Las tradiciones y costumbres de la etnia Yaqui son muy variadas. La danza del venado es uno de sus elementos culturales más representativos, así como también las celebraciones de cuaresma, el viacrucis, las fiestas de la Santa Cruz y muchas otras. Pero algo que también es característico es la celebración de Día de Muertos, donde realizan varios rezos y ceremonias de honor, así como la colocación de los tradicionales tapancos.
Pero, sin duda, algo que también llama la atención a quienes suelen visitar los pueblos yaquis, es el panteón tradicional que se encuentra a las afueras de sus iglesias. Y es que, la mayoría de los pueblos tienen un pequeño cementerio justo enfrente de su iglesia y también cercano a la Guardia Tradicional, donde se realizan ceremonias y se toman las decisiones importantes para el pueblo.
Dicho camposanto tiene un significado especial para los habitantes de la etnia, pues es en ese lugar donde descansan los restos, no solo de los seres queridos, sino también de aquellos que cumplieron algún cargo importante dentro de la tribu, principalmente relacionado con la iglesia y temas de tradiciones, como los llamados maistros, los matachines, las cantoras, monajas, pilatos, Alpes, los cabos, entre otros.
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Las principales tumbas de estos cementerios están destinadas a dichas personas, que ganaron en vida un reconocimiento por su compromiso y dedicación, y por lo cual también en el momento en que fallecieron se les realizaron las ceremonias de honor que otorga la etnia.
Adaptaciones necesarias
En el caso particular del pueblo de Torim, desde hace poco más de 50 años no se ha sepultado a nadie ahí, debido a que la iglesia se encuentra arriba de un pequeño cerro, por lo que la tierra donde están las tumbas se ha erosionado con el tiempo. Los restos de los seres queridos de los habitantes del pueblo descansan en el nuevo cementerio, sin embargo, se siguen guardando lugares especiales para quienes cumplen algún compromiso con la etnia.
Otra de las razones por las cuales ya no se utiliza el panteón tradicional, es debido a que, en las ceremonias de cuaresma, los llamados fariseos o chapayekas transitan por dicho lugar para ingresar a la iglesia, por lo que cada año, previo a las fechas, las cruces de madera son removidas del lugar para evitar inconveniente, y luego son recolocadas, una vez pasan las festividades.
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Sin embargo, debido a esta actividad, con el paso de los años muchos de los nombres de quienes están sepultados se han perdido.
Durante la noche de velación de Día de Muertos, el 2 de noviembre, los panteones yaquis se llenan de velas, flores reales y de papel, ofrendas de comidas y bebidas tradicionales, entre otras cosas. Las familias pasan la noche en el cementerio esperando a los maistros y a las cantoras para que realicen los rezos tradicionales de la etnia, que suelen ser en lengua Yaqui y en latín.
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