/ martes 9 de abril de 2024

Corren rumores | Debate visto pero enfadoso

Estuvo enfadoso… Uno de los mejores cronistas deportivos de Sonora, Windy Durán Santeliz, solía usar una frase para calificar un juego de beisbol que estuvo muy enfadoso, y solía escribir, no hubo nada para escribir a casa. Y miren, en el debate presidencial no vimos nada como para que se recuerde.

Lo más destacado, como pasa siempre en este tipo de eventos grises, fueron los errores cometidos por el equipo de producción del INE. Ah, por cierto, los cuales cobran bien, pues según gastos preliminares, costó más de 10 millones de pesos la producción, la escenografía y la transmisión. Y todo para salir con batea de babas, sobre todo en la sala donde estaba la prensa que tuvieron tremendas fallas del WiFi y el circuito cerrado. Bueno, el caso es que no hay nada para escribir a casa, algo de lo que uno se acuerde. A menos que ustedes tengan otra opinión. Lo curioso del caso es que tuvo una audiencia de cuatro millones de televidentes en 28 ciudades del país, el segundo más visto y superando al del 2018.

Gano Claudia… Con la frialdad de los números muchos analistas coincidieron que la ganadora, por haber estado menos enfadosa y no por brillante, fue Claudia Sheinbaum. Cierto que hubo momentos en que intentaron levantarse las faldillas pero no pasó a mayores porque el formato no lo permitió, como que lo hicieron a modo. Lo cierto es que la candidata oficial tampoco no cayó en las provocaciones ni tampoco la sacaron de balance. Y no creo que sea por estrategia, sino porque así es. No refleja emociones ni cuando va ganando, por eso se le vacían los mítines, porque la gente se enfada y se sale a medio discurso. Pero aquí en el debate le funcionó la cara de palo y la imagen de hielo. No la hicieron que se encabritara y eso le dio pie para que lanzara un par de buenas pedradas. En cambio Xóchitl se vio titubeante por momentos y dejó pasar muy buenas oportunidades. Varias veces se quedó con la piedra en la mano. De Máynez ya hablaremos.

Demagogia manda… Volvemos con Xóchitl, se ve que sus asesores la mantuvieron con freno de mano. Cierto que atacó varias ocasiones a Sheinbaum, porque al pobre de Máynez ni quién lo pelara. Sin embargo, a diferencia de Vicente Fox o del propio López Obrador, le faltó usar una buena dosis de demagogia y de promesas absurdas. Que fue lo que le pegó a AMLO en su momento, cuando dijo que vendería el avión presidencial y fue tan contundente que convenció a muchos ingenuos, por decirles lo menos, de que con ese dinero se pagarían deudas y se financiarían programas sociales. Bueno, aquí a doña Xóchitl le faltó vagancia, porque con la mano en la cintura hubiera dicho que entrando vendería el Tren Maya y con el billón de pesos que sacaría pudiera aumentar las pensiones. O algo por el estilo. Se imaginan la polémica que le daría eso de vender el juguetito favorito del patrón. Sobre todo si recuerda lo que sigue costando sin haber quedado terminado. Vagancia, eso es lo que le falta a la doña. Tiene picardía y es malhablada, pero le falta el toque vago.

Sonrisas Colgate… Si no fuera porque se le vio muy forzado, hubiera dicho que estaba bien que Máynez se estuviera sonriendo todo el tiempo. El problema es que hasta poner una sonrisa requiere entrenamiento para que no se vea acartonada. Porque así se vio el candidato de Movimiento Ciudadano, con sonrisa muy de a wewe. Tuvo dos que tres buenas intervenciones, sobre todo con los pellizquitos de monjita que les hizo a las candidatas. Lo malo, nadie lo peló y le siguió el rollo. Trató con Claudia y nada. Buscó darle a Xóchitl y esta ni siquiera se molestó en tirarle con algo. Pero bueno, el punto es que estuvo presente y seguramente sus asesores lo va a preparar mejor para el segundo debate.


Inútiles del INE… Por cierto, Claudia y Máynez se quejaron con la producción del INE, porque en primer lugar estaban mal ubicados en sus lugares, ya que no tenían libertad de movimiento porque ahora les tocó estar sentados, algo sumamente incómodo. Luego el mentado reloj, que estaba falle que falle y peor, a favor de Xóchitl. Esperemos que por diez millones que reportan como primeros costos de producción y transmisión puedan mejorarlo. Pero ya veremos, por lo pronto se llevaron tache, por tanta falla. En cuanto a los moderadores hicieron su trabajo, el de leer las preguntas que les pasaron, que en algunos casos eran intrascendentes. En fin, veremos en la semana cuanto levantan en las encuestas y si les sirvió para algo, porque de que tuvo audiencia, tuvo audiencia tal y como lo manejan las mediciones de rating.


En fin, por eso mejor recuerden lo que decía el Chato Martínez, arrieros somos, porque no terminé la escuela. Sale.


Síganos en la cuenta de X o Twitter @hilarioolea.

Pueden vernos de lunes a viernes de 8 a 9 de la noche en nuestro canal de YouTube “Entre Todos Digital”.

Sigan nuestras redes sociales.

Laboratorio electoral


Estuvo enfadoso… Uno de los mejores cronistas deportivos de Sonora, Windy Durán Santeliz, solía usar una frase para calificar un juego de beisbol que estuvo muy enfadoso, y solía escribir, no hubo nada para escribir a casa. Y miren, en el debate presidencial no vimos nada como para que se recuerde.

Lo más destacado, como pasa siempre en este tipo de eventos grises, fueron los errores cometidos por el equipo de producción del INE. Ah, por cierto, los cuales cobran bien, pues según gastos preliminares, costó más de 10 millones de pesos la producción, la escenografía y la transmisión. Y todo para salir con batea de babas, sobre todo en la sala donde estaba la prensa que tuvieron tremendas fallas del WiFi y el circuito cerrado. Bueno, el caso es que no hay nada para escribir a casa, algo de lo que uno se acuerde. A menos que ustedes tengan otra opinión. Lo curioso del caso es que tuvo una audiencia de cuatro millones de televidentes en 28 ciudades del país, el segundo más visto y superando al del 2018.

Gano Claudia… Con la frialdad de los números muchos analistas coincidieron que la ganadora, por haber estado menos enfadosa y no por brillante, fue Claudia Sheinbaum. Cierto que hubo momentos en que intentaron levantarse las faldillas pero no pasó a mayores porque el formato no lo permitió, como que lo hicieron a modo. Lo cierto es que la candidata oficial tampoco no cayó en las provocaciones ni tampoco la sacaron de balance. Y no creo que sea por estrategia, sino porque así es. No refleja emociones ni cuando va ganando, por eso se le vacían los mítines, porque la gente se enfada y se sale a medio discurso. Pero aquí en el debate le funcionó la cara de palo y la imagen de hielo. No la hicieron que se encabritara y eso le dio pie para que lanzara un par de buenas pedradas. En cambio Xóchitl se vio titubeante por momentos y dejó pasar muy buenas oportunidades. Varias veces se quedó con la piedra en la mano. De Máynez ya hablaremos.

Demagogia manda… Volvemos con Xóchitl, se ve que sus asesores la mantuvieron con freno de mano. Cierto que atacó varias ocasiones a Sheinbaum, porque al pobre de Máynez ni quién lo pelara. Sin embargo, a diferencia de Vicente Fox o del propio López Obrador, le faltó usar una buena dosis de demagogia y de promesas absurdas. Que fue lo que le pegó a AMLO en su momento, cuando dijo que vendería el avión presidencial y fue tan contundente que convenció a muchos ingenuos, por decirles lo menos, de que con ese dinero se pagarían deudas y se financiarían programas sociales. Bueno, aquí a doña Xóchitl le faltó vagancia, porque con la mano en la cintura hubiera dicho que entrando vendería el Tren Maya y con el billón de pesos que sacaría pudiera aumentar las pensiones. O algo por el estilo. Se imaginan la polémica que le daría eso de vender el juguetito favorito del patrón. Sobre todo si recuerda lo que sigue costando sin haber quedado terminado. Vagancia, eso es lo que le falta a la doña. Tiene picardía y es malhablada, pero le falta el toque vago.

Sonrisas Colgate… Si no fuera porque se le vio muy forzado, hubiera dicho que estaba bien que Máynez se estuviera sonriendo todo el tiempo. El problema es que hasta poner una sonrisa requiere entrenamiento para que no se vea acartonada. Porque así se vio el candidato de Movimiento Ciudadano, con sonrisa muy de a wewe. Tuvo dos que tres buenas intervenciones, sobre todo con los pellizquitos de monjita que les hizo a las candidatas. Lo malo, nadie lo peló y le siguió el rollo. Trató con Claudia y nada. Buscó darle a Xóchitl y esta ni siquiera se molestó en tirarle con algo. Pero bueno, el punto es que estuvo presente y seguramente sus asesores lo va a preparar mejor para el segundo debate.


Inútiles del INE… Por cierto, Claudia y Máynez se quejaron con la producción del INE, porque en primer lugar estaban mal ubicados en sus lugares, ya que no tenían libertad de movimiento porque ahora les tocó estar sentados, algo sumamente incómodo. Luego el mentado reloj, que estaba falle que falle y peor, a favor de Xóchitl. Esperemos que por diez millones que reportan como primeros costos de producción y transmisión puedan mejorarlo. Pero ya veremos, por lo pronto se llevaron tache, por tanta falla. En cuanto a los moderadores hicieron su trabajo, el de leer las preguntas que les pasaron, que en algunos casos eran intrascendentes. En fin, veremos en la semana cuanto levantan en las encuestas y si les sirvió para algo, porque de que tuvo audiencia, tuvo audiencia tal y como lo manejan las mediciones de rating.


En fin, por eso mejor recuerden lo que decía el Chato Martínez, arrieros somos, porque no terminé la escuela. Sale.


Síganos en la cuenta de X o Twitter @hilarioolea.

Pueden vernos de lunes a viernes de 8 a 9 de la noche en nuestro canal de YouTube “Entre Todos Digital”.

Sigan nuestras redes sociales.

Laboratorio electoral