Sin lugar a dudas Sonora es una fuente inagotable de rincones espectaculares, ya sea que la propia naturaleza creó o porque fueron modificados por el hombre a través de los siglos, que en conjunto hacen de este estado uno muy rico y hermoso, que hace que nos estemos sorprendiendo continuamente a cada paso que damos.
Así es el caso de Yécora, un lugar de Sonora que es imponente y atractivo en muchos sentidos, por el legado histórico que los pueblos originarios de esas tierras fueron dejando y que a la fecha se conservan vestigios y una cultura heredada que se mantiene hasta nuestros días y que no podemos dejar de conocer.
“Enclavado en el corazón de la imponente Sierra Madre Occidental y reposando a 1,500 metros sobre el nivel del mar se halla Yécora, un lugar que evoca las voces ancestrales de los Pimas, “Lugar rodeado de montañas” o “Llano grande rodeado de cerros”. Este pintoresco lugar de Sonora, México, es un crisol de historia y cultura, donde el tiempo parece haberse detenido entre sus montes y cielos despejados”, describe un video de TikTok.
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Yécora ‘Lugar rodeado de montaña’
La cuenta de esta red social de videos Memo Fin, nos comparte un relato histórico de Yécora, desde su ubicación, la fundación de los primeros asentamientos conocidos, el cruce cultural con la llegada de los españoles, sus misiones cristianas y todo lo que han vivido desde esos tiempos a los actuales.
“La localidad de Yécora, situada en la punta suroriental del Estado de Sonora, limita con el Estado de Chihuahua y se ha convertido en refugio de un clima benevolente gracias a su geografía privilegiada. Antes de que los conquistadores españoles pisaran América, la región estaba poblada por Ópatas, Pimas, Yaquis y Mayos, así como Seris y Apaches, grupos indígenas de gran resistencia frente a la colonización y evangelización”, detalla el video.
Su historia es larga y se entrelaza con la de los misioneros Jesuitas, y fue en 1673 cuando Alonso Victoria, fundó la población de San Ildefonso de Yécora, más tarde conocida como la Trinidad, perteneciente al Distrito de Sahuaripa, aunque después, de manera sorpresiva el entonces gobernador del estado, Adolfo de la Huerta, decretó el 28 de agosto de 1916 que la cabecera municipal se trasladara al pueblo de Yécora.
“El territorio de Sonora, cuyo nombre proviene del Ópata ‘Sonot’ o ‘Sonota’ que significa ‘Hoja de maíz’, ha sido testigo de diversas modificaciones a lo largo del tiempo, tomando diferentes nombres con el fluir de las distintas corrientes político administrativas, desde el Reino de la Nueva Vizcaya en 1562, hasta el Estado de Occidente post Independencia de México; Sonora ha ido moldeando su identidad hasta alcanzar su forma actual”, relata el video.
De Jesuitas a Franciscanos
Con la llegada de los Jesuitas en 1591, se fundaron los primeros pueblos que incluían Misiones, que eran una especie de monasterios diseñados para retiros espirituales lejos de la población en general. Yécora era una de estas visitas, dependiente de la cabecera de Ónapa y para 1791 albergaba a 197 habitantes.
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“La expulsión de los Jesuitas en 1767 marcó el final de una era y el inicio de otra bajo la tutela Franciscana. Yécora es más que un nombre en un mapa, es una ventana al pasado, un testimonio silencioso de las culturas que han tejido el tapiz de la historia de Sonora, un lugar donde las montañas susurran historias de resistencia y fé”, asegura el narrador del video.
El paisaje de toda esta región se adapta y cambia, en ocasiones drásticamente, con el paso de las estaciones, los verdes intensos del verano ceden ante la paleta de ocres del otoño, luego, el invierno envuelve todo con su manto blanco, solo para que la primavera reviva el color y la vida de nueva cuenta, complementando el ciclo solar.
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