Este jueves el Observatorio Sonora por la Seguridad y organizaciones de la sociedad civil lamentaron la muerte de José Ramón y las lesiones que sufrió Verónica Reyes, al ser atacados por una confusión de la GN.
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Además de señalar que la militarización en el Estado, es un problema que inició en agosto de 2019 al implementarse el plan piloto en Guaymas, Sonora.
El cual se reforzó en 2020 con elementos militares en la región de Caborca y municipios aledaños hasta la fecha, aumentándose la violencia en sus distintas modalidades.
Además de informar que en 2020, la violencia homicida en Sonora se concentró en Hermosillo, Guaymas, Empalme y Cajeme, lo que representó el 64.18% de los asesinatos, facilitándose el ingreso de elementos de esta organización militar como política de estado para intentar reducir la incidencia delictiva de alto impacto.
Sin embargo, también señalan que la Guardia Nacional no tiene rendición de cuentas, al no contar con bolsas específicas de gasto para fortalecer las corporaciones municipales.
Por lo que se solicita de manera pública y exhaustiva para el estado detalles de la agresión que se registró en Caborca, el pasado 5 de mayo en contra de elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
