Hasta el año pasado, en México había 512 instituciones de tecnología financiera (fintech), 16 por ciento más que en 2020.
Con esta cifra, el país se colocó como el segundo más importante en Latinoamérica para este sector, de acuerdo con un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, compañía de construcción de startups.
Este incremento, señala el reporte, es resultado de los avances en la regulación para el sector, que se fortaleció desde 2018, con la promulgación de la Ley Fintech por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Además, los participantes se abrieron paso aprovechando la alta demanda de crédito provocada por la crisis sanitaria durante 2020.
Esto ocurrió mientras un gran porcentaje de los mexicanos perdió su trabajo o disminuyó su fuente de ingresos, lo que en algunos casos limitó la capacidad de pago o la confianza para pedir un crédito.
“Dada la contingencia sanitaria causada por el Covid-19 en todo el mundo se ha visto acentuada la urgencia de digitalizar la vida financiera de la población que ha sido excluida o subatendida por el sistema financiero”, dijeron el BID y Finnovista en el estudio Fintech en América Latina y el Caribe, un ecosistema consolidado para la recuperación.
Según el informe, Brasil ocupa el primer puesto en la atracción de fintech en la región, al concentrar 31 por ciento de estas empresas. En toda América Latina, precisa el documento, existen dos mil 482 plataformas de este tipo, equivalentes a 22.6 por ciento del total a nivel mundial.
En México también han proliferado fintech relacionadas con el envío o recepción de remesas, gestión de finanzas empresariales, al igual que seguros y fintech relacionadas con el financiamiento colectivo, conocido como crowdfunding.
Parte del éxito de las fintech obedece a la falta de bancarización de la población, lo que ha permitido que casi 32 por ciento de las instituciones ofrezcan servicios y productos para la inclusión financiera.
“Esto se puede traducir en que si bien el ecosistema fintech en México es uno de los más dinámicos en toda América Latina, no es necesariamente el país en donde más emprendimientos fintech estén diseñando productos para satisfacer la demanda de segmentos excluidos del sistema financiero”, señala la publicación del BID y Finnovista.
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Datos del Banco de México (Banxico) revelan que el capital de todas las fintech en el país únicamente representa 0.05 por ciento de los recursos que tienen los 51 bancos que actualmente operan en territorio nacional. El instituto central añade que si bien es una industria “relativamente pequeña” frente al sector bancario, es más grande si se compara frente a otros intermediarios financieros, como las sociedades cooperativas de ahorro y financieras populares.
A largo plazo, concluyen el BID y Finnovista, el reto de estas instituciones financieras en México y Latinoamérica es generar confianza para que más gente pueda usarlas, ya que al ofrecer servicios financieros digitales se corren riesgos de ciberseguridad y eso genera incertidumbre entre los usuarios.
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