La cultura japonesa siempre se ha distinguido por su disciplina en todos los ámbitos de su vida y son capaces de lograr cosas inimaginables en competencias internacionales, como lo han demostrado infinidad de veces en Juegos Olímpicos, por ejemplo, en donde suelen estar bien posicionados en el cuadro de medallas de cada edición.
Pues bien, en una no tan nueva, pero sí diferente, disciplina llamada Shuudan Koudou, que se traduce como “Acción colectiva”, combinan elementos coreográficos de la gimnasia estética grupal o el nado sincronizado, y se realiza sobre el mismo suelo donde se ejecutan las competencias con elementos acrobáticos, gimnásticos y de danza para obtener una alta puntuación en cada ejercicio.
Esta variación nació en la Universidad de Ciencias del Deporte de Japón, en Tokio, que es donde más maestros y ejecutantes produce el país del Sol naciente. Se trata de realizar diferentes coreografías con 72 participantes simultáneamente, con movimientos bien coordinados, pero todo esto es caminando, es decir, los ejecutantes van moviéndose como si fueran marchando haciendo cruces, formando figuras, todo a un ritmo frenético que lo convierte en un espectáculo único.
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A manera de Banda de guerra, hay un encargado que va dando las órdenes de cada ejercicio a realizarse en este tipo de exhibiciones, en esta disciplina que es meramente estudiantil y que nació en los años 60’s, en un principio con la pura participación varonil y desde hace una década las mujeres también forman parte de estos ejercicios.
Hasta hace bien poco tiempo, el Shuudan Koudou se realizaba a puertas cerradas pero su estilo llama tanto la atención que recientemente se han hecho públicas sus puestas en escena, atrayendo a una gran audiencia que cada vez es más grande y que queda hipnotizada por la sincronización de los deportistas.
Es un deporte que requiere mucho tiempo de entrenamiento
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Se requiere mucha dedicación, persistencia, trabajo grupal y coordinación, y es por eso que se enfoca en los jóvenes japoneses, que se cree que en estos días carecen de la capacidad de trabajar colectivamente y esto les ayuda a crear un hábito estricto que después los ayude en su crecimiento personal al aplicarlo en otras áreas de su vida.
Los estudiantes de Shuudan Koudou practican tres veces por semana, y el entrenamiento dura alrededor de cinco meses y durante ese lapso preparatorio caminan casi 1.200 kilómetros, lo cual habla de la demanda física que se requiere para poder ser participante de este deporte, que tiene la finalidad de realizar una exhibición anual como parte de su plan de estudios universitarios.
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