El pasado fin de semana la locutora e influencer originaria de Magdalena de Kino, Gabriela Lizeth Talamante Cázarez, fue privada de su libertad en lo que es señalado como el más reciente caso de censura y violencia contra los medios en Sonora.
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Según detalla la página de Facebook Magdalena 632, fue el sábado 10 de abril mientras se dirigía a su trabajo en la estación de radio Toño 90.7, de la Cadena Larsa Comunicaciones, cuando la conductora fue interceptada por un hombre quien le obligó a conducir a un sitio alejado para después amenazarla por el contenido de sus redes sociales, incluyendo la página “La Vox”, que es de su creación.
En la publicación original también se adjunta un video en el que Talamante Cázarez muestra múltiples lesiones contundentes en el rostro y cuerpo, producto de lo que señalan fue una golpiza propinada por el responsable que todavía no ha sido identificado.
Según testimonio de la misma locutora, conocida popularmente como “Katana”, las lesiones físicas no se equiparan al trauma psicológico que le ha dejado esta experiencia, pues ahora teme que se vea amenazada su vida, siendo este además el segundo ataque sobre su persona luego de que anteriormente fueran filtradas una serie de imágenes privadas con el fin de atentar contra su integridad moral.
Hasta el momento los intentos por localizar Gabriela a través de redes sociales muestran que sus páginas personales ya no se encuentran disponibles, así como “La Vox", que aparenta haber sido dada de baja.
Se sabe que las autoridades ya trabajan en el caso, considerándolo no solo un ataque contra la libertad de expresión sino también violencia de género, agresión, intimidación y extorsión, pudiendo el responsable enfrentar una pena mínima de 10 años en prisión.
A finales del mes pasado el periodista Pablo Romero Chávez, responsable de la nota policiaca para una estación de radio en Guaymas, desapareció y no ha podido ser localizado, temiéndose que su caso al igual que el de Gabriela Talamante pueda unirse a los crímenes contra periodistas en México, que en 2020 alcanzaron su punto más alto promediando una agresión contra miembros de la prensa cada 11 horas, 8 de ellas terminando en asesinato.
Según un estudio publicado del Programa de Libertad de Expresión y Género de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), durante el periodo del 2002 al 2020 se registraron 989 agresiones contra mujeres periodistas en México, terminando 19 clasificadas como feminicidios. Hasta 70 de cada 100 mujeres que investigan la corrupción como línea periodística enfrentan agresiones.