La posibilidad de fabricar un detergente muy efectivo para realizar la limpieza depende solo de poner manos a la obra, ya que es un procedimiento muy sencillo, con ingredientes que en casa se generan continuamente y que hará su aportación a la economía familiar al ahorrar el gasto de este líquido en los supermercados.
Hay que recordar que los detergentes utilizan agentes químicos muy agresivos que de a poco van ocasionando daños a la salud, pues siempre están presentes en los hogares y que suelen ser químicos fuertes como el Amonio o el ácido Nítrico y el Clorhídrico, que son utilizados como desengrasantes o para disolver otras sustancias minerales u orgánicas.
Es por eso que el uso de detergentes fabricados con material orgánico ofrecerá un ambiente más saludable en el hogar, cosa que su familia se lo agradecerá, al igual que el medio ambiente que lo rodea, su preparación es muy sencilla como se explica en el portal El Horticultor.
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¿Qué necesito para preparar un detergente ecológico?
Una botella o bidón de plástico con tapa.
Cáscaras de naranjas y/o limones, toronjas, etc.
Agua.
Modo de preparación del detergente ecológico
El proceso total es de 30 días y solo se necesita cortar en trozos las cáscaras e introducirlas en la botella hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad y cerrarla perfectamente; hay que abrir con cuidado diariamente para liberar los gases que produce y finalmente luego del tiempo de reposo, colar todo el líquido y ya estará listo para utilizarse para la limpieza.
Este producto posee las mismas cualidades de cualquier detergente o desengrasante o incluso, también puede ser utilizado como shampoo, ofreciendo un alto rendimiento no contaminante, además que ayuda a dejar la vajilla y toda la cocina con más brillo por la acción de los cítricos y al quitar la grasa este proceso se facilita enormemente.
No solo para hacer detergente: los beneficios de comer cítricos
Los cítricos ayudan en diversas formas a la salud de las personas pues su aporte de vitaminas y minerales es considerable, contribuyen a proteger el sistema digestivo, controlan los niveles de colesterol y ácido úrico, ayudan a tener una piel saludable, previenen la diabetes, activan el sistema inmunológico, desintoxican el organismo y ayudan a depurar los órganos.
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Sus principales propiedades son la Vitamina C, el Ácido Fólico, Potasio, Magnesio y el Ácido Málico y Cítrico y es recomendable consumirlos durante los meses invernales, en los cambios estacionales, cuando son frecuentes los altibajos en el sistema de defensas y se es propenso a contraer resfríos o infecciones.
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