Si tu finalidad en la vida es alcanzar el paraíso, te recomendamos buscar primero cómo ingresar y el acceso ideal se encuentra en China en lo que es uno de los tantos atractivos turísticos que tiene este gran país del Oriente, y recibe año con año a millones de visitantes por el impactante escenario que es.
Se encuentra a 1,250 metros de altura y está ubicada en el Parque Nacional de Tianmen, que en Chino significa “Puerta del Cielo", muy cerca de la Ciudad de Zhangjiajie, dentro de la provincia de Hunan y se trata de una oquedad enorme que se muestra imponente en la cima de la montaña y al estar a tanta altura da esa impresión de que efectivamente va uno llegando al cielo y de poder tocar las nubes.
Este espacio era originalmente una cueva, pero en el año 263 de nuestra era hubo un derrumbe que ocasionó que el espacio quedara al aire libre y tomara esa forma como se conoce actualmente y llegar ahí no es nada sencillo pues se necesitan subir los 999 escalones que conforman el camino, así lo describen en el portal Descubre tu Mundo.
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Su ascenso es complicado, pero una vez finalizado, el mundo parece transformarse: el clima cambia, los colores se atenúan y un imponente agujero blanco sobre el pico de la montaña da la bienvenida a quienes llegan hasta esa oquedad que tiene 131 metros de altura, 50 metros de anchura y 60 metros de profundidad.
En la cuenta de Instagram @Intriper se publicó un video donde se puede apreciar ese gran espectáculo que se fue formando por la acción de la naturales, pero que también el hombre ha ido moldeando para recibir a los turistas, pues se aprecia la gran escalinata, un espacioso mirador y áreas de descanso, todo dentro de un ambiente gélido y con mucha ventisca.
Diferentes atractivos son los que hay en el Parque Nacional de Tianmen
Desde la llegada comienza la aventura pues para llegara a la cima de la montaña es necesario tomar un teleférico en un impresionante recorrido que dura unos 20 minutos y es considerado uno de los más largos del mundo, con una longitud de 7.455 metros, y una vez en pleno ascenso se puede disfrutar de una vista inigualable.
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Ya estando en la cima se podrá realizar un recorrido por varios senderos, entre ellos los impresionantes balcones de vidrio sobre los que se pueden realizar caminatas a orillas de la montaña y el hecho de ser transparente hace sentir a sus paseantes como si se estuviera caminando sobre las nubes, y cruzando se encuentra un imponente templo construido por la dinastía Tang, en donde se encuentra un restaurante y varias estatuas en su interior.
La otra opción para subir es por una carretera de 10 kilómetros de largo, pero que está llena de curvas muy cerradas y su circulación por lo tanto es lenta, así que a la gente que es propensa a los mareos su opción más recomendable es la del teleférico.
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