Durante su segundo siglo de existencia entre 1800 y 1900, lo hoy conocido como Hermosillo vivió uno de los momentos más importantes para su desarrollo, ya que recibió su nombre actual y fue consolidada como la ciudad capital de Sonora.
Antes de convertirse en una ciudad en 1828, los cerca de 3 mil habitantes de la Villa del Pitic se concentraban principalmente en la zona centro, alrededor de la que en la actualidad es la Plaza Zaragoza y el Cerro de la Campana.
Ignacio Lagarda Lagarda, cronista municipal, declaró que cuando inició el movimiento de independencia en 1810, Miguel Hidalgo y Costilla solicitó al insurgente independentista José María González Hermosillo acudir al Noroeste de México para llevar la lucha a esa región.
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En ese momento, Sonora formaba parte de una provincia virreinal española de Nueva Navarra, mientras que en la Villa del Pitic sus principales habitantes eran personas pimas, seris, yaquis y españoles.
Tras la guerra de independencia, en 1824 Sinaloa, Sonora y Arizona conformaron una sola entidad a la que se nombró el Estado de Occidente, cuya primera capital fue El Fuerte, pero fue en 1830 cuando Sonora y Sinaloa se independizaron.
Antes de esto, en 1828 la Villa del Pitic se convirtió en la Ciudad de Hermosillo, de acuerdo a un documento del Boletín Oficial y Archivo Histórico de Sonora que se encontró en Caborca identificado como la Ley original para este nombramiento.
“Para ese entonces la Villa del Pitic había crecido tanto que el Congreso la declaró con categoría de ciudad por el número de habitantes y se llamó Hermosillo en honor al insurgente independentista José María González Hermosillo que mandó Miguel Hidalgo a este territorio para traer la independencia y liberarnos del yugo español”, explicó Ignacio Lagarda Lagarda.
Hermosillo se convierte oficialmente en capital
Hermosillo se convierte oficialmente en capital el 14 de mayo de 1831, ya que Sonora se había separado de Sinaloa en 1830 después de que el diputado Antonio Almada y Alvarado propusiera esta división desde 1828.
Aunque los poderes del Estado se encontraban establecidos en Hermosillo desde 1830 por decreto del presidente Anastasio Bustamante, el 14 de mayo de 1831 se declaró capital de Sonora, pero un año después los poderes regresarían a Arizpe y luego a Ures.
Datos históricos de Hermosillo señalan que para 1838 había alrededor de 10 mil habitantes en la ciudad, incluso los seris se habían establecido en El Pitic donde cultivaban la tierra y otros más se posicionaron en la Isla del Tiburón.
Además de esto, entre 1836 y 1842 se construyó la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en el Centro, un templo católico de estilo gótico que fue edificado en la hacienda del matrimonio de Pascual Íñigo y Trinidad Húguez de Anza, quien era devota a la Virgen del Carmen.
A la par, en 1841 también se terminó de construir otro templo de gran importancia para los hermosillenses, el cual fue realizado en honor a San Antonio de Padua en lo que hoy se conoce como la colonia Las Granjas, convirtiéndose en la actualidad en dos inmuebles históricos de la ciudad que permanecen vigentes.
Una década después, Hermosillo enfrenta uno de los movimientos militares que marcaron su desarrollo, se trata de la toma de la ciudad por parte del conde Gastón de Rousset Boulbón el 14 de octubre de 1852.
Acompañado de cientos de militares franceses, busca apropiarse de este territorio con la intención de brindarlo a los Estados Unidos, pero durante su estancia en Hermosillo eligen La Alameda (Hoy parque Francisco I. Madero) como el sector donde se instalarían para bombardear la ciudad, hasta que Gastón de Rousset fue expulsado por el puerto de Guaymas, donde es derrotado en 1854 por el capitán José María Yáñez.
Otras de las obras que se realizaron en la ciudad durante su segundo siglo, desde su fundación en 1700, y que todavía se mantienen de pie es el templo de Nuestra Señora de la Candelaria que fue inaugurado en 1860 y el inicio de la construcción de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción en 1877, la cual se finalizó en 1907.
Textos históricos de Sonora resaltan que por decreto del vicegobernador Francisco Serna el 26 de abril de 1879 se cambia la capital nuevamente a Hermosillo de forma provisional, debido a que los poderes se encontraban fijos en Ures.
Hechos que marcaron la historia de Hermosillo
Por su parte, en 1881 nace en la ciudad Jesús García, quien se conocería como el Héroe de Nacozari 25 años después, al salvar al pueblo de Nacozari de una explosión que resultó de un accidente en la máquina 501 donde se transportaba dinamita.
El mismo año de su nacimiento, se inauguró el tramo del ferrocarril de Hermosillo a Guaymas, mientras que un año después se realizaría el tramo hacia Nogales completando la conexión desde el Sur hasta el Norte de Sonora.
Para 1883, cuando Hermosillo contaba con aproximadamente 10 mil habitantes, uno de los momentos cruciales de la historia local llegaría en septiembre con la presencia de los primeros brotes de la fiebre amarilla, que se recrudeció en 1824.
Información publicada por Gilberto Escobosa Gámez, ex cronista de Hermosillo, en octubre habían muerto 211 personas, además había más de mil enfermos, incluso en los cementerios había espacios establecidos para exclusivamente para las víctimas de esta enfermedad.
En sus textos, Escobosa Gámez expuso que José de Jesús Rico, obispo de Sonora en ese entonces, dejó de existir un 11 de agosto a causa de la fiebre amarilla, asimismo el gobernador del Estado, Luis Emeterio Torres, se contagiaría del virus, sobreviviendo a la epidemia.
El historiador escribió que es probable que la peste haya llegado por un barco norteamericano desde Mazatlán por el puerto de Guaymas y se esparció por la vía del Ferrocarril hasta Hermosillo, posteriormente a otras comunidades.
En lo que respecta al desarrollo urbano de Hermosillo, en 1898 llegó de forma oficial el servicio eléctrico a las viviendas de la ciudad, mientras que en 1899 fue inaugurado el alumbrado público.
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Fue un 12 de julio de 1897, detalló Ignacio Lagarda Lagarda, cuando comenzó el servicio de alumbrado público y privado con 200 bombillas en la Plaza Zaragoza, la calle Don Luis (hoy Serdán), y la calle Benito Juárez.
Aunado a esto se realizaron trabajos de pavimentación en vialidades del Centro, con ello se preparaba un impulso de la modernización que se aceleraría a partir de 1900.
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