/ viernes 2 de marzo de 2018

El mundo critica el proteccionismo de Trump: Se cierne el fantasma de una guerra comercial

PARIS, Francia – El fantasma de una guerra comercialcomenzó a cernirse sobre el mundo después de las medidasproteccionistas anunciadas el jueves por Estados Unidos, que puedendesencadenar una guerra comercial de imprevisiblesconsecuencias . Ese riesgo quedó en evidencia con lasviolentas reacciones formuladas por la mayoría de laspotencias de Europa y Asia, que criticaron la decisión del presidente norteamericanoDonald Trump de aumentar “por un largo periodo”las tasas a la importación de acero (+25%) y aluminio(+10%).


“Una guerra comercial sería catastrófica paratodo el mundo. Nadie saldría ganador de eseenfrentamiento”, comentó el brasileño RobertoAcevedo, director de la Organización Mundial del Comercio(OMC), garante del libre comercio y el multilateralismocomercial.


Las nuevas tasas norteamericanas “amenazan miles deempleos en Europa”, comentó Sigmar Gabriel, ministro deRelaciones Exteriores de Alemania, primera potencia económicade Europa.


Los industriales alemanes, país que ocupa el séptimorango entre los mayores productores siderúrgicos del planeta,también declararon su “inquietud” por lasmedidas proteccionistas adoptadas por Trump. “Violan lasreglas de la OMC. La UE debe intervenir con los instrumentosprevistos por esa organización en casos similares”,indicó en un comunicado Hans Jürgen Kerkhoff, presidentede Stahl, institución que defiende los intereses de lasiderurgia alemana.


Respondiendo a esa preocupación, el presidente de laComisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, prometióactuar de manera “firme y proporcional para defender susintereses”. “En vez de aportar una solución, ladecisión de Trump solo agravará las cosas”.


Rusia también reaccionó con vigor y prometió“analizar muy atentamente nuestras relaciones comercialescon Estados Unidos”.


Australia evocó el temor de una guerra comercial.“Temo que, después de una decisión como esa,aparezcan medidas de represalia adoptadas por otras grandeseconomías”, declaró el ministro australiano deComercio, Steven Ciobo.



Alarmado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) tambiénlanzó desde Washington un llamado de atención sobre losriesgos que corre la economía mundial e incluso de EstadosUnidos: "Es probable que las restricciones a laimportación anunciadas por el presidente (Trump) causendaños no solo fuera de Estados Unidos, sino también a lapropia economía estadounidense", comentó Gerry Rice,portavoz del FMI.



Canadá, que provee el 13% del acero que importa EstadosUnidos, calificó la decisión de Trump de“inaceptable”.


Pero es sobre todo con China que Trump busca el enfrentamiento.Washington acusa al gobierno de Pekín de subvencionar laproducción de acero y de aluminio, provocar unasuperproducción mundial y realizar un fuerte dumping.


Esas acusaciones no son nuevas. Durante su campañaelectoral en 2016, Trump había prometido sancionar a loschinos que, a su juicio, son responsables de la muerte lenta delllamado “cinturón de óxido”, en elcentro-oeste norteamericano, una zona que fue el corazón de laindustria pesada y ahora cobija a los desposeídos de lamundialización.



Con esas medidas antidumping, Trump cumple con una promesaelectoral formulada a los habitantes de esa región, quevotaron masivamente por su candidatura en las eleccionespresidenciales de noviembre de 2016.


Las autoridades chinas reconocen en parte su política dedumping al punto de haberse comprometido en los forosinternacionales a reducir su sobreproducción. El diálogoestaba en curso, pero Trump decidió ignorarlo. Susdeclaraciones sorprendieron a Liu He, consejero económico delpresidente chino, Xi Jingping, que se encontraba en Washington parareunirse con consejeros de la Casa Blanca.




Primer productor mundial de acero (ver aparte), China se abstuvohasta ahora de evocar eventuales medidas de retorsión.Pekín se limitó a apelar a Washington a “frenar lautilización de medidas proteccionistas”. El giganteasiático vende, en todo caso, solo 2% del total de acero queconsume Estados Unidos. Además de Canadá, otrosprincipales proveedores son Brasil (13%) y Corea del Sur (10%).



Aun así, los chinos sufrirán: sus productos, gravadoscon derechos de aduana antidumping serán menos competitivos enel mercado norteamericano. Los consumidores estadounidensestambién padecerán las consecuencias pues pagaránmás caro el acero. La industria automotriz norteamericana, porejemplo, confrontada a una desaceleración del mercado,será la primera víctima. La venta de automóvilesnuevos disminuyó 2% en 2017 y la tendencia deberíacontinuar este año.

PARIS, Francia – El fantasma de una guerra comercialcomenzó a cernirse sobre el mundo después de las medidasproteccionistas anunciadas el jueves por Estados Unidos, que puedendesencadenar una guerra comercial de imprevisiblesconsecuencias . Ese riesgo quedó en evidencia con lasviolentas reacciones formuladas por la mayoría de laspotencias de Europa y Asia, que criticaron la decisión del presidente norteamericanoDonald Trump de aumentar “por un largo periodo”las tasas a la importación de acero (+25%) y aluminio(+10%).


“Una guerra comercial sería catastrófica paratodo el mundo. Nadie saldría ganador de eseenfrentamiento”, comentó el brasileño RobertoAcevedo, director de la Organización Mundial del Comercio(OMC), garante del libre comercio y el multilateralismocomercial.


Las nuevas tasas norteamericanas “amenazan miles deempleos en Europa”, comentó Sigmar Gabriel, ministro deRelaciones Exteriores de Alemania, primera potencia económicade Europa.


Los industriales alemanes, país que ocupa el séptimorango entre los mayores productores siderúrgicos del planeta,también declararon su “inquietud” por lasmedidas proteccionistas adoptadas por Trump. “Violan lasreglas de la OMC. La UE debe intervenir con los instrumentosprevistos por esa organización en casos similares”,indicó en un comunicado Hans Jürgen Kerkhoff, presidentede Stahl, institución que defiende los intereses de lasiderurgia alemana.


Respondiendo a esa preocupación, el presidente de laComisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, prometióactuar de manera “firme y proporcional para defender susintereses”. “En vez de aportar una solución, ladecisión de Trump solo agravará las cosas”.


Rusia también reaccionó con vigor y prometió“analizar muy atentamente nuestras relaciones comercialescon Estados Unidos”.


Australia evocó el temor de una guerra comercial.“Temo que, después de una decisión como esa,aparezcan medidas de represalia adoptadas por otras grandeseconomías”, declaró el ministro australiano deComercio, Steven Ciobo.



Alarmado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) tambiénlanzó desde Washington un llamado de atención sobre losriesgos que corre la economía mundial e incluso de EstadosUnidos: "Es probable que las restricciones a laimportación anunciadas por el presidente (Trump) causendaños no solo fuera de Estados Unidos, sino también a lapropia economía estadounidense", comentó Gerry Rice,portavoz del FMI.



Canadá, que provee el 13% del acero que importa EstadosUnidos, calificó la decisión de Trump de“inaceptable”.


Pero es sobre todo con China que Trump busca el enfrentamiento.Washington acusa al gobierno de Pekín de subvencionar laproducción de acero y de aluminio, provocar unasuperproducción mundial y realizar un fuerte dumping.


Esas acusaciones no son nuevas. Durante su campañaelectoral en 2016, Trump había prometido sancionar a loschinos que, a su juicio, son responsables de la muerte lenta delllamado “cinturón de óxido”, en elcentro-oeste norteamericano, una zona que fue el corazón de laindustria pesada y ahora cobija a los desposeídos de lamundialización.



Con esas medidas antidumping, Trump cumple con una promesaelectoral formulada a los habitantes de esa región, quevotaron masivamente por su candidatura en las eleccionespresidenciales de noviembre de 2016.


Las autoridades chinas reconocen en parte su política dedumping al punto de haberse comprometido en los forosinternacionales a reducir su sobreproducción. El diálogoestaba en curso, pero Trump decidió ignorarlo. Susdeclaraciones sorprendieron a Liu He, consejero económico delpresidente chino, Xi Jingping, que se encontraba en Washington parareunirse con consejeros de la Casa Blanca.




Primer productor mundial de acero (ver aparte), China se abstuvohasta ahora de evocar eventuales medidas de retorsión.Pekín se limitó a apelar a Washington a “frenar lautilización de medidas proteccionistas”. El giganteasiático vende, en todo caso, solo 2% del total de acero queconsume Estados Unidos. Además de Canadá, otrosprincipales proveedores son Brasil (13%) y Corea del Sur (10%).



Aun así, los chinos sufrirán: sus productos, gravadoscon derechos de aduana antidumping serán menos competitivos enel mercado norteamericano. Los consumidores estadounidensestambién padecerán las consecuencias pues pagaránmás caro el acero. La industria automotriz norteamericana, porejemplo, confrontada a una desaceleración del mercado,será la primera víctima. La venta de automóvilesnuevos disminuyó 2% en 2017 y la tendencia deberíacontinuar este año.

Local

Choferes del transporte urbano están en paro en Hermosillo

Los inconformes advirtieron que no habría servicio hasta que se tomen cartas en el asunto

Cultura

El Russian State Ballet tendrá presentación exclusiva en Hermosillo

La compañía de reconocimiento mundial de gira por México actuará una sola presentación en esta ciudad 

Local

Hermosillo y Cajeme concentran extorsiones telefónicas

¿Sabes qué debes hacer en caso de recibir una llamada en la que te exijan dinero o te amenacen?, aquí te lo decimos

Local

Ceci Flores denuncia falta de seguridad para búsquedas

A través de su cuenta de X la líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, recordó que hoy se cumplen cinco años de la desaparición de su hijo Marco Antonio

Local

Más de 30 mil jóvenes se han registrado para ingresar a la prepa

La convocatoria cierra el 4 de junio próximo, mientras que los resultados se conocerán el sábado 20 de julio

Local

Diputados dejan al Congreso abandonado y con muchos pendientes

Hace unos días concluyó el periodo ordinario de sesiones del tercer año, lo cual significa que no habrá más reuniones en pleno