Las primeras víctimas de intoxicación por monóxido de carbono debido al uso de anafres u hornillos para calentar el ambiente, durante esta temporada, al parecer ya se presentaron en la ciudad de Nogales, aunque aún no han sido confirmadas.
Ricardo Vásquez Aguayo, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), indicó que este caso se presentó durante el paso de los frentes fríos 10 y 11, en los últimos días de octubre, los cuales se empalmaron y provocó bajas temperaturas en la ciudad fronteriza.
Explicó que el hecho ocurrió, pero son las autoridades de Salud, así como la propia Fiscalía General de Justicia del Estado quienes deben de determinar la causa real de la muerte, aunque todo parece indicar que es por intoxicación por monóxido de carbono, aunque no reveló mayores datos sobre número de personas, sexo o edad.
"Esos datos los maneja el sector salud, hay un periodo de investigación que ellos manejan para ver si falleció por eso o no, para ver cuál fue la causa; pero sí tenemos ya el antecedente en la ciudad de Nogales de personas fallecidas por monóxido de carbono", señaló.
Aunque se espera un repuntes en las temperaturas máximas una vez concluya el paso del frente frío número 12, el cual a diferencia de sus antecesores ha sido lento, es necesario que las personas recurran a otro tipo de sistemas de calentamiento, pues el monóxido de carbono es sumamente dañino para la salud y puede resultar fatal.
"El asesino silencioso, como le decimos nosotros, hay que estar muy al pendiente porque esta gente genera calor, lo mete a su domicilio, cierra la casa, deja sin ventilación, y esa parte es la que nos puede traer problemas a la salud", manifestó el coordinador.
Los anafres son sistemas de calentamiento rudimentario, en los cuales las personas ponen a arder leña para calentar el hogar, pero el humo que desprende la madera quemada es lo dañino al estar en un lugar cerrado sin ventilación.
Vásquez Aguayo indicó que regularmente las personas las dejan durante la noche, cosa que no deberían de hacer, pero una vez en un lugar cerrado, el monóxido de carbono ayuda a que se consuma más rápido el oxígeno, por lo que al faltar la persona ya no despierta, pues muere intoxicada.
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"Para empezar se nos acaba el oxígeno del cuarto y al momento que hace falta el oxígeno, la gente empieza a sentir somnolencia, sueño, la persona se queda dormida, no siente ningún dolor, pero desgraciadamente puede fallecer o terminar en una intoxicación grave", afirmó.
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