Pocas cosas tan auténticas en esta vida como la oportunidad de redención: enfrentar las dificultades personales viendo directamente a los ojos de tus demonios internos y demostrarles de lo que estás hecho.
Juan Cirerol (Mexicali, Baja California, 1987) ha confrontado estos vaivenes como pocos artistas lo han hecho en la historia reciente del país, y está decidido a seguir mirando hacia adelante a las cosas positivas que le ha dado su carrera, girando por México y Latinoamérica, lanzando nueva música y colaborando con otros amigos y artistas para quienes ha sido una influencia directa dentro del folk contemporáneo.
Con más de 15 años de trayectoria, el cantautor cachanilla recientemente regresó a Hermosillo para grabar un tema en colaboración con Dámaris Bojor y aprovechó para dar un concierto en la ciudad que tanto le ha correspondido de vuelta.
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En su presentación del pasado jueves 8 de febrero en el London Pub, Cirerol rápidamente encendió los ánimos de todos los presentes con canciones de culto que su base fiel de seguidores ha hecho propias como “Eso es correcto, señor (yo vengo de Mexicali)”, “La muchacha de las tierras lejanas”, “Se vale soñar”, “La florecilla”, “Rostros vendidos”, “Eres tan cruel” y “Metanfeta”, entre muchas otras.
“Para mí es una gran gratificación, el hecho de que lugares que no esperas de pronto se vuelven emblemáticos de tus recorridos anuales. Cuando me preguntan cuáles son mis mejores plazas lo digo: en Hermosillo, Tijuana y Mexicali nos va muy bien y en Ciudad de México otro tanto”, apunta en entrevista.
Para él, la región de Sonora ha marcado de manera muy especial su trayectoria artística y su vida personal.
“Mi historia con Sonora es muy importante, porque aquí fue donde se me dieron las primeras oportunidades para tocar bajo un pago”, revela al recordar que fue el conductor de radio hermosillense Gallo Negro uno de los primeros en abrirle las puertas en Hermosillo, lugar donde pronto forjó una serie de amistades y colaboraciones musicales, como el EP Nomás sirvo pa’ cantar, su colección de cinco sencillos grabada en esta ciudad en 2010, con Memo Ibarra de Hong Kong Blood Opera.
Además está la conexión familiar, pues su madre Blanca Romero es originaria de la sierra norte del estado.
“De ahí de Huásabas, entonces la cultura ahí en la casa fue muy sonorense, que mi mamá nos la inculcó mucho. Por eso cuando vengo a Sonora siempre es bonito, visitando amigos y pasándolo chilo. Y así andamos al cien”.
Hacerle justicia al rock independiente
Tras su presentación en Hermosillo, Juan Cirerol volverá a enfocarse en la composición de nuevas canciones, algunas de las cuales conformarán su próxima producción discográfica, lanzada tentativamente en algún punto del 2025.
“El disco completo lo voy desarrollando con toda la calma, no tengo ninguna prisa, quiero que salga bien, porque aparte va a ser un disco de rock, eso es lo interesante, como de rock/pop, un poco de rock suave, como le llaman algunos, cosas como muy tranquilitas, pero con la esencia del rock independiente. Quiero irme hacia ese lado, porque pertenezco a ese ámbito y quiero hacerle justicia”.
Este afán ya se venía anunciando desde el lanzamiento en junio pasado de “Vuelo cancelado”, su sencillo que marcó esta nueva etapa musical, en la que añadió una batería y una instrumentación más uptempo que fue bien recibida en las plataformas digitales.
Y si ya en los inicios de su carrera Cirerol confesaba a viva voz sus influencias que iban de Bob Dylan y Johnny Cash hasta los ídolos de los corridos mexicanos Miguel y Miguel y Carlos y José, para esta nueva etapa afirma estar escuchando a Los Temerarios, Andrés Calamaro, Black Lips, Mazzy Star y The Smiths.
De igual manera se encuentra trabajando con Abelardo Vázquez, exintegrante de Vázquez Sounds, en canciones independientes que probablemente se publicarán previo al lanzamiento de su nuevo disco.
En cuanto a sus próximos conciertos, el músico retomará el ritmo que el año pasado le hizo presentarse en 30 fechas en todo el país y nueve más en Chile, con una forma de trabajar que emana del Do It Yourself, manejando el proyecto únicamente entre él y su mánager Edwin Urzúa.
“A mí no me ha tocado hacer giras en la regla más estricta de la industria, que es abrir toda la gira y presentar el disco nuevo en cuestión. Yo siempre estoy con agenda abierta, nos aventamos de tres en tres, pero sí quiero hacer algo todavía más sólido para los próximos años. Ahora vamos a ir a Veracruz, vamos a abrir una fecha en Bogotá. En Colombia nos va muy bien, tenemos la confianza de que ahí va a haber un show parecido al que podría tener en Hermosillo”.
De segundas oportunidades
Recientemente, la carrera de Juan Cirerol quedó encapsulada en “Diamante en el mapa”, la serie de documentales producida por Enumma Studios que retrata la vida y obra de músicos de diferentes puntos del país.
En el episodio conducido por Clemente Castillo, vocalista y guitarrista de Jumbo, se abordan detalles muy íntimos y puntuales sobre su vida personal y su trayectoria en la industria musical, la cual ha sido referencia para otros artistas folk como Ed Maverick y Kevin Kaarl, hasta la nueva camada del regional mexicano, abriendo un camino en el que demostró que los corridos podían resonar en una audiencia con mayor afición por la música alternativa, el punk y (en el caso de los nuevos ídolos de los corridos tumbados) el rap y el hip hop.
Sin embargo, Cirerol no acepta del todo el crédito: “Ha habido gente más adelantada. Agradezco mucho que tanta gente me haga el honor de considerarme alguien que se adelantó, pero ha habido muchos otros, desde Los Lobos hasta Jaime López, inclusive Café Tacvba con 'Ingrata'”.
Sí reconoce, sin embargo, haber irrumpido en la escena poco antes de que el furor por los corridos mexicanos se convirtiera en un fenómeno global.
“Pero ha habido muchos otros”, reitera. “La música mexicana siempre ha estado en el interés de ciertos rockeros y yo me siento bien de que por ahí del 2008, cuando inicié, a lo mejor eso ya se había diluido un poco y quedé dentro de un lugar privilegiado en el que dicen 'Mira, Juan es el que empezó con esto, ¿no?'. Al menos en esta parte del tiempo. Para mí son honores a la carrera de uno y cómo no lo voy a recibir con cariño y con agradecimiento”.
Lo acepte o no, la importancia de Juan Cirerol en la historia de la música mexicana de este siglo es ineludible, siendo reconocido en múltiples ocasiones por colegas y otros grandes de la música como la banda chilena Los Tres, y exportando antes que nadie los corridos mexicanos en festivales internacionales como el South By Southwest en Texas, Estados Unidos; El Mapa de Todos y el Rec Beat en Porto Alegre y Recife, Brasil, respectivamente; el Festival Rock al Parque y Estereo Picnic en Colombia; y el Celtic Connections en Escocía.
A ellos se le han sumado varias presentaciones en algunos de los festivales nacionales más importantes como el Vive Latino, el Coordenada, el Machaca y el Pa’l Norte.
“A veces me cuesta algo de trabajo creerlo, porque sinceramente no esperaba que fuera a trascender de esta manera”, afirma.
Y pensar que hubo un tiempo reciente en el que pensó en abandonar la música y dedicarse a cualquier otro oficio, pero su guitarra y los fans lo llamaron de vuelta.
“Soy un personaje público pequeño o mediano, y a veces eso ha mermado mi salud mental. Entonces he estado trabajando mucho también en lo personal para transformar esto en algo positivo. Veo a otros músicos que a lo mejor no les afecta tanto, pero a mí durante algún tiempo me afectó psicológicamente el tener este trabajo tan privilegiado. Los privilegios que la sociedad te da al ser artista son grandes, pero tienes que tener mucha entereza mental y una buena apreciación de la realidad”.
Este reconocimiento del que habla llegó con su buena dosis de drama y polémicas por la forma en que conducía su carrera, situación que cada vez queda más atrás.
“Es fácil salirse de la realidad cuando tienes un oficio que implica estar en los medios, en las cámaras y en cosas de este tipo. Y ahorita me siento muy centrado, muy tranquilo, disfrutando mucho de lo que hago, conociendo a gente muy bonita, muy cálida, muy a toda madre”.
¿El mensaje para toda la gente que lo ha seguido y continúa acompañándolo en esta nueva etapa de su vida?
“Un simple, pero un inmenso gracias por tenerme en sus corazones, porque verás cómo me escribe gente diciéndome: 'Tú has sido parte del soundtrack de mi vida, tú me ayudaste a salir de una depresión, tu música marcó una relación que tuve'. Eso es algo muy impresionante, que la gente te hable con tanta sinceridad y con tanto amor. Y es que el amor que yo he recibido de la gente es inconmensurable. Me cuidan, y gente que a veces no conozco, pero que me tienen mucho cariño”.
Dice que esta situación lo ha hecho aprender mucho sobre la condición humana y sobre cómo el amor se refleja a través de las personas.
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“Porque viene de aquel poder más grande de la naturaleza, por decirlo así, y nosotros somos sus hijos. Así como dice la canción de The Beatles, 'Mother Nature's Son'. Me parece algo muy hermoso apreciarlo desde esa perspectiva, decir: 'Qué bonito estar en este mundo y disfrutar de este tipo de cosas', que la música a través de las frecuencias de sonido pueda causar este tipo de reacciones en la gente y es algo por lo cual yo doy gracias”.
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