Paréntesis | Reseña: Lengua dormida, de Franco Félix

En la edición de este domingo, la promotora de lectura, Sol Fontes reseña el libro "Lengua dormida", del escritor sonorense, Franco Félix

Sol Fontes / Colaboradora

  · domingo 14 de abril de 2024

Lengua dormida, de Franco Félix / Foto: Cortesía | Edith Cota

En Lengua dormida (2022), Franco Félix hurga el rastro de la vida de su madre y nos devela a una mujer dividida en dos historias. Poco a poco nos va dando vestigios de la mamá que enferma, la que cría, la que ama, la que llora y grita en sus adentros por un pasado que la marca por el resto de su vida.

La parte oculta de su madre salió a la luz tras su muerte. Se supo de un marido y cuatro hijos en otra ciudad que fue abandonada para volver a empezar en el remoto y árido norte de un país que oculta más no protege.

También nos lleva a remover la memoria del porqué su madre rompió convencionalismos y trazó un nuevo destino a su favor y al de su descendencia.

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En cada una de las páginas, somos testigos de la decadencia física de su progenitora, ocasionada por una enfermedad terminal y en su recorrido, el escritor comparte pasajes de su infancia, su familia y su propia historia.

Retrata a través de sus palabras cuando arribaron a su nuevo hogar y fueron conociendo a las que luego serían personas cercanas a la familia. De esta forma, su infancia estuvo cobijada por el clan de las clepsidras, las mejores amigas de su madre, en cuyas casas conoció y exploró espacios que le dieron calidez y formación.

En Lengua dormida (2022), Franco Félix hurga el rastro de la vida de su madre / Foto: Cortesía | Anayeli Murrieta

El rompecabezas se arma con relatos, reuniones, cartas, canciones, y con la vida cotidiana de un Hermosillo ochentero, entrelazado también en los años 60 y 70 que se desarrollan en diferentes partes del país.

El autor se abre de corazón y alma en cada uno de los párrafos de esta historia tan personal, y deja entrever la orfandad en la que se va visualizando luego de cada cita médica de su mamá, en cada crisis, en cada retroceso de salud.

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Franco Félix suelta la pluma de manera extraordinaria al momento de describir la primer Navidad sin ella, la nostalgia que le provoca acariciar las cobijas que cubrían sus pies; cómo busca en su página de Facebook algo que delate a la mujer que no conoció y le recalcitra saber cómo arden las tardes desde su partida.

En cada una de las páginas, somos testigos de la decadencia física de su progenitora, ocasionada por una enfermedad terminal / Foto: Cortesía | Joel García

Esta novela, editada por Sextopiso, hace que al leerla se empatice con la realidad de una familia que se resquebraja ante las adversidades, pero al mismo tiempo, se fortalece por la alianza que nace y que se provee de los misterios de la vida que aquí, se exhiben de a poco.

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