Los Ángeles.- La cruzada del presidente de EU,Donald Trump, contra lainmigración indocumentada ha aumentado la preocupación degranjeros, productores de leche y otras industrias por la escasezde mano de obra que generan estas medidas.
Los operativos de la Oficina de Control de Inmigración yAduanas (ICE) de este país en áreas que se dedican a laproducción de alimentos ya había causado escozor entre losdueños de granjas.
Pero ha sido el anuncio de Trump de enviar soldados de laGuardia Nacional a la frontera lo que ha terminado de encender lasalarmas sobre una eventual escasez de mano de obra para laspróximas cosechas.
El mismo Gobierno señaló que la decisión de enviar lastropas buscaba también asegurar la frontera antes de que comiencela migración estacional, que usualmente comienza entre abril ymayo, los meses de la recogida de las cosechas.
Nisei Farmers League (NFL), una de las organizaciones deCalifornia que agrupa a empleadores agrícolas y sus trabajadores,expresó su preocupación por la falta de mano de obra que podríanenfrentar con estas nuevas medidas, en especial si se tiene encuenta que el 85% de los trabajadores del campo en este estado sonindocumentados.
Y lo que está en juego en California no es poco. Este estadoproduce casi la mitad de las frutas, las verduras y nueces enEstados Unidos, un negocio de 47 mil millones de dólares queemplea a más de 300 mil trabajadores, de acuerdo a datos delDepartamento de Agricultura y Alimentos (CDFA) estatal.
Manuel Cunha Jr., presidente de NFL, ha reiterado lo que ya handicho los empresarios agrícolas: Que los estadounidenses novan a reemplazar a los inmigrantes en las labores delcampo.
Cunha Jr, que señala que el problema se agudiza por la batallaque sostienen California y la Administración Trump con motivo de la políticamigratoria federal, invoca a que no se penalice a losempresarios.
"No somos nosotros a los que se nos ocurrió el estadosantuario", manifestó el directivo en un comunicado.
El efecto de las rígidas políticas migratorias se extiendehasta estados como Wisconsin, donde Trump ganó el apoyo de los votantes,y en donde muchos miembros del gremio de la industria lechera,del que en gran medida depende la economía local, estánespantados.
John Rosenow, quien lleva 45 años trabajando en la industrialáctea y es copropietario de casi 600 cabezas de ganado, avisóque las políticas de la Administración Trump pueden llevar a la ruina a estaindustria y generar una escasez en el país.
Desde hace casi 20 años la industrialechera depende de inmigrantes, la mayoríaindocumentados.
Rosenow asegura que de las 150 solicitudes de trabajo que harecibido en los últimos años para un puesto en la productora deleche, solo dos personas eran anglosajonas.
Explicó que uno de esos solicitantes solo podía trabajarde lunes a jueves porque los otros días los dedicaba a practicarsu deporte favorito, mientras que la otra persona era una mujerdesempleada que necesitaba el requisito de buscar trabajo queexige el Gobierno para poder recibir el subsidio de desempleo.
Los otros 148 solicitantes eran mexicanos ocentroamericanos en búsqueda de trabajo.
Rosenow sabe que el riesgo que corre la industria es inminente,tal como se constató la semana pasada tras el arresto de 97inmigrantes en una procesadora de carnes en el estado deTennessee.
Ese estado sureño, que apoyó de forma abrumadoraa Trump, ahora estálidiando con cientos de niños estadounidenses que se quedaron sinsus padres tras el operativo del ICE, el más grande en el país enun solo centro de trabajo en la última década.
Las noticias de arrestos y persecuciones, que incluso produjeronla muerte de dos campesinos en el Valle Central deCalifornia, han producido una ola de miedo que afecta apequeños negocios como la Carnicería Cuatro Caminos, en Oxnard,California.
Ahí, hace poco ingresaron unos agentes de ICE y ello provocóuna estampida entre los clientes, en su mayoría campesinos quetrabajan recolectando fresas.
Salvador Ayala, uno de los dueños del negocio, decidióhacer una declaración de santuario para su negocio que, aunquesimbólica, es la manera de defender a los indocumentados.
Mientras la resistencia en California se centra en impulsar laidea de los "santuarios", Rosenow cree que las esperanzas están enlas elecciones de medio término de noviembre y cambiar lacomposición del Congreso para así exigir una solución inmediata.Si nos quitan a nuestros trabajadores la únicaopción que nos quedará es vender las vacas y cerrar elnegocio.