La población con discapacidades neurodiversas en Sonora es de aproximadamente 20 mil personas, donde un gran segmento se encuentra en edad escolar y sin embargo no cuenta con las herramientas necesarias para integrarse al sistema educativo, por lo que la atención a este problema necesita verse reflejado en el presupuesto para el 2023, indicó Cervando Flores Castelo.
El integrante de la Red por la Discapacidad en Sonora señaló que para atender a las personas con diferentes condiciones, como síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, entre otras neurodivergencias, se requiere de una respaldo presupuestal en las áreas destinadas a su atención, como es la Dirección General para la Neurodiversidad.
Asimismo, resaltó la importancia de los estímulos destinados a las familias con algún integrante neurodivergente, conocidos como becaterapias, que consisten en un apoyo anual de hasta 14 mil pesos para ser utilizados terapias que se adapten a las necesidades de la persona con los fines de desarrollar las herramientas cognitivas para el aprendizaje optimo, siendo alrededor de 2 mil personas beneficiaras de este apoyo a nivel estatal.
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“Este es un ensayo que viene de una propuesta desde la sociedad, pero retomado en este caso por el gobierno. Entonces está adquiriendo las características de una política pública, pero hoy en día no están todos los niños que debieran estar, no es el recurso suficiente, pero podemos decir, y eso es buena noticia, que gracias a ese esfuerzo conjunto, hablamos de 2 mil personas a nivel estatal, posiblemente el otro año sean más niños y recursos”, dijo.
En ese sentido, las familias reciben un apoyo directamente para que puedan ejercerlo en terapias, las cuales suelen resultan bastante costosas para diferentes sectores de la población.
Por su parte, Natalia Navarro, coordinadora de Atención al Neurodesarrollo en Salud Mental, resaltó que según las estimaciones de prevalencia, existen en Sonora alrededor de 9 mil personas con autismo, pero si se suman personas con síndrome de Down, parálisis cerebral, discapacidad intelectual y la población general con alguna neurodiversidad, suman entre 18 y 20 mil personas.
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“No estamos considerando TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), porque actualmente no se considera una discapacidad, pero si se suma esta condición nos vamos a 40 mil personas de todas las edades. Lo que pasa es que es de por vida y requieren de atención”, agregó.
De tal forma, la Red por la Discapacidad en Sonora puntualizó que la necesidad de fondos presupuestales para atender la neurodiversidad es esencial, para que se contraten psicólogos en el sector Salud y que las comunidades tengan atención en este aspecto, de la misma forma en que se espera una ampliación en las becaterapias y se fortalezca la atención general que reciben las personas con neurodivergencia.
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