/ jueves 25 de julio de 2019

El faro | El enfoque es un privilegio. Y no todos lo tenemos

Las semanas laborales de cuatro días parecen demasiado buenas para ser verdad, sin embargo, no son imposibles de conseguir, existen algunas empresas disruptivas que lo hacen funcionar.

Algunas empresas han comenzado a aplicar ésta directriz en lo referente al tiempo que sus empleados dedican a sus actividades laborales, propiciando así un mejor equilibrio entra la vida laboral y personal.

Bill Castellano, profesor de la Escuela de Administración y Relaciones Laborales de Rutgers (Universidad en Nuevo Brunswick, Nueva Jersey EEUU), señala que ofrecer horarios flexibles “tiene un impacto positivo en el compromiso. Las personas que tienen flexibilidad sienten reciprocidad. Quieren retribuir a la empresa”.

Existen varios esquemas de trabajo, que de llevarse a cabo, permiten cumplir con semanas laborales de cuatro días. Por ejemplo; algunas compañías optan por empleados trabajando 10 horas al día. Otras reducen la cantidad de horas trabajadas cada semana a 32. Habrá algunos horarios que incluyan ocho días de nueve horas y un día de ocho, teniendo un viernes libre cada cierto tiempo. La verdad, el formato no importa, el impacto se refleja en la productividad, el nivel y calidad de vida de los colaboradores, así como el ahorro en algunos servicios del espacio laboral.

Se siguen acumulando testimonios referentes al beneficio obtenido en las empresas que han desafiado el statu quo, aquellas compañías con semanas laborales de 4 días, por citar un ejemplo, la empresa Wildbit ha trabajado con semanas laborales de cuatro días y 32 horas por más de dos años. La semana más corta inició como un experimento durante el verano, pero resultó en grandes beneficios para todos.

“Estamos haciendo la misma cantidad de trabajo, sólo estamos siendo más inteligentes al respecto. No le estoy pidiendo a la gente que haga menos”, dijo Natalie Nagele, CEO y cofundadora de la compañía. Los empleados están limitados a dos reuniones de equipo de 30 minutos cada semana. “El resto de la semana debe ser sin reuniones para asegurarse de que los días tengan un propósito. Tienen un control de su propio horario”.

La clave para hacer que una semana laboral de cuatro días sea sostenible es establecer metas muy claras y medibles.

“El agotamiento laboral (burnout) es real”, dijo Lindsay Grenawalt, jefe de personal de Cockroach Labs. “Cuando contrates a personas brillantes, le darán todo a tu negocio. Está en el negocio decir espera, no queremos que te consumas. Te queremos aquí por mucho tiempo y que hagas tu mejor trabajo. No puedes hacer eso si estás agotado y enojado”.

Para que realmente exista un beneficio bajo éste esquema de trabajo, es necesario fijar metas y objetivos claros, además de establecer revisiones con periodicidad, evaluar resultados y enfocar todos los recursos hacia el progreso.

De atreverte y correr el riesgo modificando los horarios laborales de tu negocio, no te sorprendas si primero que nada los empleados te lo agradecen, después se mostraran más comprometidos y el ambiente en general cambia de manera positiva.

La semana laboral de cuatro días representa un nuevo paradigma de trabajo para el siglo XXI, y al igual que todos los nuevos paradigmas, siempre hay resistencia desde el statu quo. Lo que es evidente, es que los avances tecnológicos van a reducir considerablemente, además de reestructurar la cantidad de trabajo que los humanos necesitan hacer. En última instancia, tendremos que elegir entre jornadas con menos horas de trabajo o semanas laborales con menos días.

David Martínez Aguirre. Consultor en Innovación Disruptiva.

Correo: david@rmr.mx

Las semanas laborales de cuatro días parecen demasiado buenas para ser verdad, sin embargo, no son imposibles de conseguir, existen algunas empresas disruptivas que lo hacen funcionar.

Algunas empresas han comenzado a aplicar ésta directriz en lo referente al tiempo que sus empleados dedican a sus actividades laborales, propiciando así un mejor equilibrio entra la vida laboral y personal.

Bill Castellano, profesor de la Escuela de Administración y Relaciones Laborales de Rutgers (Universidad en Nuevo Brunswick, Nueva Jersey EEUU), señala que ofrecer horarios flexibles “tiene un impacto positivo en el compromiso. Las personas que tienen flexibilidad sienten reciprocidad. Quieren retribuir a la empresa”.

Existen varios esquemas de trabajo, que de llevarse a cabo, permiten cumplir con semanas laborales de cuatro días. Por ejemplo; algunas compañías optan por empleados trabajando 10 horas al día. Otras reducen la cantidad de horas trabajadas cada semana a 32. Habrá algunos horarios que incluyan ocho días de nueve horas y un día de ocho, teniendo un viernes libre cada cierto tiempo. La verdad, el formato no importa, el impacto se refleja en la productividad, el nivel y calidad de vida de los colaboradores, así como el ahorro en algunos servicios del espacio laboral.

Se siguen acumulando testimonios referentes al beneficio obtenido en las empresas que han desafiado el statu quo, aquellas compañías con semanas laborales de 4 días, por citar un ejemplo, la empresa Wildbit ha trabajado con semanas laborales de cuatro días y 32 horas por más de dos años. La semana más corta inició como un experimento durante el verano, pero resultó en grandes beneficios para todos.

“Estamos haciendo la misma cantidad de trabajo, sólo estamos siendo más inteligentes al respecto. No le estoy pidiendo a la gente que haga menos”, dijo Natalie Nagele, CEO y cofundadora de la compañía. Los empleados están limitados a dos reuniones de equipo de 30 minutos cada semana. “El resto de la semana debe ser sin reuniones para asegurarse de que los días tengan un propósito. Tienen un control de su propio horario”.

La clave para hacer que una semana laboral de cuatro días sea sostenible es establecer metas muy claras y medibles.

“El agotamiento laboral (burnout) es real”, dijo Lindsay Grenawalt, jefe de personal de Cockroach Labs. “Cuando contrates a personas brillantes, le darán todo a tu negocio. Está en el negocio decir espera, no queremos que te consumas. Te queremos aquí por mucho tiempo y que hagas tu mejor trabajo. No puedes hacer eso si estás agotado y enojado”.

Para que realmente exista un beneficio bajo éste esquema de trabajo, es necesario fijar metas y objetivos claros, además de establecer revisiones con periodicidad, evaluar resultados y enfocar todos los recursos hacia el progreso.

De atreverte y correr el riesgo modificando los horarios laborales de tu negocio, no te sorprendas si primero que nada los empleados te lo agradecen, después se mostraran más comprometidos y el ambiente en general cambia de manera positiva.

La semana laboral de cuatro días representa un nuevo paradigma de trabajo para el siglo XXI, y al igual que todos los nuevos paradigmas, siempre hay resistencia desde el statu quo. Lo que es evidente, es que los avances tecnológicos van a reducir considerablemente, además de reestructurar la cantidad de trabajo que los humanos necesitan hacer. En última instancia, tendremos que elegir entre jornadas con menos horas de trabajo o semanas laborales con menos días.

David Martínez Aguirre. Consultor en Innovación Disruptiva.

Correo: david@rmr.mx