/ miércoles 26 de junio de 2019

Corren rumores | Maten al mensajero

Los nuevos villanos… El gobierno de la 4T está mostrando muchas cosas, pero dos son preocupantes. Primero, que cada vez se vuelve más intolerante a la crítica de los periodistas. Y en segundo, que al parecer ya se dio la orden de “matar al mensajero” o sea, echar la culpa de todos los males y lo malo a los comunicadores.

Si en un día hay cientos de muertos, los culpables no son los grupos criminales o la ineficiencia de las corporaciones policiacas. Los responsables son los medios de comunicación y los periodistas porque lo dieron a conocer. O sea, que la violencia no existe hasta que no sale en los periódicos. Valiente cosa. Y la última prueba fue el linchamiento de una periodista de Quintana Roo de nombre María Cristina de la Cruz que tuvo la osadía de confrontar al presidente Andrés Manuel López Obrador en su mañanera. Fue declarada anatema por los chayochairos que la etiquetaron como periodista-activista. Y sólo faltó echarle la culpa del problema del sargazo.

Quesos regulares… Y miren, como de ver dan ganas, por estos rumbos no hacen malos quesos. Ahora resulta que la violencia que se vive en Guaymas y Empalme no es culpa de los grupos criminales ni de las autoridades. La culpa es de los periodistas. Macitaquerida. Bueno, cuando menos esa fue la acusación de la alcaldesa Sara Valle, quien seguramente no sabía qué hacer y decir en homenaje póstumo al contralor Daniel Morales Prandini para zafarse de la responsabilidad de su muerte violenta. Y ahí, echando mano a sus fierros como queriendo pelear, se aventó esta perla de sabiduría china: No me cabe la menor duda que los medios de comunicación han hecho su parte y han lastimado más con sus imágenes y micrófonos que nadie, sin una gota de profesionalismo, sólo siendo amarillistas y “tratando de cobrar cuotas muy lejos de nuestro alcance”. Chúpale pichón. O sea, que los que planearon, pagaron, ejecutaron y dispararon fueron los periodistas. ¿Y los criminales, alcaldesa? Seguramente dirán, no los toquen para no empañar el debido proceso. La manga.

Camino a la dictadura… Bien dice Vargas Llosa de que está preocupado el camino que está tomando México. Y cómo no, ahora los periodistas no van a poder consignar lo que pasa, porque van a ser culpables de lo que pasa. Miren la paradoja. Resulta que ahora los comunicadores somos responsables de las metidas de pata. Ah, y si de casualidad señalamos los garrafales errores, la culpa no es de los que lo están cometiendo, sino de los temerarios que se les ocurrió ponerlos en evidencia. Claro, el siguiente paso es ponernos una diana en la espalda a los periodistas para que todos los chayochairos practiquen tiro al blanco. Eso sí, dicen que son muy tolerantes, pero se ve que no ven, oyen o leen a sus chairitos. En fin, con estos bueyes nos tocó sembrar. Ni modo, prensa fifí, qué hacer.

Alito manos de piedra… El que se ve que no tiene el menor ánimo de conciliar o promover la unidad con sus adversarios es el aspirante a dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, alias Alito. De entrada y como tiro de calentamiento dijo que sus adversarios están ardidos porque no consiguieron el apoyo de la militancia como él. Ah, pero eso sí, jura que no promueve la división y además es “muuuyyy respetuoso” con sus compañeros de partido, a los que con todo respeto les dijo que están ardidos y como buen torero, los remató con una chicuelina al decir que sus declaraciones “son los últimos estertores de reptiles agonizantes que no entienden que el PRI y México ya cambiaron”. Eso sí, se los dijo con todo respeto. Pobre PRI, va a terminar más dividido que un six pack en tiempo de calor.

Operación Pavito… Según las malas lenguas que se mueven en espacio de opinión y pasillos políticos, esta semana se pondrá en marcha la Operación Pavito en el Gobierno federal. Esta consiste en que muchos empleados y funcionarios correrán la misma suerte que los pavos de Navidad, que no llegarán al 1 de julio. Se habla a nivel nacional de unos 5 mil que están pendientes. De hecho ya se les advirtió que tienen lo que resta de la semana para aceptar las condiciones de retiro, porque de todos modos ya están listos para el horno. Se sabe que son muchos los que se han acogido a estos beneficios, pero otros dicen que mejor harán su operativo Capirotada, porque le van a meter pleito para ganarlo por la Cuaresma del año que entra. Como la ponga, ustedes se darán cuenta los que ya son pavitos por la pura mirada y la forma de andar. Ni modo, así son las reglas de la grilla.

Paisana en capilla… Por cierto, entre las que pueden verse afectadas con la Operación Pavito está la paisana Ana Gabriela Guevara, porque en muchos espacios de opinión ya dan por un hecho que en estos días le van a pedir la bola en la Conade. Parece que el asunto se enredó demasiado y ya no hay manera de sostenerla, salvo que sea con la voz de su jefe político. En su lugar, y esto se pone interesante, suena el oriundo de Huatabampo, Octavio Almada, quien dicho sea de paso es uno de los sonorenses con más cercanía con el presidente López Obrador. En varias partes salió el tema y por lo mismo hay que considerar que algo debe estarse cocinando.

En fin, por eso no olviden lo que decía el Marro González, cuando el río suena, es que alguien va a salir en los periódicos. Sale.

Los nuevos villanos… El gobierno de la 4T está mostrando muchas cosas, pero dos son preocupantes. Primero, que cada vez se vuelve más intolerante a la crítica de los periodistas. Y en segundo, que al parecer ya se dio la orden de “matar al mensajero” o sea, echar la culpa de todos los males y lo malo a los comunicadores.

Si en un día hay cientos de muertos, los culpables no son los grupos criminales o la ineficiencia de las corporaciones policiacas. Los responsables son los medios de comunicación y los periodistas porque lo dieron a conocer. O sea, que la violencia no existe hasta que no sale en los periódicos. Valiente cosa. Y la última prueba fue el linchamiento de una periodista de Quintana Roo de nombre María Cristina de la Cruz que tuvo la osadía de confrontar al presidente Andrés Manuel López Obrador en su mañanera. Fue declarada anatema por los chayochairos que la etiquetaron como periodista-activista. Y sólo faltó echarle la culpa del problema del sargazo.

Quesos regulares… Y miren, como de ver dan ganas, por estos rumbos no hacen malos quesos. Ahora resulta que la violencia que se vive en Guaymas y Empalme no es culpa de los grupos criminales ni de las autoridades. La culpa es de los periodistas. Macitaquerida. Bueno, cuando menos esa fue la acusación de la alcaldesa Sara Valle, quien seguramente no sabía qué hacer y decir en homenaje póstumo al contralor Daniel Morales Prandini para zafarse de la responsabilidad de su muerte violenta. Y ahí, echando mano a sus fierros como queriendo pelear, se aventó esta perla de sabiduría china: No me cabe la menor duda que los medios de comunicación han hecho su parte y han lastimado más con sus imágenes y micrófonos que nadie, sin una gota de profesionalismo, sólo siendo amarillistas y “tratando de cobrar cuotas muy lejos de nuestro alcance”. Chúpale pichón. O sea, que los que planearon, pagaron, ejecutaron y dispararon fueron los periodistas. ¿Y los criminales, alcaldesa? Seguramente dirán, no los toquen para no empañar el debido proceso. La manga.

Camino a la dictadura… Bien dice Vargas Llosa de que está preocupado el camino que está tomando México. Y cómo no, ahora los periodistas no van a poder consignar lo que pasa, porque van a ser culpables de lo que pasa. Miren la paradoja. Resulta que ahora los comunicadores somos responsables de las metidas de pata. Ah, y si de casualidad señalamos los garrafales errores, la culpa no es de los que lo están cometiendo, sino de los temerarios que se les ocurrió ponerlos en evidencia. Claro, el siguiente paso es ponernos una diana en la espalda a los periodistas para que todos los chayochairos practiquen tiro al blanco. Eso sí, dicen que son muy tolerantes, pero se ve que no ven, oyen o leen a sus chairitos. En fin, con estos bueyes nos tocó sembrar. Ni modo, prensa fifí, qué hacer.

Alito manos de piedra… El que se ve que no tiene el menor ánimo de conciliar o promover la unidad con sus adversarios es el aspirante a dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, alias Alito. De entrada y como tiro de calentamiento dijo que sus adversarios están ardidos porque no consiguieron el apoyo de la militancia como él. Ah, pero eso sí, jura que no promueve la división y además es “muuuyyy respetuoso” con sus compañeros de partido, a los que con todo respeto les dijo que están ardidos y como buen torero, los remató con una chicuelina al decir que sus declaraciones “son los últimos estertores de reptiles agonizantes que no entienden que el PRI y México ya cambiaron”. Eso sí, se los dijo con todo respeto. Pobre PRI, va a terminar más dividido que un six pack en tiempo de calor.

Operación Pavito… Según las malas lenguas que se mueven en espacio de opinión y pasillos políticos, esta semana se pondrá en marcha la Operación Pavito en el Gobierno federal. Esta consiste en que muchos empleados y funcionarios correrán la misma suerte que los pavos de Navidad, que no llegarán al 1 de julio. Se habla a nivel nacional de unos 5 mil que están pendientes. De hecho ya se les advirtió que tienen lo que resta de la semana para aceptar las condiciones de retiro, porque de todos modos ya están listos para el horno. Se sabe que son muchos los que se han acogido a estos beneficios, pero otros dicen que mejor harán su operativo Capirotada, porque le van a meter pleito para ganarlo por la Cuaresma del año que entra. Como la ponga, ustedes se darán cuenta los que ya son pavitos por la pura mirada y la forma de andar. Ni modo, así son las reglas de la grilla.

Paisana en capilla… Por cierto, entre las que pueden verse afectadas con la Operación Pavito está la paisana Ana Gabriela Guevara, porque en muchos espacios de opinión ya dan por un hecho que en estos días le van a pedir la bola en la Conade. Parece que el asunto se enredó demasiado y ya no hay manera de sostenerla, salvo que sea con la voz de su jefe político. En su lugar, y esto se pone interesante, suena el oriundo de Huatabampo, Octavio Almada, quien dicho sea de paso es uno de los sonorenses con más cercanía con el presidente López Obrador. En varias partes salió el tema y por lo mismo hay que considerar que algo debe estarse cocinando.

En fin, por eso no olviden lo que decía el Marro González, cuando el río suena, es que alguien va a salir en los periódicos. Sale.