Hasta hace pocos años, el municipio de San Pedro de la Cueva era conocido por la actividad de la pesca deportiva en la presa El Novillo y por los recorridos que pueden hacerse en algunas temporadas del año en las ruinas de los pueblos que sucumbieron para el progreso: Suaqui, Batuc y Tepupa.
Sin embargo, la visión de un joven youtuber de hacer promoción a su pueblo y dar a conocer sus actividades y su gente, cambió la trayectoria de las miradas. Ahora es un sitio que ha sido visitado por turistas de Sonora, México y de Estados Unidos; que es reconocido en España y Grecia, por mencionar un par de países y que ha ganado popularidad por la sencillez de su gente.
Todo esto ha sido posible gracias al Internet y a los nuevos talentos que comparten su vida diaria y sus costumbres en canales de YouTube y como usuarios de Facebook, dos ejemplos son Favián Lameda con Yo amo San Pedro de la Cueva, y Esmeralda Noriega con La herencia de las viudas.
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En entrevista con El Sol de Hermosillo, el presidente municipal de San Pedro de la Cueva, Ramón Ángel Noriega, reconoció que en la población que representa, con poco más de mil 500 habitantes, ha habido un cambio muy grande a través de la proyección recibida en las plataformas digitales.
De Yo amo San Pedro de la Cueva dijo “La página ha causado mucho auge”, sobre todo en las rancherías que conforman al municipio: Huépari, Suaqui, Ranchería, Tepupa y Batuc.
El trabajo de Lameda, señaló, ha sido excelente porque el turismo de la región ha tenido mucho empuje y se percibe que hay derrama económica en los establecimientos, restaurantes y en las fuentes de trabajo.
Resaltó que las personas visitan el pueblo atraídas por los personajes dados a conocer por medio de Internet, “quienes se han beneficiado al cien con este proyecto”.
Noriega se refiere a los adultos mayores que reciben apoyos económicos y en especie por medio del sitio de Favián Lameda, quien inicialmente tuvo la intención de mostrar los paisajes de su entorno y terminó compartiendo la vida y necesidades de las personas que han visto transformadas sus vidas y sus estados de ánimo con las atenciones que reciben.
Ahora han surgido miles de personas interesadas en conocerlos de viva voz, de pasar unas horas con ellos y de recorrer en físico el pueblito que revivió con la tecnología.
La gastronomía es un tema de interés turístico también en este sitio que se encuentra a dos horas de Hermosillo, capital de Sonora: las mujeres preparan coyotas, galletas, conservas, tuestan y muelen café para colar al estilo tradicional, también preparan obleas y las distribuyen desde varias casas o comercios como un producto tradicional de Sonora.
Quien ha dado el salto al mundo virtual compartiendo sus recetas a través del canal La herencia de las viudas es Esmeralda Noriega, personaje que también es buscada por los turistas que acuden a conocer la magia que ofrece San Pedro de la Cueva.
El Alcalde, otro joven que apenas alcanza los 40 años y ya representa y promueve las bondades de su pueblo, señaló que el turismo ha aumentado y que este fenómeno es muy perceptible durante los fines de semana.
Es entonces cuando el pueblo cobra una nueva vida, con la presencia de los curiosos que quieren experimentar el fenómeno de amar a San Pedro de la Cueva.
“A veces me sorprendo de que no hay un cuarto disponible”, señaló. Por eso hay varias personas que han arreglado sus casas o habilitado cuartos para ofrecer a los turistas que pernoctan para seguir descubriendo el ambiente sanpedrense. Todos atraídos por la red.
El hotel que está a la entrada del pueblo tiene capacidad de 39 habitaciones, es ahí en donde pueden llegar quienes gusten de disfrutar los lugares al aire libre como la presa, el muelle, pilas, arroyos y plazas.
Por el rumbo, anualmente se realizan torneos de pesca deportiva en la presa Plutarco Elías Calles, mejor conocida como El Novillo, inaugurada en 1958; pero la parte que toca a los sanpedrenses también es utilizada para desarrollar la actividad pesquera, misma que significa una fuerte de ingreso para los pobladores.
Días de cultura y tradición
Otro atractivo que ofrece este sitio turístico de Sonora es el Festival Andrés Avelino Flores, a realizarse del 1 al 4 de diciembre.
En este evento, narró la cronista María Esther Noriega, se hace una recreación de lo sucedido en San Pedro de la Cueva en estas fechas, pero del año 1915. Entonces, Pancho Villa y su ejército, dejaron una ola de luto y tristeza en la población, al asesinar a 64 hombres que habitaban en lugar. Dos de los mártires apenas tenían 16 y 17 años, eran hermanos.
Con este festival que se realizará por segunda ocasión, el primero fue en 2021, se mantiene viva la memoria de las víctimas de Villa, cuyos nombres están en un monumento frente a la iglesia de San Pedro Apóstol, entre ellos el padre Andrés Avelino Flores, quien fue asesinado por el Centauro del Norte al pedir piedad para los hombres del pueblo, fusilados en un espacio que fungió como paredón improvisado y que hoy forma parte de la estructura de la iglesia.
En estos días, también se recuerda con “La procesión de las viudas”, a las mujeres a las que les cambió la vida el paso del revolucionario.
Con una caminata luctuosa que parte del Museo Costumbrista para recorrer el pueblo, llegar al panteón donde fueron sepultados los hombres en fosas comunes y luego aproximarse al sitio donde los fusilaron, son representadas las viudas; lo hacen las descendientes de estas familias, de las mujeres que son reconocidas y valoradas porque levantaron el pueblo con su trabajo.
Por eso, hasta la fecha hay tantas mujeres artesanas y cocineras, porque fue de esta forma como sobrevivieron a la crisis económica y moral que dejó el que para muchos es considerado héroe, pero en San Pedro de la Cueva, definitivamente, no.
En esta edición el evento es realizado por varias personas entre ellos la cronista, quien también ha sido maestra de secundaria y desde ahí ha sembrado la semilla de los mártires para que no se olvide la historia del pueblo; la artista plástica María Tarazón, quien organiza y también participa en la Procesión de las viudas, cada día 2 de diciembre; Favián Lameda y el Ayuntamiento encabezado por Ramón Ángel Noriega, todos interesados en mantener vivos los testimonios de quienes sobrevivieron a la furia villista.
Un sitio con y para la historia
María Esther Noriega preserva la historia de su pueblo y de este episodio que se ha difundido de boca en boca y que ahora se puede apoyar con elementos materiales desde el Museo Costumbrista, otro sitio de interés para quien hace turismo en San Pedro de la Cueva.
En el lugar hay fotografías y objetos heredados por quienes han sido parte de la historia, hay incluso una puerta que compró un canadiense y que después supo que las huellas que tenía eran impactos de balas percutidas en 1915, y que regresó para complementar el desarrollo de los hechos.
En este fin de semana los pobladores revivirán lo que sucedió con sus antepasados, con un Pancho Villa que recorrerá el pueblo a caballo, mientras los de a pie, viajan en el tiempo para no olvidar.
Por unos días, la población que tiene preescolar, primaria, secundaria y preparatoria; del que los jóvenes con interés de estudiar el nivel profesional migran a Hermosillo y otras ciudades para lograrlo, y que ahora ve a los turistas caminando por sus calles y buscando a los adultos mayores –en su mayoría- que los han atraído para caminar por sus calles limpias y tranquilas, vivirán de nuevo el duelo de hace más de cien años, que se respira en el ambiente por la gran tragedia que representó.
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El pasado y el presente se conjugan por una representación dramatizada que se mantiene viva en sus historias, en sus costumbres, en sus recetas, en las historias familiares que se vivieron de distintas formas, pero que a todos ha marcado con una fecha, con un nombre grabado en una piedra junto al monumento del padre Andrés Avelino en la plaza, frente a la iglesia. A unos metros de donde se encuentra el Museo Costumbrista, junto al restaurante La Peña, de María Tarazón, empujando en equipo el turismo, la conservación de la historia, la derrama económica y el bienestar para la población.
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