Esta es la segunda ocasión que el Mtro. López se encuentra impartiendo el Taller de Diseño de Cartel invitado por el Departamento de Artes Visuales del Instituto Sonorense de Cultura con apoyo de la Secretaría de Cultura como actividades pre-FotoSonora, sin embargo, desde el 2015 él ha venido en varias ocasiones a Sonora, es un gran colaborador en el fortalecimiento y diseño de estrategias para la promoción del diseño, el cartel y la ilustración en nuestro Estado.
Las actividades formativas, de promoción y de incentivación a la creación tienen el objetivo de impulsar el trabajo profesional de ilustración en las artes visuales, actividades completamente gratuitas abiertas a toda la población y particularmente a los estudiantes y egresados de diseño y artes.
Sin café, nos pusimos a conversar sobre la imagen, el diseño y el cartel, pero principalmente sobre hacer las cosas con pasión, o más bien, en ello coincidimos, con cerebro y corazón.
Son tiempos de saturación de imágenes, Joan Fontcuberta lo exponía en relación a la fotografía, en su libro la Furia de las Imágenes, pero ¿Qué es una imagen?
La imagen: es todo y nada. Desde una mancha en la pared. Si le doy carácter a una imagen más tiene que ver con el momento y lugar en el que estás. Se puede entender desde el diseño gráfico como identidad, por ejemplo, que represente a un festival, lo que nos lleva a pensar en cartel. Hay que encontrar los elementos que comuniquen a través de nuestras creaciones. En mi caso: yo vengo de un paisaje exuberante, cada lugar te brinda sus propias tonalidades. Hay que estar atento a los detalles y la práctica nos dará los elementos para fluir en el diseño.
La imagen te atrapa, comunica, sensibiliza, te susurra, te agrede y te enamora. Con ello, la imagen ya está logrando algo. Puede gustarnos el cartel o no, sin embargo, habría que valorar sí cumplió el objetivo de comunicar algo. Ya que esa es su función básica.
El cartel cultural social promovido por el Instituto Sonorense de Cultura da la posibilidad a los estudiantes de diseño a explayarse ya que hay muchas rutas para llegar a una misma imagen y la libertad del cartel cultural en comparación con el cartel comercial es importante. En ambos, hay que saber vender algo, pero, en este caso es por un consumo cultural.
Todos estamos llenos de impresiones, pensamientos e ideas, por esto digo que cuando se quiere un diseño o un cartel tanto el que lo solicita, como el que lo realiza tiene que hacer una criba de lo más importante ¿Qué es lo primero que haces cuando se te solicita un diseño?
Justo les relataba a los alumnos del taller sobre este proceso. De entrada, tener muy clara la definición de cartel. Saber la manera en cómo se le ha nombrado: cartel, afiche, plakat, póster…cuando dicen: panfleto, no me parece. Juzgo mucho cuando hay gente que dice “voy a hacer un cartelito”.
Me considero diseñador gráfico, antes que nada. Hago mucho trabajo de identidad e imagen corporativa pero el cartel siempre me llamará más la atención. El cartel puedo venderlo, regalarlo o intercambiarlo.
Bueno, primero trato de conectarme con el tema. El diseñador debe saber un poco de todo, ser culto. Ver noticias, leer prensa, redes sociales. Siempre estar informado de una gran variedad de temas.
El diseño te obliga a saber y conocer. Cuando tienes la información necesaria (Internet, libros, personas) es posible formar un guión, un brief. Y a partir de ahí, me pregunto ¿Cuál es el estilo al que debe ceñirse mi cartel? ¿Ilustrado, fotografía, muy gráfico u objetual?
Cuando logras tu concepto es más fácil saber el estilo. Desde la ilustración o dibujo, busco imágenes, tomo fotografías, juego con la tipografía, con el color, suelo compartirlo con compañeros del diseño y gente que no hace diseño porque al final va dirigido a un público.
Trato de diseñar con el alma. Hay que ponerle pasión a lo que realizamos cada día. Lo que hacemos estará en algún muro. Cuando tengo tiempo para soñar y sentir, siempre hago cartel.
Ya lo creo, yo tengo una taza que dice: “Haz lo que amas y nunca tendrás que trabajar un solo día en tu vida”. La verdad es que la vida es trabajo duro, por lo que inyectarle pasión no está en la consideración. La entrevista con el maestro Federico López continuará la próxima semana.
@AliArteche
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