Pertenezcámos a la generación que sea, la gran mayoría de nosotros hemos tenido una mascota que hemos querido como a un miembro más de la familia.
Y es que ver crecer desde pequeños a un "lomito" y o a un "michi" genera un afecto que no se puede comparar con ninguna otra cosa en el mundo.
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Sin embargo, no muchos elegirían el bienestar de su familia y el de su pareja por el de un animal. Tan sólo hay que recordar las veces que quisimos alimentar a una mascota directamente del plato en el que estábamos comiendo y nuestros padres nos dijeron que eso estaba prohibido.
Bueno, quizás esto comience a cambiar en las futuras generaciones, pues una nueva encuesta de este año arrojó como resultado que la Generación Z (nacida desde mediados de los noventa hasta mediados de la década de los dos mil) encuentra más placer y alegría al invertir dinero y afecto en el cuidado y bienestar de los animales.
¿Qué harías por un año extra de tu mascota?
El estudio se realizó en Estados Unidos por la empresa Synchrony, dedicada al asesoramiento de servicios financieros enfocada en las necesidades del mercado y de los consumidores.
En la encuesta participaron dos mil dueños de mascotas, divididos por generación. Los resultados arrojaron que la Gen Z siente más alegría que cualquiera otra generación al ver feliz a su mascota (36%) que a su pareja (21%).
El 41% más probable que gaste cien dólares en su mascota que en su pareja. También están dispuestos a sacrificar otros aspectos de su vida diaria en beneficio de los animales.
Tan sólo el 15% del grupo encuestado de la Generación Z preferiría utilizar sus ahorros para comprar un boleto para un concierto o unas vacaciones, contrario al 42% que lo utilizaría para gastos inesperados relacionados con sus animales.
Y esto no solo incluye la comida o las visitas al veterinario, ya que los propietarios gastan artículos que no son de primera necesidad, como ropa, juguetes y tecnología.
En el último año, los encuestados gastaron dinero en al menos un artículo innecesario, como "una máquina que lanza la pelota para mi perro" y "una almohada de cama súper bonita con diamantes falsos". Un encuestado incluso compró para su perro un viaje de spa por una semana.
Si sus mascotas pudieran tener gastos gratis durante un año, el 45% de los encuestados sacrificaría comer fuera durante ese periodo, el 42% renunciaría a las redes sociales y el 36% a los servicios de streamming.
Todavía más lejos, el 48% renunciaría a tener citas o una relación romántica durante un año, el 38% volvería a trabajar para su peor jefe y el 36% renunciaría a su salario si con ello su mascota pudiera vivir un año más.
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Los demógrafos e investigadores suelen señalar que esta generación ha utilizado el internet desde muy joven y se siente cómoda con la tecnología y las redes sociales, correspondiendo a un estimado del 23.7% de la población mundial.
En Estados Unidos, se estima que el costo total de un perro durante toda su vida va de los 20 mil a los 55 mil dólares (algo así como entre 366 mil y un millón de pesos mexicanos), mientras que el de un gato oscila entre los 15 mil y 46 mil dólares (274 mil y 842 mil pesos mexicanos).
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