¿De parte de quién? ¿Por qué las huelgas en la Unison? ¿Quién está fallando?... por lo pronto, al momento de escribir estas líneas, la huelga en la Unison deja sin clases a 40 mil estudiantes y las banderas rojinegras siguen colocadas en la Universidad de Sonora.
Los estudiantes de la Unison se han quedado sin clases a causa de la huelga laboral que mantiene el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (Steus), mientras el Sindicato de Académicos (Staus) concluyó su votación a favor de una prórroga de 15 días a fin de que las autoridades universitarias presenten una mejor oferta a sus demandas presupuestales. Luego entonces, las banderas rojinegras ondean frente al edificio de Rectoría, al momento que el STEUS revelaba su “petición”… la solicitud de un incremento salarial era por el orden del 10%; misma que rechazó Rectoría, que sólo ofreció el 5%. Motivo central que desencadenó la acción sindical. La votación que decidió el estallido de la huelga registró 1,105 votos a favor, 504 en contra y 14 nulos.
Hay que decir, que los campus de Hermosillo, Ciudad Obregón, Navojoa, Caborca, Santa Ana y Nogales quedaron afectados, así como aproximadamente 2 mil 500 catedráticos y 2 mil 600 empleados, estos últimos fueron quienes iniciaron la huelga. Luego entonces, el sindicato de académicos votó a favor de irse a prórroga para continuar las negociaciones con las autoridades de la Universidad de Sonora, o de lo contrario, irse a huelga el próximo 30 de abril. De mil 476 personas que emitieron su voto, mil 74 eligieron irse a prórroga, 245 dijeron no a la huelga, 156 que sí, y dos fueron nulos.
Con esta acción sindical, la Unison suma 27 huelgas de sindicatos desde 1976 a la fecha. El record va así; Steus, registra 15 huelgas, incluida la que estalló el lunes 15 de abril, Staus cuenta 10 y por Semus dos. Hace falta orden en nuestra máxima casa de estudios, y si eso pasa por dar un manotazo, adelante, lo estamos esperando. Porque sólo hay de dos sopas; no hay ganas de negociar, o no se sabe…
En marcha plan de exterminio vs palestinos…
Mientras Netanyahu sea acusado por crímenes de guerra, los palestinos desesperados, acosados por el hambre, las enfermedades y las bombas que caen todos los días sobre sus hogares y refugios improvisados, claman que no se les relegue al olvido conforme el foco mediático se mueve hacia las tensiones entre Tel Aviv y Teherán.
Luego entonces, los medios se vuelcan a la especulación acerca de los alcances que cobrará el conflicto entre la república islámica e Israel, mientras tanto éste continúa masacrando a los palestinos y no dejan de aparecer evidencias irrefutables de que la operación militar lanzada por Tel Aviv hace más de seis meses tiene poco o nada qué ver con la defensa de las vidas israelíes. Queda claro, por el contrario, que se encuentra en marcha un plan de exterminio consistente en aniquilar al mayor número posible de palestinos y obligar al resto a huir a fin de completar la ocupación colonial iniciada hace más de 70 años.
Los soldados israelíes han seguido al pie de la letra ese llamado al genocidio. En apenas un mes, ya habían dejado inservibles 18 hospitales de la franja de Gaza, los cuales han sido un objetivo constante de ataques aéreos. Cuando abandonaron el hospital de Al Shifa tras dos semanas de ofensiva, salieron a la luz escenas espeluznantes que reflejan el grado de sadismo e inhumanidad de las fuerzas invasoras: dentro del recinto fueron ejecutados de manera sumaria alrededor de 400 médicos, pacientes, ancianos y desplazados, cuyos cuerpos fueron lanzados a fosas comunes con el material sanitario con que los galenos trataban de salvarles la vida.
De modo inexplicable, estos crímenes de guerra han merecido menos atención que la respuesta de Irán a la matanza perpetrada por Israel en su sede diplomática en Damasco. En este sentido, es imperativo remarcar que el ataque de un Estado contra instalaciones militares de otro, por injustificable que sea, no puede compararse con el asesinato en masa de civiles inermes. También debe denunciarse la falsa dicotomía entre respaldar a Israel o a Irán como una burda maniobra propagandística para desviar la mirada del genocidio que las fuerzas armadas israelíes perpetran en Gaza.
Mientras Washington, sus aliados y sus satélites sigan brindando su apoyo incondicional a Tel Aviv.; ellos serán los autores intelectuales de otra guerra inventada (recuerden Irak). Nos vemos la próxima.
Hasta entonces.
