/ jueves 6 de enero de 2022

El faro | Por qué la gente común no puede tener éxito

¿Qué es lo primero que haces por la mañana?

Eres de los que practica algún ritual, alguna rutina muy arraigada, quizá un poco de ejercicio, o beber café, a lo mejor es revisar nuestro teléfono o encender el televisor.

Independientemente de lo que hagamos, es un hecho que eso contribuirá de alguna manera en el resto del día, y vaya… sabemos que no hay fórmula secreta o ningún “tip” matutino que de seguirlo nos garantizaría resultados seguros siempre.

Lo comento ya que si queremos alcanzar el “éxito”, cual sea que este sea, es necesario identificar dos grandes competencias presentes. La primera es la definición y claridad del propósito, aquí entra en juego alinear pensamientos, intentar elaborar estrategias y resolver dudas o problemas en relación a la prioridad. La segunda es la ejecución.

Este “sistema” permite un proceso y planificación que facilita alcanzar las soluciones necesarias o igual, evitar posteriores problemas. Y aunque se lea sencillo, su impacto en la construcción del éxito es toral.

Curiosamente, la mayoría de las personas no incluyen algún tipo de ejercicio relacionadas con estas dos competencias; claridad y ejecución. Las horas y los días hacen que nos volvamos reactivos y “víctimas” de los planes y necesidades de otros. Y no importa la cantidad de personal que nos acompañe, o los recursos materiales y financieros que estén a nuestra disposición, si no existe esa claridad y orden, difícilmente se puede esperar la obtención de lo deseado.

Los tomadores de decisión de todo el mundo están buscando eso. Están LUCHANDO por exactamente lo que acabas de leer. Incluso algunos pagan para que alguien les diga lo que acabas de leer en poco más de 60 segundos.

Aquí está el problema. Los emprendedores sin experiencia buscan las estrategias y la ruta. Pero olvidan la diferencia entre conocerlas y ejecutarlas.

Cualquier “businessmen”, puede darte las estrategias, pero no son suficientes, hay más variables en el proceso. El que marca la diferencia es la persona, el individuo que está detrás de las estrategias. Es la armonía entre las dos grandes competencias señaladas previamente; claridad y ejecución, que nos ayudara en la consistencia, la tenacidad, la creatividad y el ingenio, así como, en aprovechar las relaciones y calcular los riesgos.

Las estrategias para el éxito están disponibles y son 100% gratuitas. Se esconden a plena vista. Y allí estarán siempre, vistos por muchos pero dominadas por pocos.

Si deseas materializar inteligentemente algunas estrategias, comienza a cambiar tu “mindset” y conviértete en un hábil ejecutar, pero solo después de haber obtenido esa definición toral de prioridades, pensamientos alineados y esclarecimiento de dudas

Entonces, ¿cómo se perfecciona ese ejercicio intelectual de reflexión y posteriormente transitar a la ejecución de las estrategias seleccionadas?

¿Qué podemos hacer para mejorar?

Leer más.

Retarnos a uno mismo.

Salir de nuestra zona de confort.

Incomódate y no te preocupes por las estrategias. Si eres un gran ejecutor, serán fáciles de conseguir.