La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que cada 31 de mayo se celebraría el Día Mundial Sin Tabaco, con la finalidad de generar conciencia sobre las repercusiones y el daño que genera este producto nocivo para la salud, no sólo para las personas que lo consumen, sino para quienes se encuentran cerca de quienes lo hacen de manera frecuente.
El daño que causa un cigarro en la salud es el mismo en quienes son pasivos como en quienes son activos, al causar principalmente diferentes tipos de cáncer, según lo indica el doctor José Luis Garibaldi Zamora, director general de Salud Mental y Adicciones, de la Secretaría de Salud en Sonora.
El especialista en el tema señaló que en México existe un aproximado de 15 millones de personas que consumen tabaco de manera directa, y por lo menos 38 millones lo hacen de manera involuntaria, es decir, que se encuentran cerca de fumadores y terminan inhalando el humo.
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“Esto implica que más del 100% de las personas consumen el tabaco de manera involuntaria, por eso mismo se sigue trabajando en reformas de Ley para proteger a la población de aquellos que consumen tabaco y que indirecta e involuntariamente pueden perjudicar el estado de salud de los demás”, explicó.
Fumadores inician a temprana edad
Hasta el año 2017, Sonora se encontraba en el puesto número 17 a nivel nacional en consumo de tabaco, esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat), elaborada por la Comisión Nacional contra las Adicciones.
“De tal manera que en el país consumen de manera frecuente tabaco alrededor del 17.6% de la población, mientras que en Sonora se consume un 0.6% menos, es decir, alrededor del 17% de la población,”, mencionó Garibaldi Zamora.
De igual forma, señaló que de ese 17%, se considera que el 3.4% de las personas que consumen tabaco en el Estado son adolescentes, por lo que se toma una postura sumamente estricta con respecto a la prohibición y venta de cigarros de nicotina a este sector.
Detalló que se tiene identificado que alrededor del 70% de las personas que consumen tabaco, indican que se iniciaron como fumadores desde temprana edad, en promedio entre los 14 y los 19 años.
Por otro lado, el doctor Garibaldi Zamora, expresa que se ha minimizado el riesgo y las consecuencias de los cigarros electrónicos o el vapeo, el cual se trata de un tipo de consumo que también afecta a la salud.
“El contenido de los cigarros electrónicos y vapeadores, tienen por lo menos 20 sustancias químicas que también son cancerígenas en personas predispuestas y por esto no se debe minimizar el riesgo que esto representa”, reiteró.
En Sonora la media en cuanto a la edad de fumadores es de 17 años y en su mayoría, las personas que consumen vapeadores es porque iniciaron con tabaco, el cual es desplazado al escuchar sobre sus afectaciones y deciden acudir con un nuevo producto de vapor al pensar que representa menor riesgo, lo que conlleva a una idea inadecuada, puesto que la posibilidad de que desarrollen algún tipo de cáncer en personas genéticamente predispuestas, es muy similar al consumo del tabaco pues se trata del tipo de químicos involucrados en el consumo.
Afectaciones en fumadores indirectos
La Asociación Española de Toxicología habla sobre los efectos tóxicos del tabaco en fumadores pasivos, los cuales se refieren a quienes no son fumadores, pero se exponen a los productos de combustión del tabaco en ambientes cerrados.
Señala que el humo del tabaco ambiental proviene una parte del que es exhala por el propio fumador y otra parte del humo que se desprende en cada calada, y su grado de contaminación dependerá del número de fumadores activos que se encuentren en un mismo sitio, así como la intensidad del humo y la ventilación con la que se cuente.
Gracias a estudios como los que realizó la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), hoy se puede confirmar que la toxicidad externa es tan importante como la que genera la corriente principal, ya que contiene numerosas sustancias citotóxicas, hidrocarburos aromáticos, policíclicos, aminas aromáticas, hidrocarburos, metales pesados, entre otros que suman alrededor 70 mil químicos, de los cuales por lo menos 70 son cancerígenos.
“Este impacto en la salud invariablemente dependerá en mucho de la predisposición y la vulnerabilidad genética de las personas, de tal manera que quienes de manera involuntaria inhalan el consumo de tabaco y al ser ellos portadores de una vulnerabilidad elevada para desarrollar un tipo de cáncer, quedan en una posición de riesgo muy similar a quienes lo consumen de manera directa”, expresó el médico especialista.
La principal afectación es contraer cáncer en cualquiera de las vías por las que pase el humo, desde la boca, lengua, laringe, faringe, pulmón y, además, otros problemas como lo son enfisema, tuberculosis y el envejecimiento prematuro, el cual abre puerta a enfermedades de etapas más avanzadas de la vida como lo son la hipertensión y diabetes que se desarrollarán en un momento más temprano del ciclo vital.
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Por último, el doctor comparte que la forma correcta de dejar de lado la adicción al tabaco, no es sustituirlo por otro producto de similar riesgo como lo es el vapeador, sino buscar estrategias que ayuden a tomar una sensación de tranquilidad sin que genere consecuencias dañinas.
“Lo que más se recomienda es participar en interacciones y convivencias sociales, lecturas enriquecedoras o inclusive en técnicas de relajación y oración, las cuales ayudan a que la persona se relaje”, concluyó.
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