Sonora ha contado a lo largo de su historia con un gran listado de grandes cronistas deportivos, sin embargo, dentro del mundo del beisbol, la voz de Óscar Soria Noriega, se ha convertido en una de las más icónicas, tanto que será entronizado al Salón de la Fama del Periodismo Deportivo en México.
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Con más de 30 años en los medios de comunicación, el famoso “Buqui” Soria, formará parte de un listado de nueve periodistas que serán entronizados este próximo 18 de mayo en la Confederación Deportiva Mexicana, en la Ciudad de México, teniendo a Carlos Slim Domit como padrino.
“Fue una sorpresa muy agradable, me enteré inesperadamente, jamás pasó por mi mente esto, estaba en la transmisión de los Diamondbacks y el equipo tenía un doble juego en Washington y en medio teníamos unas tres horas de descanso y fui a comer con mi compañero de transmisión, Rodrigo López, el ex pitcher de Ligas Mayores”.
“Me dio la noticia la directora de Telemax, la licenciada Paulina Ocaña y con todos mis compañeros de deportes ahí presentes y fue algo más de satisfacción con quienes estaban en el estadio y los que estaba viendo en video, mis compañeros de Telemax y creo que lo convierte en un acontecimiento muy emotivo para uno, cuando ves a tus allegados ahí presentes”, comentó para El Sol de Hermosillo.
Detrás del micrófono
Óscar Soria, hoy en día, es una de las voces más reconocibles del medio deportivo, no sólo a nivel estatal, sino nacional, teniendo sus inicios en el lejano 1988 en Telemax.
“Quizá no debería de contar esas primeras semanas, meses, primera temporada, porque fue mínimo lo que participé, pero fue en octubre de 1988 cuando inicié en esto y fue en noviembre cuando por primera vez tuve una participación con Naranjeros”, mencionó.
Además, habló sobre sus primeros años, cuando era tan sólo un niño escuchando el deporte de sus amores en la radio, soñando con ser algún día parte de eso.
“Fue una afición. Tuve la dicha de crecer en mi niñez y juventud en Hermosillo escuchando grandes crónicas, obviamente me fascinaba en sí, porque de hecho lo jugaba en la escuela, pero también me gustaba mucho la crónica deportiva”, dijo.
“Desde los doce años, más o menos, escuchando las crónicas de los juegos de radio de Naranjeros con don Fausto Silva, en televisión con don Carlos Vásquez Castro, los juegos que llegaban de Ligas Mayores en aquel entonces de los Padres de San Diego, los Dodgers de Los Ángeles, me fascinaba y en aquel entonces, los partidos de Naranjeros eran con la crónica del equipo al que visitaban, la variedad de voces era riquísima”, agregó.
Sin embargo, el camino fue distinto, pues a pesar de su afición por el beisbol, no se sentía del todo interesado en la carrera de comunicación, por lo que optó por contabilidad.
“Cuando llegó el momento de entrar a la universidad, no me atraía tanto el área de la comunicación, quizá no me hacía en esas materias, por dar un ejemplo fotografía, a mí me fascinaba el beisbol, yo lo que quería era, más que estar en los medios de comunicación, era estar en los partidos, entiendo que va relacionado, pero como no me hacía a tomar tantas clases para ser cronista, me animó un primo a entrar a la contabilidad y me gustaron los números”.
“Pero como ya estaba en la preparatoria en los juegos de beisbol, jamás lo dejé, siempre iba a los partidos, las temporadas invernales, los juegos de Naranjeros y se fueron dando las cosas, así fue como me fui metiendo mucho más a la comunicación que a la contabilidad”, aclaró.
Sin lugar a dudas, su formación y vocación se conjuntaron para crear su estilo al momento de narrar los encuentros de beisbol, siempre siendo alguien muy entendido del tema.
“Me ayuda mucho, el beisbol es de estadísticas por todos lados, los números te manejan impresionantemente, incluso en ocasiones, en mi autocrítica durante una transmisión, yo mismo digo que estoy manejando demasiados números, es increíble la cantidad y a veces hasta me incomodo, ‘voy a dejar de mencionar números por un rato’ porque el beisbol está llenó de números”.
“En mi caso salió de una manera natural (su estilo), no puedo negar y, estoy seguro que así fue, la influencia de algún cronista que escuché a lo largo de los años, es inevitable, sobre todo los términos, pero el estilo que manejo ahora, es al menos distinto que al de un inicio, uno va tratando de adaptar”, explicó.
Diamondbacks de Arizona
Para un pelotero, llegar a Grandes Ligas es el mayor logró que se pueda tener, siendo la liga más importante del mundo y lo mismo pasa del lado de quien está detrás del micrófono.
“Creo que una vez más caigo en el punto de la bendición, la geografía en la que me encontraba, en la que crecí y me forme, en el Estado de Sonora que es una zona muy beisbolera con los cimientos bien puestos de lo que fue la formación del equipo de Naranjeros de Hermosillo décadas atrás”.
“Cuando llega el equipo, yo también mando mi currículum, mi demo, aplicó para tratar ser cronista en la misma primera campaña del 98, pero no se da, sin embargo es en la siguiente temporada cuando me hacen la invitación”, afirmó.
De igual manera, comentó que fue de gran ayuda el acercamiento que fue teniendo con el equipo, pues llegó a ir en algunas ocasiones a Arizona, buscando entrevistas y material para el programa televisivo “Beisbol al Día”, del cual formaba parte.
“Por lo visto fui conectándome con las personas y se da el acercamiento más formal previó a la campaña del 99 y obviamente yo fascinado, listo para hacer los arreglos correspondientes, total que se prestó perfectamente”.
Soria Noriega cuenta con un sinfín de anécdotas que ha vivido en sus 34 años de carrera, pero fue el haber narrado la Serie Mundial de la temporada 2001, con aquel título obtenido por Arizona, el cual lo marcó.
“El haber transmitido esa Serie Mundial del 2001 es una experiencia que hasta la fecha lo recuerdo, ese año fue algo curioso, se da el título de Naranjeros cuando adquirieron a Vinicio Castilla, tenían a Durazo, van a esa Serie del Caribe en Culiacán y me toca transmitirla desde inicio de año esa bonita experiencia”, precisó.
“Mi niña mayor, Paula, nació en marzo de ese 2001 y entonces viene la temporada con altas expectativas, porque tenía un roster muy bueno y terminan ganando la Serie Mundial, tristemente también con el acto terrorista de las Torres Gemelas y viene siendo con Nueva York aquella Serie”.
“Me tocó estar ahí en la zona cero cuando estaban todavía las toneladas de escombros, ese olor desagradable que había, invitaron al equipo y fue impresionante, fue muy triste ver todo eso… El haber estado allí cuando Luis González pega el batazo de hit, la emoción de esta en una Serie Mundial que se fue a siete partidos con el duelo de Roger Clemens contra Curt Schilling”, relató.
Por último, les mandó un mensaje a los jóvenes cronistas, para que sigan el camino sin desanimarse y para aquellos que sueñan con alguna vez llegar a serlo.
“Es un camino complicado, pero lo que se ve, el producto terminado, eso que observan en las transmisiones, es en realidad una satisfacción muy grande, llegar a la meta, tener la oportunidad de transmitir cada día un partido de beisbol para quien nos gusta esto, no tiene comparación, es algo fabuloso de tener la oportunidad de estar en un estadio, observar esta calidad de beisbol”.
“Tiene una gran recompensa y una vez que se llegue, el consejo también es tomar las cosas como si fuera el primer juego que va a transmitir, el primer día que uno va a trabajar, jamás subestimar a la audiencia, así sea con miles de cientos de personas o sean unos cuantos… tratarla con el mayor de los respetos”, aseveró.
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“No siento que uno es la razón principal por la cual uno prende el televisor y ve un juego de beisbol, la razón son los actores principales, los peloteros, pero uno es parte de los ingredientes, forma parte del producto que están siguiente y tenerle el mayor de los respetos”, finalizó.
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