El rescate de una historia arraigada a la música tradicional mexicana se presenta en el documental Al son de Beno, dirigido por el artista plástico Ilán Lieberman, quien en la cinta emprende un viaje personal para reconstruir la vida y trágica muerte de su padre, Beno Lieberman, un destacado arreglista, compositor y etnomusicólogo mexicano.
“Algo muy importante fue la muerte de mi padre, el suicidio para ser más específico. Lo estuve cargando y cuando se aproximaba la fecha en la que yo iba a cumplir su edad, se volvió más urgente tocar el tema. Además de que su legado estaba desperdigado y no correctamente documentado, ni puesto al servicio de la población, algo que para mí era muy importante”, explicó Ilán Lieberman en entrevista con El Sol de México.
Al son de Beno llega a salas de todo el país después de haber participado en el Festival Internacional de Cine de Morelia en su edición del 2022. Ilán comenzó el proyecto en 2015, año en el que se cumplieron 20 años del deceso de Beno Lieberman, cuyo nombre completo era Baruj Lieberman Gruner, quien en vida grabó canciones en la región huasteca, jarocha, tixtleca, purépecha, itsmeña y algunas otras.
“Cuando decidí iniciar este proyecto, me aproximé a sus compañeros Enrique Ramírez de Arellano y Eduardo Llerenas. Juntos fuimos a la Fonoteca Nacional, les comentamos del acervo y rápidamente ellos se entusiasmaron en hacer un proyecto para presentarlo al Programa Memoria del Mundo de México de la UNESCO y registrarlo allí. Fue aprobado en el 2016”, explicó el director del documental.
En la película, Ilán Lieberman viaja a los lugares en los que su padre grabó. Con fotografías de época se encuentra con los músicos o descendientes de ellos, haciendo una reconstrucción histórica emocionante. Natalia Valdez, intérprete del son huasteco La Rosita, es una de las participantes.
“Hubo cosas que descubrí, entre ellas el acervo, a pesar de que crecí oyendo esta música. Hubo muchos encuentros emotivos con estos músicos, sus hijos, nietos y otros músicos que crecieron escuchando estas grabaciones y así aprendieron a tocar sones, entonces también hay un papel educativo en este material”, comentó el realizador.
Asimismo, el documental fue una oportunidad del director para compartir la historia de Beno Lieberman con sus hijos y su esposa. “Para mí fue un pendiente (realizar el documental), hay un momento en la vida en el que tienes que mirar atrás si quieres mirar hacia adelante. Sobre todo cuando eres padre y no quieres repetir lo malo que te pasó a ti”, dijo.
Prepara el “sontrack”
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Al tiempo que Al son de Beno tiene su estreno en cines, el “sontrack” de la cinta también está por ser lanzado en un álbum que recopila algunas de las grabaciones que Lieberman dejó en su legado.
“Hay muchas piezas que aparecen en la película y otras que no, muchas de ellas inéditas. Va a ser de mucho interés para los melómanos y para los investigadores de la música tradicional”, explicó.
Al son de Beno se exhibe en Cinépolis, Cinemex y en salas independientes de todo el país.
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