La gimnasia artística sonorense sigue creciendo con talento y una de las nuevas promesas es la pequeña Thais Paulina Olea Valenzuela, quien a sus escasos 8 años de edad ya comienza a tomar fuerza en los eventos locales y estatales.
Thais Olea practica la disciplina de gimnasia artística desde los 2 años de edad, impulsada y entrenada por su madre, María de Lourdes Valenzuela Gómez.
“Muy padre, me gusta mucho. Me gusta subirme a la viga, a las barras y volar en el aire… No pensé que iba a llegar tan lejos, me siento muy contenta. Quiero llegar muy lejos”, comentó para El Sol de Hermosillo.
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Para Thais la gimnasia se ha convertido en algo muy importante en su día a día, pues es una actividad que disfruta en todo momento, sintiéndose cómoda y divirtiéndose a conciencia de que disputa un evento deportivo, algo que aprende desde sus entrenamientos con su madre.
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“Entrena de lunes a viernes de 4:00 a 8:00 y los sábados de 9:00 a 1:00, en ocasiones hacemos doble sesión, ella todavía está chiquita, pero como en este caso de Thais, es una niña muy talentosa para la gimnasia, ya hace sus dificultades de una niña más grande”.
“Este año le tocó competir, hay que ir pasando niveles e ir dando una cierta puntuación y hay que tener una cierta edad para estar en el Campeonato Nacional; ella no tiene edad, pero porque es una niña talento y porque ha dado las puntuaciones y ha hecho sus niveles, le tienen permitido ir por esta vez al Nacional en la categoría Nivel 7, 2012-13, pero ella es del 2014”, señaló María de Lourdes.
Durante el mes de septiembre ganó el primer lugar en el Regional en el Nivel 4, pasando al Nivel 5, donde compitió en el mes de marzo en la Copa Olímpica, siendo campeona absoluta; tan sólo al día siguiente en la misma justa compitió en Nivel 6 y volvió a ganar la categoría; posteriormente, en el Estatal, ganó en su categoría el primer lugar.
De igual manera, aseguró que todo lo hace con mucha diversión y esfuerzo, pues le gusta pasar su tiempo libre en la gimnasia, pues le aburre la televisión; incluso, le gusta en sus ratos libres, “estar en el trampolín, hago cosas más difíciles, como mortales”, dijo, así como la danza.
La joven promesa de la disciplina afirmó que quiere seguir creciendo en el deporte y espera que otros niños también hagan lo que les gusta.
“Cumpliendo mis sueños (se ve en unos años), hacer cosas más difíciles y que siempre voy a confiar en mí. Gracias por apoyarme y siempre estar conmigo (a sus padres)… Sigan sus sueños, que cada día se esfuercen más y no se rindan”, culminó.
María de Lourdes... Ojos de madre
Ser entrenadora no es nada sencillo, es un trabajo que abarca muchas aristas y que, en muchas ocasiones, se compara con una segunda madre, caso especial el de María, pues es ambas partes por igual.
“Yo, como mamá y maestra de gimnasia, me preguntaban si quería que mis hijas fueran gimnastas y yo decía que si ellas querían; entonces tengo otra hija mayor que también hace gimnasia y ella también pedía ir y ya observaba su facilidad para hacer el ejercicio”.
“Entrenaban con todos los maestros que están ahí y me decían que querían entrenar conmigo y yo la verdad no quería, porque yo tengo a las niñas más grandes, las dos partes hemos aprendido mucho, yo como mamá y ellas como alumnas e hijas, de seguir instrucciones, de obedecerme, que ahí soy su maestra, que tienen que ser disciplinadas y poner el ejemplo”, explicó.
“Es difícil ser las dos partes, pero lo he disfrutado mucho; nunca pensé que lo iba a disfrutar tanto, ellas también las veo muy contentas, que todo el día quieren estar allí”, agregó.
Sobre su hija, aseguró que tiene mucho potencial y capacidad de crecer como una gran atleta, pero siempre prioriza el sentir de la pequeña.
“Se le ve mucho potencial, que le gusta mucho, que lo disfruta mucho y como entrenadora le veo mucho potencial y que puede llegar muy lejos”.
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“Como mamá, pienso que le daría permiso hasta como yo veo que lo va disfrutando y se va desenvolviendo, no ver algo que le llegará afectar”, aclaró.
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