En el albergue Casa Amiga la Nochebuena y Navidad, es algo especial, ya que también organizan la cena y sobre todo dan gracias a Dios por tener algo que brindar con la ayuda de familias que se ofrecen a otorgar.

Nunca faltan los tamales, el menudo, pastel, y hasta una copita de vino para el brindis, para quienes por azares del destino la Nochebuena y Navidad, los agarró en el albergue quienes son bien recibidos, convivencia que se realiza como si fueran todos de una misma familia a pesar de que no se conozcan de mucho tiempo.

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Los encargados del albergue, mencionan que gracias a la generosidad de las personas, desde sus inicios hace unos 20 años, fundado por la familia Fernández a la fecha siguen brindando el apoyo que la comunidad requiere a personas de la calle, migrantes o alguien que necesita de un techo donde dormir.

Quienes acuden al albergue, todos son bienvenidos con orden y respeto, lo cual se refleja en la sana convivencia que se presenta entre todos los que asisten y también laboran, por lo que se ven como una sola familia.

Una bonita Navidad entre todos

Ignacio Toledo Nolasco, administrador del albergue, contó para el Sol de Hermosillo que prácticamente es como su casa, ya que degusta con todos la Nochebuena y hacen oración de reflexión, para después pasar un rato de sana convivencia como si fueran una misma familia.

“Gracias a Dios la cena de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo, nunca falta quien nos apoye con tamales, menudo, sodas, café y hasta el pastel, donde organizamos un convivió y hacemos oración para dar gracias al creador”, expresó.

En ese sentido, recordó que desde días previos a la Nochebuena, se tienen llamadas de familias o personas interesadas en otorgar la cena, lo cual toman como una gran ayuda, para ellos seguir también apoyando a los que menos tienen.

Recordó que en el albergue se tiene una capacidad de 70 personas, quienes todas son bienvenidas, sobre todo en estas fechas de compartir el pan y un lugar donde pasar la celebración junto con otras personas que a pesar de que no son familias, se da una sana convivencia.

A diferencia de los días normales del año, el trabajo es atender de seis de la tarde a cinco de la mañana con alimento caliente, aseo personal y atención de oración, sin embargo en diciembre y sobre todo en Nochebuena y Navidad, se preparan un poco más para que la cena sea diferente y siempre alcance para todos, además de que se quedan unas horas más para el recalentado.

“Nosotros nos preparamos con base al contacto con otras organizaciones, familias, comercios y hasta productores agrícolas, para que nos proporcione alimentos, o bien no falta quien no otorgue el menudo, los tamales y hasta el champurrado, donde hacemos la reflexión y brindamos, igual en año nuevo”.

El albergue forma parte de su vida

El señor Ignacio nos comenta que para él teniendo mucho tiempo en el albergue, ya conoce a muchas personas que en ocasiones van de paso y aquí los reciben en fecha de Nochebuena lo cual es algo que lo llena de satisfacción el poder ayudar a los demás.

En mi casa en principio sí era difícil que entendieran todo el tiempo que pasaba aquí, pero con el paso de los años han visto mi labor, por lo que también el albergue lo considera su primera y segunda casa.

Aquí no hay riñas ni discusiones por un plato de comida, todos tienen su alimento, sin embargo en caso de que se dé una situación de esa naturaleza, le solicitamos que pase a retirarse.

Predomina el respeto, al ser la base de la función del albergue con el apoyo de tres personas que son de la calle, pero bien organizados, donde todos sabemos nuestra función en limpieza, cocina y administración.

Se cuenta con un espacio de identificación de personas extraviadas

De la misma forma como parte de los servicios que se otorgan, se cuenta con un espacio de identificación de personas que están siendo buscadas por familiares de otras partes del país, donde en ocasiones ya se han tenido buenos resultados en estas fechas de fin de año, con el reencuentro de quienes por mucho tiempo no tenían conocimiento de su paradero.

El proceso es que se mande una imagen de la persona que se está buscando y se coloca en un espacio, para que sea observado y alguien lo pueda identificar, lo cual gracias a este proceso, se han logrado encuentros que se dan aquí en estas fechas lo cual toman como un regalo.

“Nuestro mensaje de Navidad es que se tenga esa solidaridad con los que menos tienen aquí y en otras partes que también ayudan a la comunidad, ya que son muchos los albergues que en estas fechas requieren del apoyo de la comunidad, sobre todo cuando se trata de ayudar al prójimo”, finalizó.