Si eres de las personas a las que algunos aromas les despiertan recuerdos, y vives o viviste en Hermosillo, tal vez tengas en tu memoria la experiencia estacionada en la salida de la ciudad, rumbo al norte.
Entre la década de los ochenta había una señal inequívoca de que estabas entrando a Hermosillo. No, no era como ahora cuando avisamos: “Vamos pasando la caseta”, “estamos por llegar al Tec”, o “casi llegamos al danzante”.
En ese tiempo también había como novedad la ampliación de la Carretera México 15, la que después popularizamos con el nombre de Cuatro Carriles.
Lee también: Tortillas Yany y el pizzero bailarín, comerciales que están en la memoria de Hermosillo
"Huele muy rico, ya vamos llegando"
Los hermosillenes o los viajeros que iban del norte, al sur, por la carretera de cuota pueden recordar que -al acercarse a esta ciudad- lo primero que se percibía era el aroma a café tostado.
Este provenía de la empresa Café Combate, de larga permanencia en Sonora. Y sí, era como si estuvieras muy cerca del comal donde el grano se tuesta, se mezcla y se endulza.
Era como si tuvieras, frente a ti, la taza de un café recién colado y de sabor robusto. Tal vez en una mesa con un mantel de plástico y con estampado de flores y que se hubiera colado en una cafetera de peltre (como la que tenía impresa la bolsa del café), y quizás servido en una taza del mismo material, con la cuchara despostillada para que lo revolvieras.
Un pan recién hecho
Otro recuerdo que tenemos los viajantes y los hermosillenses, quienes llegamos a pasear por el lado norte de Hermosillo, ya sea el Bulevar Kino o “la salida a Nogales” (aunque sólo fuéramos a San Pedro El Saucito o al Gavilán) es el aroma del pan recién hecho, “de la Bimbo”.
Cuántas veces ese aroma nos despertó el apetito, o propició que sintiéramos más hambre al imaginar que lo teníamos muy cerca de nosotros.
La fábrica de la panadería, que tiene alrededor de 57 años en Sonora, estaba ubicada en lo que hoy conocemos como la zona hotelera. Específicamente donde se encuentra el hotel Araiza Inn, a un lado del hotel Fiesta Americana.
A este sector que identificamos como Country Club, en ese tiempo también se le identificaba como el barrio de Los Igualados; obviamente sus moradores también percibían el aroma, aunque quién sabe si les agradaba o vivían empalagados.
¿Quieres recibir noticias directo en tu celular? Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
A mediados de los ochenta la fábrica de presencia nacional se mudó al Parque Industrial, en el oriente de Hermosillo; el primero de los que hoy existen y es una referencia del mismo.
¿Tienes registrados algunos de estos recuerdos?
¡Regístrate y accede a la edición digital de nuestro semanario