Con tal solo 8 años de edad, Karol Paulina Romero inició con la venta de camisetas coloridas con el propósito de apoyar a la economía de su familia, generar ingresos y comprar sus propias cosas. La pequeña estudia el cuarto año de primaria, su mamá Nayeli Romero le ayuda a distribuir su producto y a conseguir los materiales.
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La técnica que utiliza para fabricar las camisetas es batik, el cual consiste teñir los productos de tela con distintos colores y tintes naturales, de acuerdo a la posición que se encuentre ésta tomará la forma indicada y saldrá la figura deseada con un diseño único e irrepetible.
“La idea del negocio nació por iniciativa propia de ella porque durante todas las vacaciones había cumplido con sus clases en línea pero después tenía mucho tiempo libre en las tardes entonces me comento que quería hacer algo”, mencionó Nayeli.
Mientras Karol indagaba por las páginas de Internet y Youtube conoció la técnica Batik y vio cómo se fabricaban las camisetas de colores, por atrajo su interés y la motivó para iniciar con un nuevo proyecto para generar sus propios ingresos.
“Comenzó a pedirme materiales para hacer sus propias camisetas, inició con algunas camisetas que había dejado de usar para ver si funcionaba, las hizo en un fin de semana, experimento con colores y con camisetas viejas y le gustó mucho como le había quedado”, explicó la mamá de la niña.
Gracias a los conocimientos profesionales como mercadóloga y diseñadora, Nayeli creó el logotipo de la microempresa de su hija, con colores pasteles, un arcoíris al centro y el cual lleva por nombre Kapiris, haciendo alusión al nombre de la pequeña Karol.
“Karol me dijo que le había gustado mucho la técnica y que quería vender, entonces empezamos a promocionarlas con los familiares y amigos, tuvimos muy buena aceptación de todos y empezaron a salir los primeros pedidos”, señaló.
El pasado 1 de agosto lanzaron su producto y para el día 6 de agosto ya estaban haciendo sus primeras entregas, una docena de camisetas hechas a mano y con mucho amor, las cuales serían el inicio de un nuevo proyecto.
“Me siento muy orgullosa de ella porque karol siempre ha sido de las niñas que le gusta tener sus propias cosas, ella es una comerciante, desde que tenía 6 años le gustaba vender sus cosas, me da mucho gusto que empiece a trabajar para que sepa que las cosas cuestan y así va valorar más el dinero que ella tiene y lo que se compre”, dijo.
Son 3 día hábiles para hacer la entrega del producto, el cual les toma alrededor de 4 a 6 horas hacer entre 5 a 7 camisetas, cuentan con playeras lisas o con diseño vinil, son 100% de algodón y los precios varían entre 150 a 250 pesos más el costo de envío de 20 pesos.
“Esto es para que vean la necesidad en casa, estar conscientes que ahora no se pueden hacer gastos incensarios, es su manera de apoyar a la economía de su familia, ella saca su dinero para comprar sus cosas por motivo de la pandemia para ayudar a su familia”, manifestó.
Nayeli considera que cada día ve más motivada y entusiasmada a su hija, pues le gusta el trabajo que hace y valora el apoyo que tiene de sus abuelos y su tía, es por ello que considera que próximamente piensan incluir más artículos como toallas, fundas para cojines, tenis, entre otros.
“Esto nos deja de aprendizaje tener tolerancia y paciencia con los hijos, tienen que aprender que es su negocio y ellos lo tienen que hacer a su tiempo, Karol con esto está madurando mucho y aprovecha el tiempo libre que tiene”, añadió.
Para finalizar invitan a las personas a que apoyen a los pequeños negocios refiriéndose a los niños que están aprendiendo a emprender y desean invertir su tiempo en algo bueno para un mejor futuro, asimismo seguir con sus suegros y llevarlos a la práctica.
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