo.

Probablemente no obtendrás los beneficios de inmediato. Pero todo conocimiento suma y te ayudara a tomar las mejores decisiones sobre tu futuro.

“Ten paciencia contigo mismo. El crecimiento personal es tierno; es tierra santa. No hay mayor inversión” - Steven Covey, autor de The 7 Habits Of Highly Effective People.

Puedes invertir en ti mismo aprendiendo a construir algo de valor para muchas personas, aprende una habilidad que te haga indispensable en el futuro.

También puedes invertir en tu futuro creando una cuenta de inversión que se te facilite destinar una cantidad de tus ingresos cada mes.

2. La lectura garantía para hacerte más inteligente

La lectura pone a trabajar nuestros cerebros. Las personas exitosas se sienten atraídas por los grandes libros por una muy buena razón.

El cerebro se activa, crece, cambia y hace nuevas conexiones y diferentes patrones al leer.

Lee para mejorarte y por placer. La lectura puede incluso reducir el estrés y aumentar la inteligencia emocional.

Intenta leer durante 15 a 20 minutos por la mañana antes del trabajo. Te sorprenderás cuantos libros puedes terminar en un año.

3.Tómate un tiempo y diversifica

La mayoría de las personas brincan de un torbellino a otro y se excusan que están demasiado ocupados para dedicar tiempo a algo que disfruten y que pueda potencializar lo mejor de cada uno.

La rutina diaria puede eclipsar fácilmente proyectos apasionantes; escribir un libro, comenzar un blog, aprender una nueva habilidad, comenzar un negocio en línea, crear arte, pintar, aprender un instrumento, diseñar, aprender a codificar, etc…

Cualquier proyecto apasionante o personal, que incluso no te ayude a ganar dinero de primera instancia, podrás disfrutar del proceso, y vendrá a construir una vida integral.

Si tu trabajo real te estresa, consigue un proyecto alterno. Algo que disfrutas hacer. Serás más feliz a largo plazo. Seguir proyectos paralelos también es una gran oportunidad para aprender cosas nuevas.

4. Mantente en movimiento

Caminar tiene inmensos beneficios para la salud. Tu “yo” futuro gozará de una salud mucho mejor si adoptas un estilo de vida activo hoy.

Nuestra salud se deteriora naturalmente si no hacemos nada para protegerla. Sin embargo, si intervienes temprano, puedes contrarrestar el proceso de deterioro; es más fácil proteger un cuerpo y un cerebro sanos que tratar de reparar el daño.

El ejercicio puede remodelar el proceso de envejecimiento. Cualquier forma de movimiento no sólo fortalece los músculos, también puede combatir la pérdida de memoria, aumentar el volumen del cerebro y la calidad de las conexiones entre las neuronas.

Pensar a largo plazo es difícil y requiere una planificación activa. La buena noticia es que los comportamientos duraderos se amortizan exponencialmente. No te arrepentirás.