Las compras en línea tienen sus ventajas, pero también desventajas, cómo recibir un artículo muy diferente al que se veía en internet.
En estos casos, es válido solicitar un reembolso y reclamar la devolución, pero en ocasiones el cliente abusa del buen servicio que ofrecen algunas tiendas.
Mercado Libre por ejemplo, una empresa multinacional con origen argentino, se fundó en 1999 y fue una de las primeras opciones para la compra en línea.
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Además ofrece la opción para que cualquier usuario publique artículos en venta, ya sean nuevos o usados.
Mercado Libre cuenta con una política de seguridad y privacidad, que le garantiza a los clientes un buen servicio de compra.
Por esto, si algún artículo recibido no cumple con las necesidades o la descripción de la publicación, se puede solicitar un reembolso al vendedor.
Claro que hay personas que abusan de esta opción y la utilizan como una estrategia de “ahorro” temporal, como si se tratara de un empeño.
Este es el caso de una mujer que durante el mes de diciembre, compró un árbol de navidad por la tienda en línea y al llegar enero solicita un reembolso por el artículo.
“Qué conveniente, pasó todo diciembre y ahora lo regresas”
La empresa de Mercado Libre, cuenta con un sistema de mensajería en el que servidores de la aplicación junto a los vendedores, pueden mantener una conversación con los clientes.
Recientemente circula en redes sociales, una captura de pantalla que se volvió viral al tratarse de un vendedor inconforme ante la petición que Mercado Libre le generó.
La historia trata sobre un usuario que compró un árbol de Navidad desde el mes de diciembre y decide regresarlo en enero para obtener un reembolso.
“Buenas tardes Rene. Como tu comprador nos comentó que se arrepintió de su compra, le pedimos que te devuelva el producto y le indicamos los pasos a seguir”, menciona la empresa.
Cómo era de esperarse el vendedor expresó su inconformidad y respondió el mensaje ante el aviso de Mercado Libre.
“Si querías un árbol gratis solo lo hubieras pedido, sin problema te lo regalaba”, responde molesto.
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Justa o injusta la situación, la verdad es que fue una muy buena estrategia por parte de este comprador, cuya personalidad se mantiene en anonimato.
De esta forma, contó con su respectiva decoración navideña en las fiestas decembrinas y no debe preocuparse por buscar un sitio donde guardar su nuevo árbol, sin mencionar que recuperará su dinero.
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