De los 900 parques que se tienen en la capital sonorense, al menos 218 de ellos se encuentran a cargo de distintas familias hermosillenses, mismos que se encargan de su mantenimiento, además de su vigilancia, informó Norberto Barraza Almazán.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL EN UN SOLO LUGAR Y DESDE CUALQUIER DISPOSITIVO ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
El director de Servicios Públicos Municipales, declaró que este programa de adopción se debe a que el personal de la instancia se encuentra limitado, por lo que se decidió involucrar a la ciudadanía a base de incentivos y de esta manera fomentar un compromiso con estos espacios en las familias de la ciudad.
“Para que el ciudadano capte, el chiste no ensuciar y cuidar los árboles en el parque, por eso es que nosotros desde el inicio de la administración vimos la necesidad de hacerlo de una forma sistémica y que de alguna forma acarree un compromiso, una motivación, por eso es que a las personas que adoptan el parque no pagan agua y predial al 100%”, explicó.
El funcionario municipal manifestó que los espacios que se encuentran actualmente adoptados por las familias, están ubicados en las colonias Alto Valle, La Caridad, Puerta Real, Oasis, Revolución, Bella Vista, Encinos, Montecarlo, Las Lomas, Las Peredas, Costa del Sol, Villas del Sur, entre otras.
Asimismo, mencionó que el personal de la dependencia supervisa y apoya a los vecinos, con el objetivo de que estos lugares se encuentren en el mejor estado posible, cumpliendo con todos los cuidados que estos requieran.
“La gente no puede muchas veces, muchas de las personas encargadas de parques son personas mayores, esto los ayuda a mantenerse ocupados; durante la pandemia hemos sido tolerantes en este sentido, porque no se pueden exponer mucho, nosotros supervisamos, nos damos una vuelta cada mes para que el parque esté en condiciones y hacerle bueno lo que es el recibo del agua”, señaló.
Barraza Almazán aseveró que, para brindar un mantenimiento adecuado a estos espacios, estima un promedio de mil 500 a 2 mil pesos, sin mencionar el proceso de riego, mano de obra y otros cuidados que se requieren para mantenerlos en un buen estado.