Cuando esta peculiar serie llegó a Netflix en 2017, no tuvo el impacto que se esperaba, siendo una coproducción entre la compañía y CBC, “Anne, con una e” paso casi desapercibida en un principio, a pesar de sus buenas críticas.
No fue hasta el estreno de su tercera (y hasta el momento) última temporada, que ganó una fama rotunda y mundial, sin embargo, cuando se anunció esta, también se había puesto sobre la mesa su cancelación, la cual se especula podría deberse a problemas entre las dos productoras.
A pesar de esto, gracias a la gran popularidad que ha tomado en este último año, sus fans se han puesto manos a la obra, junto más de 1.2 millones de firmas, así como el alquilar incluso un billboard en Times Square y en el centro de Toronto, pidiendo una cuarta temporada.
Una historia de generaciones
Bueno, hemos visto que se ha ganado una base de fans muy poderosa con su producción en Netflix, pero esta historia no es nueva, pues la serie canadiense se encuentra basada en las novelas Ana la de Tejas Verdes (Anne of Green Gables) la cual fue escrita por la canadiense, Lucy Maud Montgomery y vio su primera publicación en 1908.
Desde entonces hasta 1921, contó con un total de 8 títulos, donde contaron la vida de la pequeña huérfana Ana Shirley, quien por una serie de errores llega a la granja de Tejas Verdes de los hermanos Cuthbert, quienes esperaban a un niño, para que les ayude en la granja, hasta convertirse en una gran mujer.
Anne es una chica muy lista y perspicaz, quien tiene un gran deseo por aprender y tener una familia, soñadora, amable y con hambre de superarse, pero no deja de ser una niña que no conoce el mundo.
Ambientada en el año de 1877 en adelante, la historia no se tocará el corazón para presentarnos un mundo con pocos progresos tecnológicos, llena de desigualdad sociales, el problema de la desigualdad de género de la época, racismo, esclavitud discriminación y temas sobre sexualidad.
Todo en una amalgama de sentimientos de una niña de 11 años que veremos crecer y darse cuenta de que el mundo en el que sueña no es como lo pintan los libros, pero que siempre se puede encontrar la felicidad si uno busca donde el corazón se lo dicta.
De igual manera, gracias a su personalidad, Anne fungió como un modelo a seguir para muchas generaciones de niñas y jóvenes a través de las épocas, con su personalidad fuerte, gran inteligencia y elocuencia, siendo un personaje adelantado a su época e inspirador.