En general suele ser difícil para las víctimas de acoso denunciar estos hechos; en el caso de menores de edad, padres de familia deben estar especialmente atentos a comportamientos que indiquen que sus hijos están pasando por una situación de este tipo.
Katia Muñoz Lizárraga, psicóloga clínica y terapeuta familiar dijo que, en estos casos, lo primero que se debe hacer es reconocer que se sufrió abuso, ya que, en ocasiones, se minimizan este tipo de acciones, cuando la realidad es que se está en una situación de riesgo.
Mencionó que problemas para dormir, falta de apetito, aislamiento social, ataques de pánico y preocupaciones constantes, ansiedad, el no querer ir a la escuela, la falta de participación de actividades escolares, son algunas de las señales que se podrían presentar en víctimas de estas situaciones y que deben derivar en la búsqueda de ayuda profesional.
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“En estos temas se debe de ser sumamente directo sobre los alcances que estas situaciones pudieran llegar a tener, para prevenir, se debe hablar sobre cómo cuidarse, cómo protegerse y cuáles son las medidas que se deben de tomar cuando están teniendo una relación con alguna persona y qué se debe de cuidar en redes sociales”, comentó.
Por otro lado, agregó que se debe hablar con los hijos de la importancia de no participar y verse inmersos en este tipo de situaciones, ya que el hecho de violentar la intimidad de otra persona es una falta de respeto y de confianza hacia esta.
Dijo que, “es muy importante hacer ver a los más jóvenes la responsabilidad de lo que puede suceder a través de sus acciones, cómo puede escalar con este tipo de situaciones y las consecuencias legales que esto pudiera traer consigo”.
Por otro lado, sugirió que algunas de las acciones que los padres podrían llevar a cabo al detectar este tipo de conductas en adolecentes, es tener un mayor control de redes sociales y de sus dispositivos electrónicos.
Sobre la prevención para evitar estos sucesos, la profesional de la salud mental aseguró que esta es una problemática que se ha venido presentando desde hace ya bastante tiempo, ya que el acceso de los niños y jóvenes a las redes sociales comienza a edades tempranas y es muy completo.
“He visto una dificultad por parte de los padres a mantener un control de los dispositivos electrónicos que usan sus hijos, más que nada, hablando de que estos grupos se crean por miembros de una misma escuela y donde hablan de situaciones que tienen que ver con contenido sexual y de pláticas sobre mujeres, eso se da porque no hay un control parental de estos aparatos”, señaló.
Muñoz Lizárraga enfatizó que redes sociales como Tik Tok e Instagram cuentan con contenido que no está dentro de lo que ellos tendrían que poder ver, ya que estas no son plataformas creadas para niños o adolescentes.
Uno de los argumentos más usados por los adolescentes a la hora de que los padres quieren tener un control sobre los dispositivos que usan es que se violenta su derecho a la privacidad e individualidad, cuando lo cierto es que al ser niño o adolescente no se cuenta con esto.
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“No se trata solo de los grupos y el contenido que puedan ver los menores en redes sociales, sino de quién se puede acercar a ellos con temas de riesgo”, dijo.
Para finalizar, indicó que “los padres deben de revisar los dispositivos de los hijos, deben de contar con la autoridad sobre los hijos, muchas veces malinterpretamos la crianza positiva y malinterpretamos estilos de crianza diferentes a los que podemos apegarnos y damos demasiadas libertades a menores que no deberían de tener”.
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