Seguro habrás escuchado de personas que conviven con animales salvajes durante un tiempo, pero todo termina en tragedia; la dócil y educada bestia saca su lado no domesticado y desconoce a quién tenga enfrente.
Sin embargo, a veces hasta puede ser un animal de casa el que te haga daño ¿cuántas veces no se ha leído en los medios de perros que atacan a su dueño? Incontables, no obstante esto no es nada común.
Hay una historia en particular que sonó mucho durante un tiempo y quizás, no deje de leerse nunca, el caso de Charla Nash, una mujer a la que un chimpancé le arrancó la cara y manos en un frenético ataque.
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El primate en cuestión, dejó a la mujer ciega, sin manos y Charla Nash necesitó recibir un trasplante de cara. El terrible hecho ocurrió en 2009.
En 1995, Herold conoció al primate en 1995, ella pagó a un criadero de chimpancés de San Luis -Misuri- para que le entregaran al animal, apenas un bebé por aquellos tiempos.
El chimpancé fue criado como si fuera un niño; había aprendido a usar el baño, lavarse los dientes y vestirse solo. Aunque parezca impresionante, el animal navegaba por la web mirando fotos, sabía utilizar el control remoto de TV para cambiar de canal y bebía vino.
En la ciudad de Stamford el mono se volvió famoso: los vecinos le pedían fotos cuando iban al negocio de remolques. Incluso apareció en publicidades de televisión de Coca Cola y Old Navy, entre otros.
Herold sufrió dos desgracias antes del ataque. En el año 2000, su única hija, Suzan, falleció en un accidente automovilístico. Cuatro años más tarde, Jerome murió a los 65 años, víctima de un cáncer. Ella se quedó sola con el animal.
El nombre del primate es Travis, el 16 de febrero de 2009 parecía exaltado según las declaraciones, en ese momento el primate robó las llaves del auto de su mamá humana y salió al patio.
La mujer observó los movimientos del animal mientras hablaba por teléfono con Charla Nash, amiga y empleada de los Herold.
Nash se ofreció a ayudar a la dueña del primate. Tiempo después, ese mismo día, la víctima llegó a la entrada y bajó del carro, se encontró con el primate de más de 90 kilogramos: pronto, se abalanzó sobre ella.
"¡Se la está comiendo!", repetía en comunicación con un operador. "¡Está matando a mi amiga!", avisó luego. "¿Quién está matando a tu amiga?", le consultaron. "Chimpancé, ¡mi chimpancé!" ¡Él la destrozó! ¡Dense prisa! ¡Dense prisa! ¡Por favor!", respondió ella.
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El indescriptible momento duró apenas 12 minutos, eternos para cualquiera que estuviese alrededor. Una vez que llegó la policía, el chimpancé estaba todavía molesto, se aproximó a la patrulla, abrió la puerta y atacó a un oficial.
Travis murió a manos del oficial Frank Chiafari con cuatro disparos. El animal herido corrió hasta el interior de su casa y allí cayó muerto.
Nash, desgraciadamente no contó con la misma suerte del policía, pues ahora vive en un centro especializado donde la cuidan a diario, ya no puede alimentarse por sí misma. En entrevistas ha dicho que le es muy difícil seguir viviendo “No sé cuál es mi futuro, eso es lo que me da miedo”.
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