Por primera vez en la historia del Cabildo del Ayuntamiento de Nogales, la comunidad Apache tendrá representación, marcando un reconocimiento a su trayectoria como parte integral de esta localidad fronteriza.
El hecho destaca el reconocimiento de una etnia arraigada en la región, cuya presencia ha sido fundamental en la conformación del tejido social y cultural de la zona, y que ahora adquiere un espacio legítimo como representantes populares, se expone en el artículo expuesto por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEyPC) en Sonora.
Y es que, en esta elección, las autoridades electorales estipularon que en esos órganos colegiados debían existir una figura que represente a las etnias, por ello dentro de los ediles tiene que estar un personaje asignado por los líderes de la tribu, la cual recae en este caso en Joel Cabral Cruz.
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El representante de la etnia señaló que esto se da luego de casi dos décadas de esfuerzo y reivindicación por parte del pueblo apache en ese lugar, pues a partir del 2005 a la fecha son entre 250 y 300 integrantes, además de que en Hermosillo se han establecido hasta cinco familias.
Figuras como Andrés Cabral, tío y primo de algunos miembros de la comunidad, han sido pioneros en este proceso de redescubrimiento, recorriendo diversos estados y lugares para reconectar con sus raíces apache.
El cambio de un modo de vida seminómada a una estancia más estable en la actualidad ha sido una transición significativa para ellos, ya que en un contexto donde las antiguas tierras de los apaches en Estados Unidos se han convertido en reservas, la comunidad en Nogales ha encontrado un nuevo hogar y un apoyo clave en organizaciones como NDN Collective, que han facilitado la adquisición de terrenos en la región.
“Los apaches somos una sola denominación. Somos los mismos, pero somos varias bandas. Estamos divididos en bandas y de cada banda se formaron otras más”, expuso Cabral Cruz en la plática con representantes del órgano electoral.
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Este proceso de recuperación cultural se refleja en su lucha por obtener nuevos asentamientos en Ímuris y Santa Ana, además de las ocho hectáreas ya establecidas en Nogales.
A pesar de los desafíos históricos y contemporáneos, la comunidad apache en Nogales continúa su camino hacia un futuro más prometedor, donde su voz y su presencia en el ámbito político y social son reconocidas y respetadas, lo cual tomará fuerza desde el Cabildo, donde se toman decisión de trascendencia para ese o cualquier otro municipio.
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