Con la toma de posesión del ultraliberal Javier Milei como nuevo presidente de Argentina el próximo domingo, “se abre un escenario de incertidumbre en la relación con México”, considera Carlos Tomada, embajador saliente de la nación sudamericana en nuestro país.
En su última entrevista como representante del gobierno del aún presidente Alberto Fernández, Tomada, exministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, dice a El Sol de México que a pesar de las diferencias de afinidad política entre Milei y el mandatario Andrés Manuel López Obrador se podría reforzar la cooperación entre ambas naciones en temas como economía y derechos humanos.
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Milei y López Orador han intercambiado insultos, incluida la vez en que el mandatario mexicano se refirió al argentino como “deslenguado”, y este lo ha calificado de “patético”.
¿Cómo deja la relación entre México y Argentina?
México y Argentina llevan 135 años de relaciones diplomáticas, en un nivel siempre muy fructífero, pero tal vez no suficientemente desarrollado, porque hay todavía un gran campo para lograr una relación más fuerte. Estamos en el nivel más alto, sobre todo porque se ha desarrollado una relación de mucha empatía entre los presidentes Fernández y López Obrador.
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Me voy con la satisfacción de saber que hemos dado todo para aumentar el volumen del intercambio comercial, profundizarlo a niveles que son históricos, abrir todas instancias. Argentina tiene firmados pocos acuerdos estratégicos y uno de ellos es con México, el cual por distintas circunstancias no se había armonizado, pero ahora lo pusimos en marcha. Además, logramos que luego de 25 años la carne argentina esté entrando al mercado mexicano a partir de una decisión política del Presidente.
Usted habla de una afinidad entre los presidentes Fernández y López Obrador, pero ahora Argentina inicia un periodo con dos presidentes de diferente ideología. ¿Qué se puede esperar?
Deseo que siempre sean las mejores relaciones y que estén a la altura de una tradición con toda América Latina: México y Argentina tienen un idioma compartido, una historia común, una trayectoria histórica, pero estamos frente a un cambio de gobierno de diferentes ideologías con algunas expresiones muy tajantes y terminantes por parte del nuevo gobierno electo por el voto popular, así que me parece que se abre un escenario de incertidumbre que espero se resuelva de la mejor forma posible.
Hay antecedentes. Cuando era presidente Mauricio Macri, que de alguna manera estará involucrado en este gobierno, y el presidente era Enrique Peña Nieto había afinidad política y parecía que se iba a profundizar la relación, pero no ocurrió de ningún lado. Después cuando ganó López Obrador faltaban dos años de Macri y no ocurrió nada malo, se mantuvieron los niveles diplomáticos tradicionales. Ahora podría ocurrir eso y sería deseable.
¿Qué recomendación dejaría a su sucesor tras más de tres años de experiencia en nuestro país?
Lo que planteo en general en las relaciones entre México y Argentina, e incluso regionales, es profundizar los lazos.
Se había creado un eje de izquierda en América Latina, pero ahora Argentina con un giro a la extrema derecha, ¿qué papel jugará su país?
El que quiera, el que podría cumplir el régimen que la historia le marca, que ha sido el protagonista, importante de todos los procesos de unidad latinoamericana, o podría aislarse de todo ese tipo de vínculos en función de diferencias ideologizadas. El presidente electo habló de Luiz Inácio Lula da Silva como un comunista y advirtió que iba a romper el Mercosur, pero con eso no puedo estar de acuerdo y tampoco puedo imaginar que lo haga: le haría un enorme daño a Argentina.
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¿En qué falta profundizar la relación bilateral?
La economía del conocimiento es un espacio en el que la colaboración entre México y Argentina se puede explotar, pues las inversiones podrían generarse en ambos países. El reconocimiento que ha hecho el gobierno de AMLO a la necesidad de contar con la seguridad alimentaria, para contar como un instrumento para lo cual Argentina tiene mucho que decir y hacer. La cooperación en materia de derechos humanos tiene un largo camino para recorrer, Argentina desgraciadamente tiene una fuerte experiencia en eso, en las políticas de memoria, verdad y justicia, que en México también es un tema que a este gobierno le preocupa.
Son nuevos escenarios que dan para un desarrollo más profundo. Hay otro terreno que parece más sofisticado, que es el de la construcción de aviones, satélites, radares, eso también es un terreno que hemos explorado tanto con la Fuerza Aérea Mexicana, con los sectores privados que tienen una industria bastante fuerte. Es un tema que también se puede profundizar mucho. México puede ser un socio importante para la Argentina, además de compartir el mismo destino latinoamericano.
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