En el último mes, el sistema de presas de Sonora ha perdido 5.5% de su almacenaje, con una reducción diaria de aproximadamente 0.2% y de mantenerse esta tendencia, por los siguientes tres meses, para junio habrá un déficit del -1.1% en el almacenamiento, aunque los especialistas esperan que las presas se recarguen a partir de julio.
Desde el 8 de enero al 8 de marzo de 2024, se ha reducido 11.79% el nivel de almacenamiento de las presas, con un descenso en el nivel de 6.29% entre el 8 de enero y el 8 de febrero y de 5.5% entre febrero y marzo.
En el último mes, la tasa de pérdida de agua fue de 1.2% en promedio por semana, según se puede contabilizar en el reporte diario que difunde Conagua Sonora, elaborado por la Dirección Técnica del Organismo de Cuenca Noroeste (OCNO) con información hidrométrica, climatológica y de presas del citado organismo.
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Al 8 de enero, el Sistema de presas de Sonora estaba a 27.19% de su capacidad de almacenaje; la cifra bajó al 20.9% para el 8 de febrero y al 8 de marzo, el dato difundido era de 15.4% de nivel de almacenamiento de las 10 presas de la entidad.
De mantenerse la tendencia del último mes, el nivel de almacenamiento podría descender al 9.9% para el 8 de abril; al 4.4% para el 8 de mayo y para el 8 de junio habría un déficit del -1.1% de todo el sistema de presas en Sonora.
Al 8 de marzo, el sistema de presas de Sonora tiene almacenadas mil 348.9 millones de metros cúbicos de recurso hídrico, de una capacidad total de 8 mil 630.5 millones de metros cúbicos en los 10 embalses.
Todavía hay mantos freáticos
Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora, especialista en tema del agua señaló que las zonas más afectadas por el agotamiento del agua de las presas será la agricultura de riego, pero las ciudades, en específico Hermosillo puede sobrevivir recurriendo a los acuíferos subterráneos, en lo que se recargan las presas.
“Depende del consumo del agua. La principal afectada por la reducción del almacenamiento de las presas es la agricultura de riego. Si es en El Novillo y El Oviachic, es el distrito de riego del Valle del Yaqui. Si es El Mocuzari, es el Valle del Mayo y aquí no hay tanta agricultura, desde el norte de Guaymas no hay agricultura de riego”, comentó en entrevista para El Sol de Hermosillo.
El especialista precisó que en el caso de Hermosillo, el 30% del agua que se suministra a la ciudad capital proviene de las presas del Novillo y el Molinito.
En 2023 la ciudad consumió 126 millones de metros cúbicos y el año antepasado fueron 130 millones de metros cúbicos, de los cuales la presa El Novillo aporta 30 millones de metros cúbicos y el Molinito surte 15 millones de metros cúbicos al año, quizás un poco más.
El restante 70% del agua, alrededor de 80 millones de metros cúbicos al año, -dijo- provienen de los mantos freáticos, o sea del agua subterránea o acuíferos que hay en la Mesa del Seri, La Victoria y esa zona de captación.
“¿Qué pasa si se agota el agua de El Novillo o de la presa El Molinito? Lo que van a hacer es seguir sobreexplotando el agua subterránea. Igual va a suceder en otras ciudades, que dependen más de esta fuente de agua, que de las presas. Al sur de la ciudad le va a hacer falta el agua de El Molinito, pero simplemente van a tener que recurrir a los mantos freáticos, aunque con ello se afecta a estos acuíferos que ya están sobreexplotados”, destacó.
Pineda Pablos reconoció que hay incertidumbre de hasta donde se les puede bajar el nivel a los pozos, o si pueden empezar a dar problemas los pozos, pues entre más profundos, el agua contiene más minerales, más metales pesados, y puede no ser buena.
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“Con el agua subterránea puede salir adelante la ciudad al menos este año, mientras se recargan las presas en julio o agosto”, remató.
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