La tradición en relatos y libros dicta que en un lugar estaba aquella familia de tres, conformada por María y José, con su bebé, Jesús, quien según las escrituras era el salvador del mundo.
Esto ocurrió en Nazareth a dónde, acorde a lo que se ha contado durante más de 2 mil años, muchos hombres y mujeres viajaron para conocer al recién nacido, entre ellos los famosos tres Reyes Magos.
Los relatos describen que en el cielo se vio una estrella que sirvió de guía a todos los viajeros, incluidos los reyes magos, y la bautizaron como la Estrella de Belén; sin embargo, la astronomía tiene una explicación científica de este avistamiento, un poco lejos del mito de ser la estrella más brillante del cielo o señal del nacimiento de Jesucristo.
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Pablo Loera González, encargado del área de astronomía de la Universidad de Sonora, explicó que la estrella de Belén pudo ser la conjunción de planetas y estrellas, y que los tres Reyes Magos más bien eran sacerdotes persas con conocimientos astronómicos que no les habría permitido identificar como guía para seguirla.
“Una conjunción es cuando los planetas se ven muy cerca entre sí, se empalman o se ven junto a una estrella, esto hace que se vea mucho más brillantes, y lo que pasa es que hay muchas conjunciones, cualquiera de ellas se pudo haber visto como algo relevante”, explicó.
El astrónomo detalló que en los años 2 y 3 antes de Cristo se registraron importantes conjunciones, como las de Júpiter y Regulo y Júpiter y Venus, que son los dos planetas más brillantes, lo cual debió ser llamativo y por consecuencia el origen del mito de la Estrella de Belén.
“Si estas personas eran lo equivalente a los sacerdotes astrónomos mayas en la versión persa, entonces ellos hubieran sabido muy bien de las conjunciones, así que no creo que les hubiera llamado la atención como para viajar; ciertamente, las hubieran observado, no necesariamente hubieran viajado, eso ya deber ser parte de algún otro componente”, expresó el científico.
Cada año, en el marco de las fechas de Navidad se presentan conjunciones, esta vez serán el martes 22 de diciembre, con Marte como protagonista y el domingo 25 de diciembre serán Venus y Júpiter, algo llamativo sin duda; sin embargo, será de muy difícil visibilidad por la posición de la misma; y finalmente, el 29 de diciembre, se tendrá una conjunción más en 2022, en la que podrán ser observados los planetas Mercurio y Venus.
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Si va a salir a observar estos fenómenos astronómicos no olvide abrigarse bien y de ser posible colocarse en un lugar con la menor cantidad de luz posible, para que pueda apreciar, no sólo las conjunciones, sino todas las estrellas en su esplendor.
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