/ viernes 15 de noviembre de 2019

Corren rumores | Comienza la fiesta del Pueblo

El Festival del Tamal… Oficialmente hoy comienzan las fiestas de la fundación de Villa de Seris con el Festival del Tamal en su quinta edición, y con ello se recuerda que fuimos la tercera población fundada en lo que hoy es Sonora, porque primero fueron Ures y San Miguel de Horcasitas.

Según los historiadores el virrey de la Nueva España Don Pedro de Castro y Figueroa, Duque de la Conquista, expide el decreto 39 para ordenar la creación del puesto o presidio del Pitiquín de Pimas, y luego Don Agustín de Vildósola y Alcadecoa, gobernador del Nuevo Reino de Sinaloa y Sonora, crea el Real Presidio de San Pedro de la Conquista del Pitic, que se ubicaba entre lo que hoy es el templo de la Candelaria y el Cerro de la Cruz, de ahí que no se pongan de acuerdo exactamente dónde estaba el asentamiento. El caso es que hoy iniciamos la celebración de los primeros 278 años de fundación del Pueblo, como le decían los de Hermosillo.

De municipio a barrio… Villa de Seris como muchos saben y si no saben aquí se enteran, comienza como Pueblo de Seris, luego el 15 de diciembre de 1893 alcanzamos calidad de Villa. Posteriormente seríamos municipio hasta 1903, que es la primera vez que nos hacen barrio y nos agregan a Hermosillo. Sin embargo, en 1911 volvemos a ser municipio hasta el 9 de mayo de 1939 que nos hacen comisaría. Y en 1940 quedamos agregados de nuevo como barrio de Hermosillo. La razón de ello es que a Villa de Seris pertenecía el floreciente distrito agrícola del Río Sonora y las explotaciones cementeras. Ante este flujo de impuestos, la capital nos absorbe pero ofrecen que los impuestos que genere la empresa cementera se usarán para pavimentar las calles del pueblo. Obvio, lo único que nos dieron por muchos años fueron violines bien pintados.

Tierra de huertas… Por muchos años y gracias a la bondad del Río Sonora, incluso luego que se construyó la presa, Villa de Seris fue una zona plagada de huertas y sembradíos. También había muchos ranchos, por lo que hasta 1960 era raro el chamaco que no supiera montar a caballo y arriar vacas. Con la merma del río vinieron los abandonos de las huertas y el crecimiento urbano. Sin embargo, nos tocó ver un Vado del Río lleno de campos deportivos. El Lienzo Charro. Una Sauceda donde era el lugar ideal para hacerse la pinta de la escuela. Un lugar lleno de nostalgia y vida bucólica. Sabrosa en extremo, porque todos nos conocíamos y se vivía de forma tranquila, salvo por lo peleoneros del barrio, entre los que se encontraba don Héctor Julio “El Negro” Olea.

Pueblo con todo… A pesar de ser un pequeño pueblo, Villa de Seris llegó a contar con todo lo de una ciudad y como municipio las avenidas clásicas, por eso se repiten el nombre de las calles que hay en Hermosillo. Teníamos cine y centros de baile. Incluso hubo una arena de toros. Tastes de carreras de caballos por rumbos del Palo Verde, en donde además eran las famosas fiestas del Día de San Juan. Nuestros propios cementerios. Pero sobre todo, grandes extensiones de huertas, siembras y potreros, que eran la delicia de los chamacos, que cada verano eran visitados resortera en mano para dos cosas, cazar palomas y cachoras, y para robar naranjas en las huertas. La mejor la de doña Lupe de Ahumada custodiada por el tremendo Barcelata, quien cintareó a varios de nosotros que nos atrevimos a robar las exquisitas granadas de esa huerta. Luego les platico la técnica para robarlas sin hacer ruido y alertar a los perros y a Barcelata. Ah, y también había cantinas como el famoso Casino del Pueblo de don Luis Ibarra y luego de Chuchi Alcaraz, para terminar con el Monchi Huerta.

Oasis de tranquilidad… En los sesenta, Villa de Seris estaba retirado del Centro de la ciudad. Por eso los de Hermosillo decían que iban al pueblo y nosotros decíamos que íbamos a Hermosillo. Sin embargo, conforme fue creciendo la capital nos fuimos quedando en medio de la ciudad. Pero sin perder ese ambiente de pueblo. Sin dudas, el mejor lugar para vivir, según dicen los que nacimos aquí. Porque por fortuna y gracias a Dios tuve la oportunidad de nacer en la calle Rosales #5, de doña María y don Tello, mis abuelos maternos. Y si me sigue la suerte, aquí es donde quisiera colgar los tenis y el teclado.

Hoy empieza la fiesta… Les recuerdo que hoy comienzan las fiestas por el aniversario de la fundación de Villa de Seris, y gracias al Patronato de Hamigos del Pueblo, hoy comienza también la quinta edición de la Feria del Tamal. A diferencia de la otra celebración tradicional que es el Día de la Candelaria donde sólo hay tamales de elote y de carne, ahora hay una enorme variedad. De los clásicos hasta los de arroz y camarón que trae de Empalme doña Vicenta. Los tamales de picadillo con la receta de mi abuela doña Eloisita Loustaunau. Los de machaca y acelgas están de poca. Y claro, todo lo que estila en estas fiestas. Hoy se ponen los puestos, pero la venta buena será mañana sábado. Obligados a no perderse esta celebración.

Tendremos mentidero… Como dicen los cheros, también habrá mentidero que es una buena platicada sobre Villa de Seris que sostendremos con el historiador Joaquín Robles Linares, más los que se ofrezcan de voluntarios. Esto será a partir de las 10:00 de la mañana en el atrio de la Iglesia de la Candelaria. Esto se suma a un sabroso programa cultural y artístico proporcionado por el Instituto de Cultura bajo el mando de otro originario del pueblo, Mario Welfo Álvarez Beltrán, y coordinado por una adoptiva del pueblo, aunque sea del Jito, Crucita Robles. No hay pretexto para perderse estas fiestas. Los esperamos. ¡Viva el pueblo!, qué caray.

Pero lo bueno, que hoy, hoy es un sabroso… ¡¡¡viernes!!!, y como decía El Jorjón, perro que come huevo, es que no tenían chorizo. Sale.

El Festival del Tamal… Oficialmente hoy comienzan las fiestas de la fundación de Villa de Seris con el Festival del Tamal en su quinta edición, y con ello se recuerda que fuimos la tercera población fundada en lo que hoy es Sonora, porque primero fueron Ures y San Miguel de Horcasitas.

Según los historiadores el virrey de la Nueva España Don Pedro de Castro y Figueroa, Duque de la Conquista, expide el decreto 39 para ordenar la creación del puesto o presidio del Pitiquín de Pimas, y luego Don Agustín de Vildósola y Alcadecoa, gobernador del Nuevo Reino de Sinaloa y Sonora, crea el Real Presidio de San Pedro de la Conquista del Pitic, que se ubicaba entre lo que hoy es el templo de la Candelaria y el Cerro de la Cruz, de ahí que no se pongan de acuerdo exactamente dónde estaba el asentamiento. El caso es que hoy iniciamos la celebración de los primeros 278 años de fundación del Pueblo, como le decían los de Hermosillo.

De municipio a barrio… Villa de Seris como muchos saben y si no saben aquí se enteran, comienza como Pueblo de Seris, luego el 15 de diciembre de 1893 alcanzamos calidad de Villa. Posteriormente seríamos municipio hasta 1903, que es la primera vez que nos hacen barrio y nos agregan a Hermosillo. Sin embargo, en 1911 volvemos a ser municipio hasta el 9 de mayo de 1939 que nos hacen comisaría. Y en 1940 quedamos agregados de nuevo como barrio de Hermosillo. La razón de ello es que a Villa de Seris pertenecía el floreciente distrito agrícola del Río Sonora y las explotaciones cementeras. Ante este flujo de impuestos, la capital nos absorbe pero ofrecen que los impuestos que genere la empresa cementera se usarán para pavimentar las calles del pueblo. Obvio, lo único que nos dieron por muchos años fueron violines bien pintados.

Tierra de huertas… Por muchos años y gracias a la bondad del Río Sonora, incluso luego que se construyó la presa, Villa de Seris fue una zona plagada de huertas y sembradíos. También había muchos ranchos, por lo que hasta 1960 era raro el chamaco que no supiera montar a caballo y arriar vacas. Con la merma del río vinieron los abandonos de las huertas y el crecimiento urbano. Sin embargo, nos tocó ver un Vado del Río lleno de campos deportivos. El Lienzo Charro. Una Sauceda donde era el lugar ideal para hacerse la pinta de la escuela. Un lugar lleno de nostalgia y vida bucólica. Sabrosa en extremo, porque todos nos conocíamos y se vivía de forma tranquila, salvo por lo peleoneros del barrio, entre los que se encontraba don Héctor Julio “El Negro” Olea.

Pueblo con todo… A pesar de ser un pequeño pueblo, Villa de Seris llegó a contar con todo lo de una ciudad y como municipio las avenidas clásicas, por eso se repiten el nombre de las calles que hay en Hermosillo. Teníamos cine y centros de baile. Incluso hubo una arena de toros. Tastes de carreras de caballos por rumbos del Palo Verde, en donde además eran las famosas fiestas del Día de San Juan. Nuestros propios cementerios. Pero sobre todo, grandes extensiones de huertas, siembras y potreros, que eran la delicia de los chamacos, que cada verano eran visitados resortera en mano para dos cosas, cazar palomas y cachoras, y para robar naranjas en las huertas. La mejor la de doña Lupe de Ahumada custodiada por el tremendo Barcelata, quien cintareó a varios de nosotros que nos atrevimos a robar las exquisitas granadas de esa huerta. Luego les platico la técnica para robarlas sin hacer ruido y alertar a los perros y a Barcelata. Ah, y también había cantinas como el famoso Casino del Pueblo de don Luis Ibarra y luego de Chuchi Alcaraz, para terminar con el Monchi Huerta.

Oasis de tranquilidad… En los sesenta, Villa de Seris estaba retirado del Centro de la ciudad. Por eso los de Hermosillo decían que iban al pueblo y nosotros decíamos que íbamos a Hermosillo. Sin embargo, conforme fue creciendo la capital nos fuimos quedando en medio de la ciudad. Pero sin perder ese ambiente de pueblo. Sin dudas, el mejor lugar para vivir, según dicen los que nacimos aquí. Porque por fortuna y gracias a Dios tuve la oportunidad de nacer en la calle Rosales #5, de doña María y don Tello, mis abuelos maternos. Y si me sigue la suerte, aquí es donde quisiera colgar los tenis y el teclado.

Hoy empieza la fiesta… Les recuerdo que hoy comienzan las fiestas por el aniversario de la fundación de Villa de Seris, y gracias al Patronato de Hamigos del Pueblo, hoy comienza también la quinta edición de la Feria del Tamal. A diferencia de la otra celebración tradicional que es el Día de la Candelaria donde sólo hay tamales de elote y de carne, ahora hay una enorme variedad. De los clásicos hasta los de arroz y camarón que trae de Empalme doña Vicenta. Los tamales de picadillo con la receta de mi abuela doña Eloisita Loustaunau. Los de machaca y acelgas están de poca. Y claro, todo lo que estila en estas fiestas. Hoy se ponen los puestos, pero la venta buena será mañana sábado. Obligados a no perderse esta celebración.

Tendremos mentidero… Como dicen los cheros, también habrá mentidero que es una buena platicada sobre Villa de Seris que sostendremos con el historiador Joaquín Robles Linares, más los que se ofrezcan de voluntarios. Esto será a partir de las 10:00 de la mañana en el atrio de la Iglesia de la Candelaria. Esto se suma a un sabroso programa cultural y artístico proporcionado por el Instituto de Cultura bajo el mando de otro originario del pueblo, Mario Welfo Álvarez Beltrán, y coordinado por una adoptiva del pueblo, aunque sea del Jito, Crucita Robles. No hay pretexto para perderse estas fiestas. Los esperamos. ¡Viva el pueblo!, qué caray.

Pero lo bueno, que hoy, hoy es un sabroso… ¡¡¡viernes!!!, y como decía El Jorjón, perro que come huevo, es que no tenían chorizo. Sale.