En 1961 el reconocido actor japonés Toshiro Mifune llegó a México para reemplazar a Pedro Infante en el filme “Ánimas Trujano” donde su personaje era un indígena oaxaqueño. Toshiro nació en la provincia de Qingdao, China en 1920, hablaba chino y japonés pues su familia había emigrado de Japón a China.
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Formó parte del Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial, posteriormente se dedicó a la actuación, sin embargo, esta profesión era poco respetada en el país conservador.
Participó en 152 películas, por tal motivo se convirtió en uno de los actores más importantes de Japón, asimismo en México fue reconocido por su valioso e importante protagónico en Ánimas Trujano, un filme dirigido por el director Ismael Rodríguez.
La historia fue basada en la novela “La Mayordomía” de Rogelio Barrigas, la historia relata la vida de un indígena oaxaqueño que era alcohólico y que aspira a convertirse en mayordomo de su pueblo. Fue en el año 1961 cuando se estrenó Ánimas Trujano, siendo el único filme donde participó Mifune en México.
Para lograr la realización de la película, el actor japonés aprendió los diálogos fonéticos, sin embargo, no fue quien prestó la voz para dar vida al filme, pues solamente era un hablante de su idioma chino y japonés. Fue el actor Narciso Busquets quien dobló la voz y con el gran trabajo actoral que realizaron en equipo nadie se imaginó que se había hecho un doblaje.
Cabe mencionar que al inicio se había contemplado a Pedro Infante para ser el protagonista de la historia, pues ya se conocía su trabajo en otros filmes como Nosotros los pobres (1948) y Tizoc (1957), las cuales eran dirigidas por el mismo director, pero ante su fallecimiento buscaron un reemplazo y fue así que se eligió al actor de origen japonés.
Ismael Rodríguez quería garantizar la venta del filme a nivel internacional con la participación de Mifune, pues con la muerte del actor mexicano buscó un actor que lograra una película taquillera.
En abril de 1961 cuando Mifune llegó a México portando su traje tradicional japonés montsuki haori hakama, pero fue hasta mayo cuando comenzaron el rodaje en Oaxaca, destacando el trabajo actoral del japonés, quien no hablaba español.
El lanzamiento de la película fue un éxito, lo que la llevó a convertirse en el segundo filme mexicano en ser nominado a los Premios Óscar en 1962, asimismo fue nominado a los Premios Globo de Oro. Por otro lado, Gabriel Figueroa ganó el premio principal del Festival de San Francisco por su trabajo fotográfico.
Toshiro Mifune cobró diez mil dólares por su trabajo, esta era una cantidad baja a comparación de lo que ganaba en Japón y Estados Unidos, pero compartió que aceptó la interpretación “porque tenía muchas ganas de trabajar en el bello México de gran tradición y porque la historia y el personaje de Ánimas Trujano le parecieron muy humanos”.
Finalmente durante su visita a México visitó al entonces presidente Adolfo López Mateos, a quien le obsequió una pistola japonesa. Sus compañeros lo consideraban un caballero, ya que mencionó que filmó la obra en honor al fallecido Pedro Infante.
También creó un fuerte lazo de amistad con la actriz mexicana sonorense Columba Domínguez, con quien mantuvo comunicación después del estreno y en una de sus cartas le escribió.
“Viví con ustedes nuevas sensaciones que la vida ofrece en lo espiritual y en lo material. Tuve la satisfacción de encontrarme con ustedes mexicanos, en su propia tierra, tierra que les ha dado lo que el pueblo mexicano vale y al que respeto y quiero como a mi propio Japón”.
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Finalmente Mifune se casó en el año 1950 y tuvo dos hijos. En 1997 falleció en Tokio, Japón, debido al cáncer de páncreas que padecía, su cuerpo se encuentra en el cementerio Shunjuen ubicado en Kawasaki, Kanagawa, Japón.