Desde los inicios del beisbol profesional en Sonora en 1942, hasta el nacimiento de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) en 1970 y el momento actual de la pelota invernal azteca, algunos equipos han pasado por los diversos formatos, unos más destacados que otros y que perduran en los recuerdos del aficionado.
Aunque varios equipos han estado presentes, sólo cambiando de nombres, hasta el momento, son tres los considerados desaparecidos de la liga.
Ostioneros de Guaymas
Sin duda, la novena más representativa de las tres y la que cuenta con más historia, es la de Ostioneros de Guaymas, uno de los clubes que estuvo presente desde la fundación del beisbol sonorense.
Lee también: Naranjeros de Hermosillo toma ventaja en el clásico con Tomateros
El equipo de manera oficial llegó al beisbol profesional en 1945 junto a la antigua Liga de la Costa del Pacífico, la cual pasaría a Liga Invernal de Sonora y posteriormente Liga Sonora-Sinaloa.
Ostioneros se mantuvo en el ámbito profesional incluso dentro de la Liga Mexicana del Pacífico, desde 1970 (cuando comenzó a llamarse de esa manera para poder participar en la Serie del Caribe) hasta el año de 1991, cuando abandonó por serios problemas financieros.
La novena del puerto sonorense, estuvo presente en 8 temporadas en la Liga de la Costa del Pacífico con dos títulos (1947-48, 1950-51), 7 en la Liga Sonora (campeón en 1958-59, 1959-60, 1962-63 y 1964-65), 5 en la Liga Sonora-Sinaloa con un título (1967-68) y 32 en LMP, donde sólo llegó a una final que perdió ante Cañeros de Los Mochis en la 1983-84.
Dentro de sus jugadores más destacados, sin duda el más emblemático fue el lanzador Vicente “Huevo” Romo, quien, por muchos expertos, es considerado el mejor serpentinero que ha dado la liga y uno de los mejores del todo el país, quien de sus 24 temporadas en el invierno, de 1961 a 1969 fue con Ostioneros.
Además, de 1968 a 1982 estuvo en Grandes Ligas con Medias Blancas de Chicago, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland y Padres de San Diego.
La novena guaymense se mantuvo en el profesionalismo algunos años más, en la Liga Norte de Sonora.
Potros de Tijuana
Si bien, la franquicia tijuanense no está desaparecida, pues actualmente son uno de los equipos más fuertes de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) como Toros de Tijuana, su pasado en el inverno quedará registrado como los extintos Potros de dicha entidad.
Potros de Tijuana se remontan desde 1949, uniéndose hasta 1977 a la LMP, donde estuvieron por 12 temporadas.
En su corta estancia en el beisbol invernal mexicano, se hicieron valer como un equipo que luchó de manera constante el campeonato, el cual levantó en dos ocasiones: 1987-88 y en la 1990-91.
Además, tuvieron una gran presentación internacional, pues fueron subcampeones en Santo Domingo 1988, tras finalizar con récord de 3-3; también representaron a México en Miami 1991, siendo esa su última aparición como equipo de la LMP.
Al terminar dicha temporada, el presidente del club de ese entonces, fue acusado de trampas tanto dentro como fuera del campo, lo cual derivó en una expulsión de por vida para los directivos involucrados.
Dentro de los peloteros que más destacaron con la casaca tijuanense se encuentran nombres como los de Vinicio Castilla, Jesús “Chito” Ríos, Tim Leary o Luis González, entre muchos más.
Rieleros de Empalme
El máximo rival de Ostioneros, también es uno de los extintos del beisbol invernal mexicano, siendo fundado en 1948, siendo uno de los clubes fundadores de la Liga de la Costa del Pacífico.
Recibe noticias, reportajes e historias directo a tu celular: suscríbete a nuestro canal de WhatsApp
Rieleros de Empalme vivió su primera etapa profesional con 9 campañas, donde lo más recordado fue el paso del pelotero Ronaldo “Ronnie” Camacho con el club, siendo uno de los máximos jonroneros de la historia de la liga con 139, teniendo la temporada con más cuadrangulares para un pelotero con 27 en la 1963-64 (algo que igualó Bob Darwin con Naranjeros de Hermosillo en la 1971-72).
También estuvieron presentes en la Liga Norte de Sonora durante seis campañas, pasando sin pena ni gloria.
¡Regístrate y accede a la edición digital de nuestro semanario