ContraCultura es un proyecto fotográfico de El Sol de Hermosillo que muestra los rostros de artistas de distintas disciplinas, quienes exponen su trabajo en escenarios no convencionales, que no tienen los grandes reflectores y que muestran la escena artística de las calles, de los centros nocturnos, del área rural y de cualquier lugar donde puedan llegar a un espectador.
Música Viva es la primera de diez entregas que se tienen programadas entre marzo y septiembre de este año.
En cada una de ellas expondrá un tema distinto, ahora le tocó el turno a la música que se puede escuchar a diario en cantinas y bares del centro histórico de Hermosillo.
En lo íntimo, en el corazón del Centro Histórico, en pequeños escenarios, más allá de los eventos musicales masivos que se realizan en la ciudad existen espacios donde artistas locales dan vida a las notas y acordes musicales con interpretaciones fuera de lo ordinario, con públicos reducidos y en donde la cultura se funde con la ciudad.
La escena musical de la ciudad no es exclusiva para los artistas de renombre ni de los grandes escenarios lo que aquí es importante es transmitir emociones.
No importa cuál sea el género musical, qué instrumentos se usen ni cuántos aplausos reciban; los músicos sólo buscan ser escuchados, buscan dónde puedan expresarse y dónde desborden su talento.
En bares, cantinas o pequeños espacios en restaurantes mantienen viva su música y le dan el dinamismo a un sector de la ciudad que por las noches parece estar dormido.
Músicos de todas las edades se reencuentran, se mantienen vigentes, viven con nostalgia las letras de esas canciones que pocas veces se escuchan en la radio.
Como un corazón que late y mantiene el pulso acelerado. El latido del escenario.
Seguidores de grandes intérpretes internacionales, inspirados en culturas anglosajonas, en grandes músicos de la escena nacional.
Las cuerdas vocales, la voz. Un instrumento con el que se vive de manera permanente, que nos recuerda que todo puede cambiar y que también puede cambiar a alguien más.
Vivir a través de la música, de las sensaciones que transmiten los sonidos armoniosos de los acordes de cualquier época.
Los acordes musicales de las cuerdas viven en el pensamiento y en la alegría de quien las escucha por primera vez y también de quienes recuerdan con nostalgia los días que ya pasaron.
Los músicos se mantienen vivos por los aplausos y el ímpetu de quienes viven por la música.