De acuerdo con el Censo Poblacional 2020, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta esa fecha había un total de 481 mil 623 personas con discapacidad en Sonora; lo que equivale al 16.4% de la población total de la entidad.
El estudio detalla que, de ese total, 145 mil 473 personas tienen una discapacidad motriz y problema o condición mental, de las cuales el 52.9% son mujeres y 47.1% hombres.
Actualmente en Hermosillo existen alrededor de 40 mil personas con discapacidad, las cuales hoy luchan por ser visibilizadas no sólo como parte de la sociedad, sino como un empleado más que puede potencializar una empresa igual o mejor que cualquier otra persona.
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Aun así, los centros de trabajo ya sean privados o públicos, no están obligados a contratar personal por el simple hecho de presentar alguna discapacidad, pues estos también deben cumplir con los requisitos solicitados en las vacantes que se presentan, es decir, deben estar capacitados para poder realizar el trabajo que se requiere.
Jannette Molina, directora del Consejo Municipal de Discapacidad, compartió para El Sol de Hermosillo que la ciudad ha logrado grandes avances en cuanto a los derechos de las personas con discapacidad, no sólo en el ámbito de inclusión dentro de las empresas, sino en la accesibilidad de vías públicas, centros comerciales, restaurantes, escuelas y demás.
“La carta de presentación de una persona ante una empresa no puede ser su discapacidad, se tiene que buscar en cómo, qué, y porqué es bueno para una empresa, aun así, muchos establecimientos contratan por el logo de Empresa Socialmente Responsable, que dentro de sus estatutos hay que palomear y ser inclusivo, lo hacen de verdad por querer contribuir y sumar, y siento que cada vez hay más”, detalló.
Jannette recordó que hace unos años, la Ley para la inclusión de personas con discapacidad del Estado de Sonora fue modificada para que el 3% de la nómina total en una empresa corresponda a personas con discapacidad, ya que anteriormente se estipulaba sólo para un 2 por ciento.
“Tengas o no discapacidad, cuando haces una inclusión bien hecha y con un perfil bien hecho, las personas duran mucho más en su trabajo en comparación a cuando nomás se contratan como adornos en las oficinas”, puntualizó.
Perfiles cada vez más capacitados
La directora aseguró que actualmente, gracias a los avances sociales y tecnológicos, los jóvenes que presentan algún tipo de discapacidad tienen mayores oportunidades de prepararse con alguna carrera o profesión, echando mano de las herramientas que existen como el Internet, para poder obtener conocimientos y habilidades, algo que anteriormente era más complejo.
Gracias a ello, dijo, es que hoy en día pueden acceder a mejores oportunidades laborales, sin que su discapacidad sea un impedimento.
Así mismo, reiteró que no sólo se trata aceptarlos dentro de la empresa, sino que, además, ésta debe cumplir con las normas de accesibilidad para que el tipo de discapacidad que presenta la persona se adapte a las condiciones de infraestructura, los cuales van desde rampas y hasta el ancho de las puertas de acceso o baños.
“Cada discapacidad tiene su barrera y hay que saber tratar a cada persona, por eso es importante dar pláticas en cada una de las dependencias porque se debe preparar el terreno para que las personas no se sientan rechazadas sino más bien aceptadas, porque a veces hay lugares donde es tanta la falta de empatía que ellos mismos prefieren renunciar”, mencionó.
Predomina discapacidad neuromotora
Por otra parte, de acuerdo con información del DIF Sonora, el tipo de discapacidad que predomina en la entidad es neuromotora con poco más de 30 mil casos; le siguen las discapacidades intelectuales, audiovisuales, auditivas, psicosociales y de lenguaje.
La mayor cantidad de personas con discapacidad en Sonora se encuentran en edad adulta, siendo apenas un pequeño porcentaje de quienes se encuentran entre los 0 y los 17 años.
Con poco más de 17 mil personas con discapacidad, Hermosillo se posiciona en el lugar número uno entre el resto de los municipios de Sonora, seguido por Cajeme, Guaymas, Nogales y Navojoa.
Emprender para subsistir
Pese a las estadísticas y lo que determina la Ley, aún es complicado para muchas personas con alguna discapacidad obtener un empleo formal, por lo cual se ven obligados a establecerse en la informalidad e inclusive a emprender sus propios oficios o negocios para así poder mantenerse y solventar los gastos de su día a día y de sus familias.
Ramón Loaiza es un hermosillense, que después de un accidente perdió la pierna derecha, lo que lo obligó a utilizar una silla de ruedas, situación que limitó sus oportunidades laborales, por lo que decidió emprender con la venta de rosas y girasoles en el centro histórico de la ciudad, así como en algunos antros y zona hotelera.
“Empecé a vender flores cuando me accidenté, mi esposa me dijo que podía vender rosas y girasoles, es lo más fácil para poder salir adelante porque ahorita aquí ya no dan trabajo casi dónde uno pueda tener seguro algo o una parte donde se tengan más facilidades económicas”, mencionó.
El señor con discapacidad motriz confesó que en varias ocasiones presentó solicitudes de trabajo en distintos lugares, sin recibir aceptación alguna, hasta que tuvo que comenzar a crear oportunidades por su propia cuenta.
“En la venta de las flores me va muy bien, casi siempre logro venderlas todas y sacar para la comida y pasarla bien, pero todos los días trabajo”, aseguró.
Programa “Yo puedo”
Por su parte, la titular de DIF Sonora, Lorenia Valles Sampedro, detalló que en 2022 se logró atender a más de 110 familias donde alguno de sus integrantes tiene alguna discapacidad, esto mediante el programa “Yo puedo”, que tiene como objetivo apoyar con proyectos productivos a personas con discapacidad para que puedan tener una mayor autonomía.
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“Sabemos que es muy importante para las personas con discapacidad lograr el más alto grado de autonomía posible y tener ese sentido de pertenencia y productividad que nos parece muy importante acompañarlos”, expresó.
Valles Sampedro señaló que, para este año, la inversión registrada para el programa “Yo puedo”, es de 3.5 millones de pesos.
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